"Las disensiones en la Iglesia son siempre peligrosas"

?Las disensiones dentro de la Iglesia, a¨²n en el plano pastoral, aceptando el pluralismo leg¨ªtimo dentro de unas coordenadas de car¨¢cter general, son siempre peligrosas y, en algunas circunstancias hist¨®ricas -cuando se est¨¢ configurando una nueva sociedad, fruto de una nueva cultura- podr¨ªan ser muy graves?, dijo ayer el presidente de la Conferencia Ep¨ªscopal Espa?ola, cardenal Taranc¨®n, en el discurso de apertura de la Asamblea Plenaria, dedicada a los medios de comunicaci¨®n social.

El cardenal Taranc¨®n comenz¨® su discurso con una referencia autocr¨ªtica a la mala utilizaci¨®n de la informaci¨®n por parte de la jerarqu¨ªa: ? Las declaraciones y documentos de la Conferencia Episcopal no inciden decisivamente en la opini¨®n p¨²blica -ni siquiera en la de la Iglesia-, entre otras razones porque no hemos acertado a utilizar t¨¦cnicamente el arma de la informaci¨®n o no hemos atinado con el estilo que resulta, a veces, un poco arcaico, episcopaly no tiene la garra suficiente para llegar a mover a las multitudes y a toda la sociedad.?Seg¨²n el presidente de la Conferencia Episcopal, esta asamblea tiene dos prop¨®sitos: ?Crear conciencia del fen¨®meno informativo en la Iglesia y en la sociedad, y establecer contactos con los hombres de carne y hueso de la informaci¨®n.? Para cumplir estos objetivos se ha invitado a m¨¢s de setenta personas, no pertenecientes a la jerarqu¨ªa, entre los que se encuentra un buen n¨²mero de profesionales de la informaci¨®n, que discutir¨¢n en ponencias, foros y mesas redondas conjuntamente con los obispos las implicaciones del fen¨®meno informativo aplicado a la religi¨®n.

Cap¨ªtulo importante del discurso de monie?or Taranc¨®n fue el dedicado a la disidencia dentro de la Iglesia y a la opini¨®n p¨²blica eclesi¨¢stica que, sobre todo a partir del Concilio, comienza a manifestarse en muchas ocasiones contrar¨ªa a las directrices de la jerarqu¨ªa. ?No tengo nada que oponer a este hecho -dijo el cardenal- que, en sus debidos l¨ªmites, esto es, teniendo en cuenta las caracter¨ªsticas peculiares de la Iglesia, es un hecho positivo y puede ser un signo de madurez en la fe, que lleva aparejada la corresponsabilidad eclesial.? ?Y no me hubiese referido a este fen¨®meno si no se descubriese un s¨ªntoma peligroso que debe po, ner en guardia a todos los cristianos conscientes y sinceros, porque da la impresi¨®n de que el af¨¢n que inspira esas cr¨ªticas acerbas y hasta virulentas procede del esp¨ªritu "inconformista" y "contestatario" de nuestro tiempo.?

?Pero es m¨¢s grave -ajuicio del cardenal Taranc¨®n- que en cuestiones importantes en las que se pueden poner en juego valores fundamentales, que la Iglesia tiene el deber ineludible de defender, se han manifestado posturas y criterios, no s¨®lo diferentes, sino contrarios a las directrices de la Conferencia Episcopal.?

Aunque el presidente de la Conferencia Episcopal considera -haciendo suyo el pensar de los obispos- ?providencial? que se produzcan algunas veces esas contestaciones, ?que nos obligan a una mayor reflexi¨®n y a abandonar posturas c¨®modas?, ?tambi¨¦n es cierto que contribuyen a fomentar el confusionismo dentro y fuera de la Iglesia quienes, por su cuenta y riesgo, quieren dar directrices obligatorias en nombre del Evangelio. ?Cu¨¢nto se censura el dirigismo de los obispos!

?Incluso se da el caso de quienes tienen la obsesi¨®n de desacreditar p¨²blicamente a la que llaman Iglesia-instituci¨®n, no s¨®lo sacando a la consideraci¨®n p¨²blica fallos que pueden ser reales, sino atac¨¢ndola injustamente y hablando, adem¨¢s, con un dogmatismo que tantas veces ellos mismos han criticado cuando se refer¨ªan a la actuaci¨®n de la jerarqu¨ªa.?