"En pol¨ªtica exterior, el Gobierno est¨¢ atado al continuismo"

Pregunta. ?Puede Espa?a jugar un papel importante en el ¨¢mbito geopol¨ªtico internacional de nuestro tiempo?Respuesta. Creo que s¨ª, si encuentra su aut¨¦ntica dimensi¨®n. Espa?a no puede aspirar nunca a desempe?ar el rol de una potencia de primer orden, pero tampoco se pueden minimizar sus posibilidades. El aislamiento internacional que sufri¨® el franquismo no le permit¨ªa ocupar su propio espacio y la obligaba a permanecer en su aislamiento y a desarrollar un rid¨ªculo orgullo imperialista. Hoy las condiciones son distintas y nuestro pa¨ªs tiene posibilidades, especialmente en Europa, Latinoam¨¦rica y el Mediterr¨¢neo.

P. ?Se ejecuta, en la actualidad, la pol¨ªtica exterior que se debe o, simplemente, la que se puede?

R. Ciertamente son las condiciones internas y externas las que marcan los l¨ªmites de las posibilidades de una acci¨®n exterior, pero estoy convencido de que se puede hacer mucho m¨¢s de lo que se hizo hasta ahora. El Gobierno de UCD no ha desarrollado estas posibilidades porque est¨¢ atado al continuismo del sistema anterior. Persiste en el Ministerio de Asuntos Exteriores el esp¨ªritu de Castiella, con las marcas de su ¨¦poca y el contexto de la situaci¨®n interna de los a?os pasados. De una pol¨ªtica que fracas¨® y que hoy ha dejado sus secuelas e influencias al titular, Marcelino Oreja.

P. La candidatura de Espa?a a la CEE la comparten todas las fuerzas pol¨ªticas representadas en el Parlamento. ?C¨®mo ve la puesta en marcha de esta candidatura y la nominaci¨®n de un ministro de Relaciones con la CEE?

R. El PSOE apoya sustancialmente la candidatura a la CEE. La unanimidad existe sobre la voluntad pol¨ªtica, nosotros no nos hemos planteado el tema del ritmo de la presentaci¨®n de dicha petici¨®n, pero s¨ª la t¨¢ctica y el planteamiento de la negociaci¨®n propiamente dicha. En esto ¨²ltimo no existe unanimidad, sino planteamientos distintos. Sobre la nominaci¨®n de un ministro encargado de las relaciones con la CEE puedo decir que no hubiera sido ¨¦ste nuestro criterio. Mantenemos el principio de la unidad del servicio exterior y creemos, por ello, que no era necesario nombrar un ministro, porque ello romp¨ªa dicha unidad.

P. ?C¨®mo entiende el PSOE su posible colaboraci¨®n con el Gobierno frente a la futura negociaci¨®n?

R. Pensamos que nuestro partido debe estar informado, paso a paso, del desarrollo de las negociaciones. Un socialista deber¨ªa participar en ellas, aunque no como representante del PSOE, sino como miembro de la delegaci¨®n. Ello nos permitir¨¢ seguir el curso de los debates y aportar ideas. Asimismo, pensamos que esta presencia impedir¨ªa la repetici¨®n de la renegociaci¨®n que Wilson impuso a Heath en 1973, una vez que fue firmado el Tratado de Adhesi¨®n.

P. En Bruselas se quiere readaptar el acuerdo de 1970, se exigen restricciones textiles, sider¨²rgicas, pesqueras, etc¨¦tera. No da la impresi¨®n de ayuda y entusiasmo a la candidatura espa?ola.

R. A pesar del cambio pol¨ªtico espa?ol, los comunitarios no han mejorado sus actitudes concretas. El acuerdo de 1970 es por primera vez favorable a Espa?a, y la CEE trata de recortarlo, de la misma manera que practica el proteccionismo sectorial. Creemos que nuestras relaciones con la CEE deben afrontarse globaliz¨¢ndolas desde el punto de vista de la imagen de pa¨ªs candidato que tiene Espa?a. Es en esta ¨®ptica en la que hay que conseguir una firme voluntad pol¨ªtica de los nueve que evite el nacimiento de una frustraci¨®n en los espa?oles. Para ello es necesario crear en Espa?a un clima apropiado. No se est¨¢ explicando a los espa?oles las ventajas reales de la integraci¨®n en la CEE.

