Tampoco apoyan los socialistas franceses el ingreso de Espa?a en la CEE

Jacques Chirac, presidente de los gaullistas, se entrevist¨®, a ¨²ltima hora del d¨ªa de ayer, con el presidente de la Rep¨²blica, Valery Giscard d'Estaing, en el palacio del El¨ªseo. Aunque no hubo comentario alguno al t¨¦rmino de la reuni¨®n, se supone que entre los temas abordados estaba el contencioso Espa?a-Mercado Com¨²n. Por otra parte, los socialistas hablaron ayer de ?tomarse todo el tiempo necesario, incluso diez a?os?, para resolver los problemas de la entrada de otros pa¨ªses en la CEE.

La actitud no negativa manifestada por el presidente en Madrid, la semana pasada, respecto a la misma cuesti¨®n, contin¨²a en primera l¨ªnea de actualidad en Francia y suscita reacciones en cadena. De manera global puede decirse que Francia obstaculizar¨¢ lo m¨¢s posible la adhesi¨®n espa?ola. El consejo regional del Languedoc Roussillon (se trata de la instancia regional suprema, integrada por diputados de las diversas formaciones pol¨ªticas) manifest¨® anteanoche su hostilidad a la entrada de Espa?a en la Comunidad Econ¨®mica Europea (CEE).Es de subrayar que en esta regi¨®n, a la que afectar¨ªa directamente la producci¨®n de vinos y legumbres espa?olas, los dos partidos de izquierda son mayoritarios.

El Partido Socialista (PS), en tanto que tal, se pronunci¨® ayer oficialmente para responder a las declaraciones del presidente de la Rep¨²blica en Madrid y, al mismo tiempo, a los comunistas, que anteayer les acusaban de ?convergencia con Giscard d'Estaing?. Para los? socialistas, la entrada de otros pa¨ªses en la CEE plantea problemas numerosos ?que hay que resolver uno a uno, tomando el tiempo que sea necesario. Diez a?os incluso?.

En resumen, gaullistas, comunistas y socialistas (368 diputados), aunque maticen seg¨²n sus propios intereses de partido, se manifiestan, igualmente, opuestos a una ampliaci¨®n del Mercado Com¨²n. Oficialmente, s¨®lo la otra componente del abanico pol¨ªtico galo, la giscardiana, agrupada en la Uni¨®n por la Democracia Francesa (UDF), que cuenta con 122 diputados, se muestra no agresiva.

Pero incluso la posici¨®n gubernamental es conveniente valorarla a la luz de algunos datos significativos: en primer lugar, los tres partidos que integran el giscardisnio (centristas, radicales y Partido Republicano) tienen que defender los mismos intereses electorales que motivan a las otras tres formaciones. En tal sentido parece inspirada una declaraci¨®n que hizo ayer Jacques Blanc, secretario general del Partido Republicano (PR), plataforma del presidente de la Rep¨²blica; refiri¨¦ndose ala entrada de Espa?a indic¨® que ?no ser¨¢ posible hablar de libre cambio (en el seno de la CEE) hasta que no haya pasado un largo per¨ªodo, es decir, cuando las condiciones de producci¨®n y de precio de coste de organizaci¨®n sean id¨¦nticas en los diferentes pa¨ªses?.

En segundo lugar, las buenas intenciones del se?or Giscard d'Estaing, expresadas durante el viaje a Espa?a, responder¨ªan en parte a los intereses econ¨®micos globales franco-espa?oles: no parece sensata una actitud oficial francesa en lo referente a la adhesi¨®n espa?ola que no tenga en cuenta los otros sectores de las relaciones bilaterales, como venta de aviones, de centrales nucleares, y otras.

En conjunto, s¨®lo la posible capacidad creadora de la joven democracia espa?ola, desmarc¨¢ndose del toma y daca de la diplomacia tradicional, ser¨ªa capaz de franquear un camino que Francia, con su mejor voluntad, obstaculizar¨¢ hasta el final por razones de cartesianismo ancestral econ¨®mico. La izquierda gala, en esta ocasi¨®n, tambi¨¦n hubiese podido demostrar que no ten¨ªa nada que ver con la derecha, pero ha podido el bienestar de la demagogia nacionalista.