Abdel Fattah Ismail, nuevo hombre fuerte en Yemen del Sur
De acuerdo con las ¨²ltimas informaciones procedentes de Aden, el presidente Robaya Ali y dos ministros del Gobierno adictos a ¨¦l, entre ellos el del Interior, no murieron en ning¨²n tiroteo al palacio presidencial, como se inform¨® ayer, sino que fueron juzgados sumariamente y ejecutados.
El ?juicio? tuvo lugar tras una acalorada discusi¨®n en el seno del Frente Nacional de Liberaci¨®n (FNL) de Yemen del Sur, especie de partido ¨²nico que controla Abdel Fattah Ismail, a ra¨ªz del asesinato del presidente de Yemen del norte, por el cual el Gobierno de Sanaa ya ha acusado a Aden.Los vencedores en esta cruenta lucha por el poder han acusado a Robaya Ali de haber querido asumir todos los poderes tras el incidente con el vecino del norte. Con este informal juicio tan expeditamente ejecutado, queda zanjada por el momento la dif¨ªcil y extra?a divisi¨®n del mando existente entre Fattah Ismail y Robaya Ali, y simult¨¢neamente la URSS se apunta un importante tanto en su lucha por influencias en la zona, una ambici¨®n en la cual han sido muy instrumentales los cubanos.
Las diferencias entre Fattali Ismail y Robaya Ali no conciernen solamente a las alianzas exteriores contrarias que cada cual favorece -Robaya se opon¨ªa al env¨ªo de tropas a Etiop¨ªa para combatir contra Eritrea-, sino a la actuaci¨®n misma de ambos durante la guerra contra Gran Breta?a. Fattah Ismail, ex estudiante en la Universidad de El Cairo, milit¨® en el movimiento sindical de Aden. Salem Robaya, por el contrario, fue jefe del ej¨¦rcito rebelde y dirigi¨® la lucha contra la colonia desde las monta?as de Radfan.
Cuando los brit¨¢nicos se retiran en 1967, toman el poder los moderados del FNL, que son desplazados en 1968, tras el congreso de Zingibar, por el ala radical. Desde entonces Robaya e Ismail se dividen las competencias. Robaya se reserva la seguridad, el ej¨¦rcito, y la movilizaci¨®n de los campesinos, mientras Fattah Ismail se dedica al movimiento sindical, a convertir al FNL en partido, y posteriormente, con la ayuda de los cubanos, a estructurar las milicias populares y los comit¨¦s de control -versi¨®n suryemenita de los comit¨¦s de defensa de la revoluci¨®n cubanos-.
Son estos tres ¨²ltimos cuerpos, de acuerdo con las informaciones, los que han acabado con el poder de Robaya. En realidad, Fattah Ismail, el hombre fuerte ahora exclusivo de Aden, m¨¢s d¨¦bil al principio que su rival, se vio obligado a apoyarse para reforzar su poder personal en los comunistas suryemenitas, de escaso papel durante la guerra contra Gran Breta?a y totalmente pro sovi¨¦ticos, y en los baasistas pro iraqu¨ªes.
En 1972, Abdullah Ba Dib, ministro de Cultura y miembro del Partido Comunista, ped¨ªa que el presidente Robaya fuera enviado a Mosc¨² a aprender marxismo. Los cubanos, que hab¨ªan tenido un caso parecido con sus comunistas, moderaron los ¨ªmpetus de Ba Dib.
Contrarrestar la influencia china
La ayuda cubana a Aden sirvi¨® sobre todo para contrarrestar la influencia china en aquel pa¨ªs. Tras la visita de Robaya a Pek¨ªn en 1970, los chinos enviaron m¨¦dicos y t¨¦cnicos, y construyeron una f¨¢brica textil. La primera discrepancia entre ambos hombres fue a prop¨®sito de la concesi¨®n de una base a la URSS en la isla de Socotora (ex base antisubmarinos brit¨¢nica durante la II Guerra Mundial) y que los sovi¨¦ticos quer¨ªan utilizar como estaci¨®n radionaval y dep¨®sito de armas.La controversia final vino no obstante con motivo del acercamiento a Arabia Saudita y Yemen del norte, pol¨ªtica llevada a cabo personalmente por Robaya Ali. En ella jugaban no solamente criterios pol¨ªticos sino la pertenencia tribal del presidente de la familia de los ?zeidis? una rama ?chiita? del Islam que domina en toda la pen¨ªnsula ar¨¢biga, en Irak e Ir¨¢n, mientras que los ?chafis? dominaban en Aden.
Cada cual movi¨® a sus hombres para asegurarse posiciones. Abdullah al Hamri, opuesto a la Influencia cubana en Aden y representante personal de Robaya en las conversaciones con Yemen del norte y Arabia Saudita, fue destituido de su puesto de ministro de Informaci¨®n bajo presiones de Fattah Ismail. Robaya impuso a uno de sus partidarios al frente de los comit¨¦s de control favorables a Ismail e hizo cambiar al ministro de Interior, Salah Motea, partidario de Ismail, por uno de sus hombres. Motea conserv¨® no obstante la cartera de Exteriores.
Todo parece indicar que para sabotear el acercamiento con Yemen del norte y Arabia, los opositores de Robaya colocaron la bomba que dio muerte al presidente de Yemen del norte y al emisario del propio Robaya. La URSS ha ganado una posici¨®n, pero el conflicto en Aden no queda zanjado con la muerte de Robaya.
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