P. Las relaciones del PSOE con el Frente Nacional de Liberaci¨®n de Argelia ?han tenido incidencia en la crisis hispano-argelina?

R. Las relaciones PSOE-FLN argelino est¨¢n hoy en un statu quo. Ultimamente no hemos mantenido contactos especiales, y ello al margen del deterioro existente en las relaciones estatales Espa?a-Argelia. Creemos que el PSOE podr¨ªa desempe?ar un papel ¨²til en el deshielo de estas relaciones, pero el Gobierno no nos ha dado esta oportunidad, a pesar de nuestros ofrecimientos.

P. ?Y los ataques del FLN al PSOE?

R. En el FLN existen distintas tendencias y, alguna de ellas, fue responsable de dichos ataques. Nosotros creemos que las relaciones son buenas globalmente, que existe posibilidad de di¨¢logo y que el Gobierno argelino no est¨¢ convencido de la africanidad de Canarias ni de la personalidad del MPAIAC.

P. ?Cu¨¢l es su posici¨®n ante la cumbre de la OUA y el debate sobre Canarias en ciernes?

R. Muy diferente a la del Gobierno Su¨¢rez. Pensamos que no se est¨¢ preparando a la opini¨®n p¨²blica espa?ola para los posibles resulta dos de esta reuni¨®n, y que ello puede provocar la decepci¨®n gene ral que produjo la reudi¨®n de Tr¨ªpoli. Adem¨¢s tenemos el con vencimiento de que el Gobierno no se ha enfrentado a la cuesti¨®n de fondo de la cumbre de la OUA, que es, esencialmente, la crisis de las relaciones hispano-argelinas. Todos los viajes, la ?operaci¨®n Africa?, las gestiones internacionales, etc¨¦tera, no tienen valor s¨ª el Gobierno regatea el careo frontal con Argelia. Este es el punto clave. Si Argelia pone como condici¨®n esencial que Su¨¢rez se entreviste con Bumedien en Argel, Su¨¢rez deber¨ªa ir a Argel, no debe descartarse el di¨¢logo con Argelia antes de Jartum. Es la pieza clave del embrollo.

P. ?Cambi¨® la actitud del PSOE en sus relaciones con el Frente Polisario?

R. No hemos cambiado. Continuamos apoyando la causa del Frente Polisario que es la causa justa del pueblo saharaui. Existen, s¨ª, puntos de vista divergentes en tomo al tema del Acuerdo Tripartito cuya denuncia no consideramos determinante y que desde el punto de vista jur¨ªdico-pol¨ªtico es dif¨ªcilmente viable. Nosotros no reconocemos la soberan¨ªa de Marruecos o de Mauritania sobre el Sahara y ello tendr¨¢ efectos si llegamos al Gobierno.

Nos separa del Frente Polisario su actitud en la captura de pescadores espa?oles. Comprendemos sus argumentos pol¨ªticos en estas acciones, pero pensamos que ello desdice de su causa, crea mala opini¨®n p¨²blica en Espa?a y tiene aspectos discriminatorios: ?por qu¨¦ el Polisario no ataca los barcos sovi¨¦ticos que faenan en aguas del Sahara?

P. ?Cu¨¢l es la pol¨ªtica latinoamericana del PSOE?

R. Pensamos que las posibilidades de Espa?a en Latinoam¨¦rica son muy importantes. Debe profundizarse en la cooperaci¨®n, planificaci¨®n y especializaci¨®n de la presencia espa?ola en cada pa¨ªs del continente americano. Esperamos ver eljuego que da el nuevo Centro de Cooperaci¨®n Iberoamericano, que inicia ahora sus trabajos de estudio. Si creemos que no se est¨¢n aprovechando al m¨¢ximo la totalidad de las posibilidades de Espa?a en estos pa¨ªses, ni se est¨¢n ejerciendo las responsabilidades que nos corresponden. En el plano pol¨ªtico, y sin que ello constituya intervencionismo, Espa?a tiene algo que decir sobre los procesos democr¨¢ticos de los pa¨ªses latinoamericanos y sobre la defensa de los derechos humanos en esta zona. Si no lo hace Espa?a lo har¨¢ Estados Unidos, que es nuestro principal competidor en el ¨¢rea. Ante las elecciones de Bolivia, Ecuador y Per¨², y frente a las dictaduras del cono sur, la responsabilidad de Espa?a es importante e inminente. En Am¨¦rica latina nuestro pa¨ªs tiene un peso espec¨ªfico muy importante. Los viajes de los Reyes por estas naciones, que a mi juicio dieron resultados positivos, lo demuestran. El Rey, Su¨¢rez y Felipe Gonz¨¢lez son personas muy conocidas en todo el continente, y el proceso democr¨¢tico espa?ol es un ejemplo que debe ser expedido al ¨¢rea latinoamericana sin paternalismos, pero con claridad y en pos de la democracia y los derechos humanos. Y en relaci¨®n a los derechos humanos y la democracia no excluimos a Cuba.

