La fr¨¢gil democracia espa?ola
?"Franco muri¨® hace dos a?os. Nadie le recuerda. No me recuerdo yo mismo. Ha muerto realmente."Este comentario es del m¨¢s conservador ministro del Gobierno espa?ol: Joaqu¨ªn Garrigues Walker, ministro de Obras P¨²blicas y jefe del Partido Liberal.
Un a?o despu¨¦s de las elecciones parlamentarias, la democracia espa?ola parece afirmarse, con un espectro completo de partidos tradicionales europeos y una prensa libre.
Sin embargo, existe un sentimiento creciente de que el sistema es fr¨¢gil y de que una acumulaci¨®n de problemas puede originar una reversi¨®n del proceso.
Existe una cierta desilusi¨®n sobre la democracia porque no ha aportado de inmediato una soluci¨®n a los problemas de Espa?a. El aumento del PCE, cuyo 9% es considerado bajo; un resurgimiento del fascismo; la falta de cohesi¨®n entre los dos partidos dominantes: el socialista y el Centro Democr¨¢tico; una econom¨ªa que tiene dificultades de pasar del control estatal a la libertad, resultando un paro en alza, inflaci¨®n e inversi¨®n insuficientes; la insistencia de las regiones tradicionales, Catalu?a y el Pa¨ªs Vasco, en sus peticiones de autonom¨ªa, que la derecha sospecha que es s¨®lo un paso hacia la ruptura de la unidad nacional. (...)
Los l¨ªderes pol¨ªticos han creado un consenso que no corresponde al temperamento pol¨ªtico espa?ol.
El Partido Comunista es el m¨¢s ardiente defensor del consenso nacional.
La situaci¨®n pol¨ªtica peculiar, dice Tierno Galv¨¢n, nos obliga a aceptar una Constituci¨®n que no se adapta al car¨¢cter nacional.
Si a Franco no se le estima mucho, se le debe el ingrediente que llev¨® a una suave transici¨®n desde la dictadura al elegir al rey Juan Carlos como su sucesor.
A causa del Rey, la derecha acepta a una izquierda que no repetir¨¢ el extremismo revolucionario que llev¨® a la guerra civil de 1936-39. Y el Rey tiene el apoyo de socialistas y comunistas porque le consideran una garant¨ªa de la obediencia del Ej¨¦rcito.?
27 junio
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