Brasil decepcion¨® ante Suecia y no pudo pasar del empate

Brasil decepcion¨® ante Suecia en su primer partido del Mundial. Se mostr¨® como un equipo sin entidad y con un ¨²nico l¨ªder discreto llamado Rivelino, que pareci¨® maniatar m¨¢s todav¨ªa las acciones del resto de sus compa?eros. Suecia, sin velocidad, pero con orden, se bast¨® para contener a los tricampeones mundiales.Brasil quiso imponer su t¨¢ctica de un 4-3-3 cambiante a 4-4-2, con el retraso a veces de Zico, pero se vio envuelto en el ordenado esquema de 4-4-2, con marcajes posicionales de Suecia. No supo aprovechar su mayor n¨²mero de atacantes y fue inferior en el centro del campo tanto en cantidad como en calidad. Empat¨® tras el gol sueco en un fallo rival, y hubiese sido injusta su victoria en gol fuera de tiempo a cargo del m¨¢s decepcionante a¨²n Zico.

Ericsson, el seleccionador n¨®rdico, prefiri¨® montar, en lugar de marcar por pares, una tela de ara?a zonal con Borg, Andersson, Nordqvist -el hombre libre- y Erlandssonn, de izquierda a derecha en la defensa, y Lennart Larsson, Tapper, Linderoth y Bo Larson en el centro del campo. S¨®lo qued¨® fija la vigilancia de Erlandsson a Gil, pues ¨¦ste se mantuvo siempre en el extremo derecho, hasta su sustituci¨®n por Nelinho. Este pas¨® a lateral derecho y Toninho subi¨® al extremo, aunque sin solucionar nada tampoco. Borg y Andersson se repartieron a Reinaldo y Zico -que no necesit¨® marcaje por su mala actuaci¨®n- y s¨®lo gracias a un fallo del primero vino el gol de Brasil cuando peor jugaba, ya en el descuento del primer tiempo.

El equipo de Coutinho hab¨ªa empezado con rapidez el juego, y Toninho, primero, y Reinaldo, despu¨¦s, tuvieron dos claras ocasiones de marcar. Hellstrom dio ya muestras de su seguridad, y a partir de ah¨ª -minuto quince- los brasile?os jugaron con gran desuni¨®n y sin la fuerza que se preve¨ªa. Batista y Cerezo fueron dos centrocampistas vulgares, mientras Rivelino canalizaba todo el juego sin frutos. Suecia se impuso pese a su lentitud y a que profundiz¨® en escasas ocasiones. Sjoberg, sin embargo, perdi¨® hasta tres balones de oro por s¨®lo uno de Brasil, en dos tiempos, a cargo de Reinaldo y Gil, que volvi¨® a salvar Hellstrom en su salida. El gol n¨®rdico fue, por ello, justo premio a su mayor orden. Incluso cinco minutos despu¨¦s, Lennart Larson cabece¨® al arquero una falta sacada por Bo Larson.

La suerte para Brasil fue empatar el partido cuando peor jugaba, pero ni eso le sirvi¨® como revulsivo psicol¨®gico para la segunda parte. Sigui¨® jugando s¨®lo lo que le dej¨® Rivelino -a gusto sin un marcaje pegajoso que le molestara e insultando a Zico en varias jugadas-. Pareci¨® atacar m¨¢s mandando por fin a sus defensas laterales adelante, pero fue s¨®lo un espejismo. Dirceu, que tan bien jug¨® en Madrid contra el Atl¨¦tico, s¨®lo estuvo cinco minutos en el campo, sin tiempo para nada. Aunque Borg volvi¨® a dar ocasi¨®n a un tiro de Zico que detuvo el seguro Hellstrom y Bo Larson fall¨® un despeje que roz¨® el poste haciendo el ¨¢rbitro llevar incomprensiblemente las manos a la cabeza, la mejor ocasi¨®n la tuvo nuevamente Suecia. Un tiro colocado al ¨¢ngulo izquierdo por Wendt lo salv¨® in extremis Leao.

De haber sido v¨¢lido el gol anulado fuera del tiempo, Brasil habr¨ªa vencido injustamente. Tras la derrota espa?ola, el empate de ayer entre suecos y brasile?os perjudica a¨²n m¨¢s al equipo sin ideas que dirige (?) Kubala. El martes, Brasil deber¨¢ ser otro equipo.