"La pena de muerte no cumpl¨ªa ninguna funcion ejemplar"
El Congreso de Diputados ha acordado, como se sabe, la constitucionalizaci¨®n de la abolici¨®n de la pena de muerte, que desde los m¨¢s diversos sectores de la sociedad espa?ola se ha venido pidiendo siempre con insistencia.Una de las personalidades acad¨¦micas que m¨¢s se han distinguido en Espa?a por la lucha contra la permanencia de la pena capital en el C¨®digo Penal ha sido el actual director general de Instituciones Penitenciarias, Carlos Garc¨ªa Vald¨¦s, para quien la decisi¨®n del Congreso ?ha sido uno de los hechos m¨¢s importantes que han ocurrido a lo largo de mi vida personal y cient¨ªfica?.
?Si a la abolici¨®n de la pena de muerte en la normativa penal espa?ola sigue la aprobaci¨®n de una reforma penitenciaria capaz de restaurar la normalidad en las c¨¢rceles espa?olas, yo me retirar¨ªa complacido a mi vida un?versitaria?, dijo ayer a EL PAIS el conocido penalista, quien asimismo hizo una historia de la legislaci¨®n espa?ola sobre la pena capital.
?Desde el punto de vista legislativo, la pena de muerte est¨¢ en todos los c¨®digos penales espa?oles, desde 1848 hasta hoy, con la excepci¨®n del per¨ªodo 1932-1934. En esta segunda fecha, despu¨¦s de una corta abolici¨®n, la pena de muerte fue restablecida para los delitos cometidos por anarquistas. Luego fue restablecida definitivamente en 1938, en esta ocasi¨®n tanto para delitos comunes como para delitos de car¨¢cter pol¨ªtico.?
?Despu¨¦s -prosigue el se?or Garc¨ªa Vald¨¦s- lleg¨® hace un mes el proyecto de ley del Gobierno aboliendo de facto la pena de muerte. El d¨ªa de ayer -el se?or Garc¨ªa Vald¨¦s se refiere al pasado jueves- fue decisivo para la constitucionalizaci¨®n definitiva de la abolici¨®n de la pena para todo tipo de delitos, con la reserva de lo que en su d¨ªa puedan disponer las autoridades militares con respecto a personas sujetas al fuero castrense.?
?Durante los ¨²ltimos a?os -se?ala el director general de Instituciones Penitenciarias- se aprecia una ofensiva de los c¨ªrculos jur¨ªdicos progresistas con respecto a la abolici¨®n. Citar¨ªa en este plano dos hechos fundamentales: el Congreso de la Abogac¨ªa celebrado en Le¨®n en 1970 y las jornadas anuales de profesores de Derecho Penal. En ambas ocasiones se pidi¨® por unanimidad la abolici¨®n de la pena de muerte. Asimismo, en un ensayo de 1975 se vino a demostrar que la mayor¨ªa de los jueces espa?oles era contraria a la pena de muerte.?
?La constitucionalizaci¨®n de la abolici¨®n de la pena de muerte -afirma Carlos Garc¨ªa Vald¨¦s- significa algo muy importante, que en mi caso ha ocupado gran parte de mi vida como profesor. Mis investigaciones se han referido a razonar con argumentos de todo tipo el porqu¨¦ de la abolici¨®n de la pena de muerte. La raz¨®n fundamental de mi oposici¨®n ha sido el efecto no ejemplar ni intimidante de la pena capital. Por eso la decisi¨®n parlamentaria del jueves constituye una gran satisfacci¨®n para m¨ª y para los que, como yo, han luchado por demostrar la falacia de la pena de muerte.?
Con respecto al propio texto aprobado por el Congreso, dice el se?or Garcia Vald¨¦s, ?la Constituci¨®n espa?ola seguir¨ªa, si al final se ratifica este proyecto, el modelo de todas las legislaciones abolicionistas occidentales y nos situar¨ªa a aut¨¦ntico nivel europeo. (a podemos decir con orgullo que Espa?a no conserva la pena de muerte y que en esas circunstancias s¨®lo quedan en nuestro contexto Francia y Grecia, que mantienen la pena m¨¢xima?.
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