P. ?Ha flexibilizado el PSOE su actitud frente a la OTAN?

R. Mas bien al contrario. Cada vez estamos m¨¢s convencidos de que Espa?a no entrar¨¢ en la OTAN. Ocurre que nosotros nos planteemos hoy el tema en dos niveles: si conviene o no abrir el debate, y si interesa o no ingresar en la OTAN. Nuestra actitud primera es que el debate debe iniciarse despu¨¦s de la Constituci¨®n, para el a?o 1980 ¨® 1981, a la vista tambi¨¦n de la caducidad de los acuerdos con Estados Unidos. Por ello, hoy por hoy no tenemos la intenci¨®n de lanzar ning¨²n tipo de campa?a sobre el tema OTAN. Sobre el debate en s¨ª, el PSOE se opone totalmente a la entrada de Espa?a en la OTAN, entre otras cosas porque ello supondr¨ªa recortar nuestra independencia y soberan¨ªa, cosa que todos reconocen. Adem¨¢s no nos aportar¨ªa beneficios de ninguna clase, romper¨ªa el actual equilibrio Este-Oeste y cortar¨ªa la capacidad de acci¨®n exterior de Espa?a. Llegado el momento, el PSOE, que no ha renunciado a un referendum sobre la OTAN, expondr¨¢ todos sus argumentos, sobre los que est¨¢n trabajando varias comisiones del partido. Nuestra actitud es clara, favorable a una neutralidad activa, propia de nuestro contexto occidental y no ha sufrido cambios o revisiones.

P. ?Y las bases americanas?

R. Pensamos que a partir de 1981 deben pasar a ser bases conjuntas, bajo mando espa?ol y con el objetivo de su futura desaparici¨®n inscrita en el que ser¨¢ nuevo tratado.

P. Tres temas de pol¨ªtica exterior son el Vaticano, Gibraltar e Israel, ?cu¨¢les son las posiciones del PSOE?

R. Creemos que las relaciones Iglesia-Estado debe ser cuesti¨®n de pol¨ªtica interior y no de relaciones exteriores; por ello, consideramos innecesario el concordato. Sobre Gibraltar, queremos la recuperaci¨®n del Pe?¨®n, mediante una negociaci¨®n seria que no incluya presiones por parte de Espa?a sobre la poblaci¨®n gibraltare?a. Somos favorables a que se levanten las restricciones actuales y que el Gobierno se plantee tambi¨¦n este problema desde la ¨®ptica del campo de Gibraltar. Espa?a debe establecer relaciones diplom¨¢ticas con Israel y buscar el momento oportuno para ello. La visita de Sadat a Jerusal¨¦n fue un buen momento perdido.

P. ?Tiene el PSOE alternativa sobre el servicio exterior espa?ol?

R. Un grupo de pol¨ªticos y diplom¨¢ticos est¨¢ estudiando el tema. Creemos que es necesaria una diplomacia m¨¢s din¨¢mica que cuente con medios presupuestarios suficientes. Somos partidarios de la presencia de hombres pol¨ªticos en puestos claves del Ministerio, para evitar el desgaste de los funcionarios de la carrera diplom¨¢tica. Creemos en la especializaci¨®n y no consideramos malo la presencia de pol¨ªticos en puestos de embajadores con misi¨®n espec¨ªfica o la presencia de j¨®venes diplom¨¢ticos capaces en puestos de embajador. Tambi¨¦n creemos necesaria una reforma o sustituci¨®n de la escuela diplom¨¢tica para preparar un cuerpo diplom¨¢tico din¨¢mico y eficaz. Hasta ahora, el cuerpo tiene un claro matiz elitista y casi familiar, que da una simple imagen de brillantez superficial.