Partidarios de la abolici¨®n
La oposici¨®n a la pena de muerte hab¨ªa crecido en los dos ¨²ltimos a?os en Espa?a, tanto a nivel popular como al nivel de partidos, representantes pol¨ªticos y medios intelectuales y culturales. Incluso dentro de los; movimientos ciudadanos hab¨ªan surgido grupos activos organizados, proabolicionistas, como la Asociaci¨®n Espa?ola contra. la Pena de Muerte, al frente de la. cual se encuentran el catedr¨¢tico Ram¨®n Carande, presidente, y Mar¨ªa Asunci¨®n Mil¨¢, como secretaria.Seg¨²n una encuesta promovida en 1977 por el Equipo de Investigaci¨®n Sociol¨®gica (EDIS) el 70% de los encuestados de Madrid est¨¢ a favor de la supresi¨®n de la pena de muerte, y un 12% en contra de tal supresi¨®n. Estos datos contrastan con los de Francia, pa¨ªs en el que seg¨²n un sondeo de Le Figaro, de junio de este a?o, el 58% de los franceses est¨¢n a favor de: la pena de muerte, un 31% en contra y un 11% no tiene opini¨®n al respecto.
Por partidos pol¨ªticos y posiciones ideol¨®gicas, en Espa?a se han manifestado como tendencias abolicionistas en general los partidos que van de centro-izquierda, democracia cristiana, y socialdemocracia, hasta partidos comunistas y a la izquierda, del comunismo. Son favorables a la pena de muerte los partidos de derecha.
En el orden internacional la mayor¨ªa de los pa¨ªses del mundo aceptan la pena de muerte, y la mayor¨ªa de los pa¨ªses desarrollados mantienen diversas v¨ªas abiertas a la ejecuci¨®n, sobre todo en los c¨®digos militares. Cuatro pa¨ªses en Europa occidental manten¨ªan hasta ahora en su legislaci¨®n ordinaria la pena capital: Espa?a, Francia, B¨¦lgica y Grecia. Otros cuatro, dentro del Consejo de Europa la han abolido definitivamente: Austria, Alemania, Islandia y Suecia. Portugal fue el primer pa¨ªs en renunciar a tal medida hace 108 a?os.
Todos los pa¨ªses de Africa y Asia -con algunas excepciones- la mantienen. Tambi¨¦n est¨¢ reconocida en gran parte de los reg¨ªmenes de Latinoam¨¦rica. En Estados Unidos s¨®lo ocho estados federales han abolido la pena de muerte.
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