El Rey y el presidente franc¨¦s presenciaron unas maniobras de la Armada en El Ferrol
El presidente Giscard d'Estaing termin¨® ayer, en Galicia, su visita oficial a Espa?a, despu¨¦s de cuatro d¨ªas de intensa actividad pol¨ªtica y protocolaria en Madrid, Santiago y El Ferrol. A las 430 de la tarde, el avi¨®n presidencial franc¨¦s despeg¨® del aeropuerto de Labacolla para dirigirse a Par¨ªs, escoltado por dos cazas del Ministerio del Aire que le acompa?aron en una partede su recorrido.
El Rey de Espa?a, que acudi¨® a primera hora de ayer a Santiago con la reina Sof¨ªa, el pr¨ªncipe Felipe y la princesa Elena, acompa?¨® al presidente franc¨¦s en el hefic¨®ptero que le transport¨® a bordo del portaviones D¨¦dalo, en la r¨ªa de El Ferrol. Ambos jefes de Estado presidieron, con los ministros de Defensa de los dos pa¨ªses, unas maniobras militares de las que Giscard regres¨® gratamente impresionado.?Fue muy interesante para m¨ª -declar¨® en una rueda de prensa improvisada- presenciar las maniobras de esta ma?ana, sobre todo en lo que se refiere a las demostraciones hechas desde un portahefic¨®pteros sobre despegue vertical. Francia no utiliza este sistema, que s¨®lo se ve en Estados Unidos, Gran Breta?a,y Espa?a. Por otra parte, la experiencia fue especialmente ¨²til si se considera que Francia y Espa?a cooperan muy intensamente en materia militar, y particularmente en cuanto se refiere a la aviaci¨®n y a la marina.?
El presidente franc¨¦s no quiso hablar en Santiago sobre la pol¨ªtica africana que sigue su Gobierno y reiter¨® las declaraciones hechas en Madrid acerca de los temas pesqueros que interrelacionan a ambos pa¨ªses. ?Yo creo -dijo- que llegaremos a obtener soluciones que respondan a las preocupaciones de los pescadores espa?oles y que atiendan a sus derechos tradicionales.? Demostr¨®, en todo momento, amplio conocimiento e incluso erudici¨®n sobre los temas jacobeos, acerca de los cuales se mostr¨® dispuesto a hablar largamente, al contrario de lo que sucedi¨® con otras materias. ? En Santiago -destac¨® en un momento de la conversaci¨®n- hay recuerdos hist¨®ricos excepcionales que ligan a Espa?a y a Francia. ?
Resalt¨®, en este sentido, el hecho de que figure en la catedral de Santiago, desde el siglo XI, y como una de sus primeras construcciones, la llamada capilla de los Fkanceses. ?Si yo pudiera venir como un turista -manifest¨®- vendr¨ªa siguiendo el camino de Santiago, pero el car¨¢cter oficial de mi viaje me oblig¨® a venir en avi¨®n.?
Mientras los dos jefes de Estado viajaron a El Ferrol, la Reina de Espa?a y la primera dama francesa, con la princesa Elena, visitaron varios lugares de Compostela: el pazo de San Lorenzo, el palacio de Santo Domingo, donde se detuvieron en las dependencias del Museo do Pobo Galego y ante la tumba de Rosal¨ªa de Castro, en el pante¨®n de Gallegos Ilustres, y la colegiata del Sar. Tambi¨¦n viajaron a las cercan¨ªas de La Estrada (Pontevedra) para visitar el pazo de Oca, conocido como ?el Versalles gallego?.
La reina Sof¨ªa se interes¨® vivamente por las muestras de artesan¨ªa que guarda el Museo do Pobo Galego y explic¨® con detalle a la se?ora de Giscard varias piezas de cester¨ªa y los utensilios de barro que utilizan en la preparaci¨®n de la queimada.
Cuando todos regresaron a la rr¨²sma hora a Santiago, los Monarcas espa?oles acompa?aron a los se?ores Giscard d'Estaing a una nueva visita, esta vez privada, a la, catedral, y mantuvieron m¨¢s tarde con ellos un almuerzo privado. Los Reyes de Espa?a se dirigieron despu¨¦s a su lugar de descanso en Palma de Mallorca.
Protesta de la Junta gallega
La Junta de Galicia hizo ayer una declaraci¨®n oficial de protesta por el trato que se le ha dado durante la visita del presidente franc¨¦s, y tras retirarse el viernes de los actos oficiales programados en Santiago.La Junta explica que la situaci¨®n actual ?no le permite admitir que la dignidad del ¨®rgano representativo de la comunidad gallega sea pospuesta por quienes tienen el poder de interpretar caprichosa mente ordenanzas protocolarias, revel¨¢ndose incapaces de asumir el cambio pol¨ªtico y de admitir la expresi¨®n de los pueblos a trav¨¦s de sus instituciones espec¨ªficas?.
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