Mutuas acusaciones de irregularidad en la votaci¨®n electr¨®nica
La denuncia comunista de una posible irregularidad por parte de UCD en la repetici¨®n de la primera votaci¨®n del Pleno del Congreso con resultado de empate, dio origen ayer a un largo y azoroso incidente que concluy¨® con la derrota final de la enmienda del Grupo de Socialistas de Catalu?a, por la que se pretend¨ªa incluir en la Constituci¨®n que ?los poderes p¨²blicos pondr¨¢n los medios para que todos los residentes en los territorios aut¨®nomos conozcan la lengua respectiva y garantizar¨¢n el derecho a usarla?. Al parecer, el diputado centrista Jos¨¦ Manuel Couceiro vot¨® por Juan Rovira Tarazona, quien se encontraba ausente, seg¨²n se advirti¨® desde la tribuna de p¨²blico al Grupo Comunista, en nombre del cual Jord¨ª Sol¨¦ Tur¨¢ formul¨® la petici¨®n de que se comprobara la votaci¨®n.
La votaci¨®n sobre esta enmienda registro inicialmente un empate a 156 votos y una abstenci¨®n. Los votos afirmativos correspond¨ªan a los diputados socialistas, comunistas y nacionalistas y algunos de UCD, y los negativos fundamentalmente a UCD y AP.Repetida la votaci¨®n, el resultado volvi¨® a ser de empate, pero en esta ocasi¨®n con dos abstenciones, ninguna de ellas -por cierto- coincidente con la producida en la primera votaci¨®n. El diputado del Grupo Mixto Carlos G¨¹ell se abstuvo en la primera y vot¨® negativamente en la segunda. En cambio, los diputados Virgillo Zapatero, socialista, que hab¨ªa votado afirmativamente en la primera votaci¨®n, y Alberto Estella, de UCD, que hab¨ªa votado negativamente, se abstuvieron en la segunda.
Fue entonces cuando el se?or Sol¨¦ (comunista) pidi¨® a la Mesa que se comprobara si aparec¨ªa registrado el voto de un diputado que evidentemente se encontraba ausente. El nerviosismo invadi¨® el hemiciclo y las intervenciones sobre cuestiones de orden se sucedieron.
Pedro Pegenaute (UCD) pregunt¨® si se pod¨ªa fiscalizar a los grupos pol¨ªticos y se?al¨® que, en una C¨¢mara de representantes no pod¨ªa tolerarse que desde las tribunas del p¨²blico se colaborara eficazmente a sugerir actitudes a los grupos parlamentarios. Se refer¨ªa al aviso que la secretaria del l¨ªder comunista, Santiago Carrillo, hab¨ªa efectuado desde la tribuna de p¨²blico a sus camaradas parlamentarios.
El presidente del Congreso, Fernando Alvarez de Miranda, intent¨® restar importancia al hecho denunciado, al que calific¨® de posible error, cuya comprobaci¨®n era correcto que se planteara por un grupo parlamentario. Respecto a la actitud de las tribunas de p¨²blico dijo que repetidamente hab¨ªa solicitado que los espectadores se mantuvieran al margen la actividad parlamentaria, criterio que -seg¨²n asegur¨®- hab¨ªa sido interpretado por algunos como esperp¨¦ntico. Con ello, el se?or Alvarez de Miranda pareci¨® querer referirse -o al menos as¨ª lo interpretaron muchos diputados- a un editorial de EL PAIS de ayer, en el que se comentaba su actuaci¨®n en relaci¨®n con una intervenci¨®n del diputado Heribert Barrera.
La sesi¨®n se interrumpi¨® para que la Mesa estudiara la cuesti¨®n planteada. Mientras tanto, en los pasillos del Congreso se produjo un ambiente de efervescencia, con acusaciones mutuas entre los diputados de manipulaci¨®n de los votos. La m¨¢s grave, que despu¨¦s se comprob¨® falsa, fue la de que hab¨ªa quedado registrada la votaci¨®n del l¨ªder socialista Felipe Gonz¨¢lez. a pesar de encontrarse ausente en la primera votaci¨®n del empate.
