En favor de Garc¨ªa Vald¨¦s
En EL PAIS correspondiente al 6 de junio pasado se insertan un editorial y una entrevista sobre el mismo tema, esto es: la gesti¨®n de Carlos Garc¨ªa Vald¨¦s como director ge?eral de Instituciones Penitenciarias. Merece la pena releer ambos para reflexionar sobre los contrastes que ofrecen. De una parte el des¨¢nimo que rezuma el editorial a la vista de las dificultades que Garc¨ªa Vald¨¦s est¨¢ teniendo en los dos meses que lleva en su cargo y, de otra, la firmeza con que est¨¢ manteniendo sus principios.Puede ser, como dice el editorial, que la Direcci¨®n General de Instituciones Penitenciarias se encuentre sola, quien desde luego nunca estar¨¢ solo es Carlos Garc¨ªa Vald¨¦s, ni la alternativa que ¨¦l trata de aplicar a las c¨¢rceles espa?olas como ¨²nica forma de resolver el problema penitenciario. Si la intransigencia del Gobierno, el boicot de algunos funcionarios y la incomprensi¨®n de los reclusos hacen desfallecer los ¨¢nimos que en todo momento acompa?an a Garc¨ªa Vald¨¦s en su gesti¨®n, no podemos de ello deducir que una reestructuraci¨®n m¨¢s humanizada de las c¨¢rceles es una utop¨ªa en nuestro pa¨ªs.
Tal vez, en el mejor de los casos, no haya madurado suficientemente en los ¨®rganos responsables de la Administraci¨®n la apremiante necesidad de no dilatar m¨¢s la reforma penitenciaria, pero no deben olvidar dichos ¨®rganos que el tema ya ha costado la vida a un director general, mucha sangre vertida y una larga lista de conflictividad en las diferentes c¨¢rceles espa?olas.
Tal vez, ?ojal¨¢ no ocurra!, Carlos Garc¨ªa Vald¨¦s se encuentre en un callej¨®n sin salida en su actividad y tenga que dimitir antes de usar la violencia, pero que conste, que entonces los que confiamos en ¨¦l no veremos en dicha actitud una decisi¨®n de fracaso, sino que recordaremos a aquel ilustre pol¨ªtico espanol, presidente de la I Rep¨²blica, que prefiri¨® deponer su cargo antes de firmar una condena de muerte.
Departamento de Derecho Penal Universidad de Sevilla
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