Giscard: "Considero ¨²tiles relaciones con el Rey de Espa?a"
Pregunta. Se?or presidente, ?c¨®mo naci¨® y se desarroll¨® su amistad con el rey don Juan Carlos?, ?cree usted que este v¨ªnculo de amistad obra en favor de una mayor convergencia en las relaciones franco-espa?olas?Respuesta. La amistad y la estima que tengo a su Rey reposan en la impresi¨®n que me caus¨® en nuestra primera entrevista, confirmada continuamente desde entonces: impresi¨®n de sencillez absoluta en su actitud y de la entrega con que sirve por encima de todo a la causa de Espa?a.
Comprend¨ª que no buscaba satisfacciones de vanidad o ambici¨®n, sino que se esforzaba en aportar toda la contribuci¨®n que de ¨¦l dependiera a la evoluci¨®n y al progreso del pueblo espa?ol.
Es evidente que las relaciones de amistad y confianza entre nuestros dos pa¨ªses se remontan a muy atr¨¢s en la historia y que no se fundan en los lazos personales que existen entre sus dos jefes de Estado, pero creo que comprensi¨®n establecida entre nosotros podr¨¢ desempe?ar un papel muy ¨²til para desarrollar y profundizar nuestras relaciones.
P. En el caso de que el apoyo de Francia a la entrada de Espa?a en el Mercado Com¨²n no sea total, ?en qu¨¦ sentido deber¨ªa matizarse, se?or presidente?
R. La posici¨®n del Gobierno franc¨¦s acerca de la candidatura espa?ola es clara: nos congratulamos en ver c¨®mo Espa?a hace m¨¢s firme su vocaci¨®n europea. La contribuci¨®n de la Espa?a democr¨¢tica es esencial para el progreso de Europa. El peso de su pa¨ªs, su tradici¨®n hist¨®rica y su capacidad econ¨®mica har¨¢n de ¨¦l un miembro activo de la construcci¨®n europea. Quiero a?adir que deseamos que se afirme en el seno de la Comunidad. tanto la influencia de los pa¨ªses mediterr¨¢neos como la consideraci¨®n de soluciones a sus problemas espec¨ªficos.
Como todo el mundo sabe, es cierto que la candidatura de un gran pa¨ªs como Espa?a plantea problemas serios y delicados, para una y otra parte. Por ello, deber¨¢n llevarse a cabo negociaciones con objetividad, realismo y equilibrio para evitar todo lo que pudiera perturbar la vida de sectores econ¨®micos sensibles, tanto en Francia como en Espa?a.
P. ?Qu¨¦ temas tratar¨¢ usted en su entrevista con el Rey de Espa?a?
R. Examinaremos juntos, y con el Gobierno espa?ol, la forma en que puede ser desarrollada la cooperaci¨®n existente. Pienso, en particular, en nuestra actitud ante las grandes cuestiones internacionales y, naturalmente, en la candidatura de Espa?a a la Comunidad Econ¨®mica Europea. En el plano personal, me alegro de volver a su magn¨ªfico pa¨ªs, como sol¨ªa hacer con gusto en otro tiempo para sentir el calor y la hospitalidad del pueblo espa?ol.
Me agrada terminar este viaje en Santiago de Compostela, el final de la ruta que condujo desde hace doce siglos a millones de franceses a su pa¨ªs.
P Quisiera usted definir las relaciones franco-espa?olas y se?alar cuestiones en las que hay diferencias de puntos de vista dentro de estas relaciones?
R. Las relaciones franco-espa?olas son antiguas y naturales, profundas y modernas. Espa?a y Francia se hallan en una posici¨®n comparable para abordar los grandes problemas del mundo moderno. Son, en efecto, los dos ¨²nicos pa¨ªses a la vez mediterr¨¢neos y atl¨¢nticos. Nuestra historia y creencias se enriquecieron en las mismas fuentes.
Considero que desde hace tiempo no hemos hecho, por ninguna de las dos partes, el desarrollo que merecen nuestras relaciones.
Deber¨ªamos buscar una actitud com¨²n respecto a las grandes cuestiones que dominan la evoluci¨®n de nuestro tiempo: la direcci¨®n a seguir en lo econ¨®mico y social, la organizaci¨®n de nuestro continente, las relaciones de Europa con el resto del mundo. Creo que debemos esforzarnos en avanzar al mismo ritmo.
No veo en la actualidad cuestiones en las que haya diferencias reales de puntos de vista entre Espa?a y Francia.
P.?Qu¨¦ juicio le merece la evoluci¨®n democr¨¢tica espa?ola? A su entender, ?a qui¨¦n corresponde el honor de haber hecho posible esta transici¨®n pac¨ªfica y ordenada de la vida pol¨ªtica?
R. No es incumbencia de un jefe de Estado extranjero hacer juicios sobre la situaci¨®n pol¨ªtica de otro pa¨ªs. Pero d¨¦jeme hacer constar qu¨¦ respeto y qu¨¦ admiraci¨®n nos ha inspirado la forma en que Espa?a condujo la democratizaci¨®n de su vida pol¨ªtica. Evoluci¨®n m¨¢s notable todav¨ªa al participar en ella todas las fuerzas pol¨ªticas del pa¨ªs, con el impulso personal del Rey y bajo la direcci¨®n de las autoridades gubernamentales.
Los responsables de los principales partidos supieron adoptar una actitud que facilit¨® la realizaci¨®n de este proceso.
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