Reanuciada la sesi¨®n, el se?or Alvarez de Miranda dio cuenta de que se hab¨ªa comprobado que, efectivamente, el listado de la, votaci¨®n electr¨®nica registraba el voto correspondiente a un diputado que no se entontraba en el esca?o entre otras anomal¨ªas. Sin embargo, dicho voto no fue anulado, sino toda la votaci¨®n, para repetirla en la sesi¨®n de la tarde.
La comprobaci¨®n de las lista permiti¨® observar que el se?or Rovira Tarazona, cuya ausencia aparec¨ªa registrada en las anteriores votaciones de la ma?ana, figuraba votando contra la enmienda socialista en la votaci¨®n que pretend¨ªa resolver el empate producido sobre la citada enmienda.
Lo curioso de esta segunda votaci¨®n fue que el sentido del voto de numerosos diputados se modific¨®, pero de modo tan equilibrado que permiti¨® la permanencia del empate. La mayor¨ªa de las modificaciones del voto -entre ellas, ausencias de la primera y presencias en la segunda y viceversa- fueron explicadas por los diputados corno errores de la m¨¢quina electr¨®nica. El personal de las Cortes consultado por EL PAIS neg¨® esta posibilidad, si bien acept¨® que las anomal¨ªas pudieran deberse a falta de pericia por parte de los diputados, como se hab¨ªa demostrado en varias ocasiones, precisamente en la votaci¨®n del d¨ªa anterior sobre la Monarqu¨ªa, en la que el diputado de UCD Jos¨¦ Luis Barcel¨® figuraba con una abstenci¨®n, aunque su deseo, seg¨²n manifest¨®, era votar afirmativamente a la forma mon¨¢rquica.
Entre las diferencias de voto entre la primera y segunda votaci¨®n citadas, destacan las de los socialistas se?ores Ballesteros y Blanco (votos afirmativos en la primera, ausentes en la segunda), y los ucedistas se?ores Capdevila y Sent¨ªs (voto negativo en la primera y afirmativo en la segunda), Gari Mir (voto negativo en la primera y ausente en la segunda), Gil-Albert y Sabater (ausentes en la primera y voto negativo en la segunda). Este es el mismo caso del voto del se?or Rovira, con la diferencia de que este ¨²ltimo no pudo cometer error por s¨ª mismo, por no encontrarse presente en el hemiciclo durante ninguna de las votaciones de la ma?ana. Los esca?os contiguos al suyo son ocupados por sus compa?eros de grupo parlamentario, los se?ores Couceiro, Taboada y Romero Morcillo.
Empate deshecho
En la sesi¨®n de la tarde, a la que concurrieron mayor n¨²mero de diputados de UCD -por la ma?ana faltaron alrededor de veinte-, el empate result¨® deshecho. Se encontraba en el hemiciclo el presidente del Gobierno, Adolfo Su¨¢rez, y la mayor¨ªa de los m¨ªn'istros.
El diputado de la Minor¨ªa Catalana, Miguel Roca, que hab¨ªa pedido votaci¨®n nominal, renunci¨® a ella a cambio de que se verificara el n¨²mero de presentes antes de iniciar la votaci¨®n.
Tras una votaci¨®n, cuyo resultado fue anulado por producirse nueva entrada de parlamentarios en el hemiciclo -tanto diputados como senadores, entre ellos el se?or Abril-, el se?or Alvarez de Miranda pidi¨® que se cerraran las puertas y no se permitiera el acceso a nadie, ?absolutamente a nadie?. Las carcajadas que produjeron estas palabras se intensificaron ante la llegada de nuevos diputados. Efectuado el recuento de presentes, que inicialmente hab¨ªa sido de 312, dio un total de 324. Entonces se solicit¨® de los diputados que procedieran a votar la enmienda socialista, que, finalmente, fue rechazada por 167 votos negativos contra 154 afirmativos y ninguna abstenci¨®n. El total de votos fue, pues, de 321, por lo que tres de los 324 presentes no votaron y, por tanto, figuran en el listado de la votaci¨®n como ausentes.
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