Los grupos del consenso rechazaron la iniciativa popular como contraria a la democracia parlamentaria

Alianza Popular y el diputado republicano catal¨¢n Heribert Barrera coincidieron ayer, sin ¨¦xito, en la defensa de la iniciativa popular, como elemento corrector de la democracia parlamentaria. AP, por medio de Manuel Fraga, se emple¨® a fondo en este tema, reclamando la iniciativa legislativa, las delegaciones de grupos de intereses ante las comisiones parlamentarias y la conveniencia de potenciar el refer¨¦ndum, punto este ¨²ltimo en el que cont¨® con el apoyo del se?or Barrera. Los grupos partidarios del consenso constitucional -y de forma destacada UCD y los comunistas- se opusieron a estas enmiendas-, por entender que podr¨ªan estorbar la consolidaci¨®n del sistema parlamentario. Las enmiendas fueron rechazadas.El primer art¨ªculo sometido a debate en la sesi¨®n de ayer, el 71, regula el derecho de petici¨®n a trav¨¦s de las C¨¢maras. Alianza Popular propuso que las comisiones parlamentarias puedan recibir delegaciones de gnupos leg¨ªtimos de intereses, en sesiones p¨²blicas.

Contra esta propuesta, defendida por el se?o Fraga, se expres¨® el diputado socialista Luis Solana, quien estim¨® que no deb¨ªan constitucionalizarse pol¨ªticas paralelas a la del Parlamento, en donde est¨¢n representados los grandes intereses nacionales.

La alusi¨®n del se?or Solana a los intentos aliancistas por incluir en la Constituci¨®n pr¨¢cticas habituales durante los cuarenta a?os de dictadura, dieron pie al se?or Fraga para que, en la explicaci¨®n de voto, manifestara que AP pretende evitar otros cuarenta a?os como los anteriores, intento que no va a ser posible a causa de las posiciones de los otros grupos. Esta postura catastrofista fue mantenida a lo largo de la jornada por el se?or Fraga, quien advirti¨® con acentos pesimistas sobre el futuro pol¨ªtico de nuestro pa¨ªs.

M¨¢s tarde, y durante el debate del art¨ªculo 81, el se?or Fraga defendi¨® la iniciativa legislativa popular, solicitando que lo establecido en el texto del p roy ¨¦cto se modificara en el sentido de que bastar¨¢n las firmas acreditadas de 500.000 electores para poder someter al Congreso proposiciones de ley. Como la anterior enmienda de AP, esta fue rechazada (la primera con once votos favorables y esta ¨²ltima con 15).

En la defensa de una nueva enmienda sobre el refer¨¦ndum, que AP intent¨® extender a las leyes aprobadas por las Cortes y a¨²n no sancionadas y a la derogaci¨®n de leyes en vigor, el se?or Fraga declar¨® que su grupo no buscaba una democracia sin partidos, sino el est¨¢blecimiento de una compensaci¨®n del sistema partidista, a trav¨¦s de una democracia directa o semidirecta. Critic¨® la redacci¨®n aprobada por la Comisi¨®n para el art¨ªculo 86, seg¨²n la cual una peque?a diferencia de votos fraguada tal vez en un restau.rante prevalecer¨ªa sobre la voluntad popular, al haber dejado subsistente solamente la modalidad del refer¨¦ndum consultivo, en el que vio el peligro de que el Rey pueda,seguir una opini¨®n contraria a la manifestada por el pueblo.

En contra de esta enmienda se expres¨®, por UCD, Jos¨¦ Pedro P¨¦rez Llorca, quien manifest¨® que la propuesta de AP podr¨ªa producir' conflictos graves entre lit C¨¢mara y el pueblo en el momento actual. A?adi¨® que, uria vez consolidado un sistema parlamentario racionalizado ser¨¢ el momento de poderle adjuntar f¨®rmula de democracia directa. Mientras tanto, ponder¨® el peligro de que minor¨ªas fuertemente organizadas puedan oponerse eficazmente a las leyes aprobadas por las C¨¢maras y a las propias C¨¢maras.

Heribert Barrera apoy¨® los argumentos del se?or Frac-a al oponerse al car¨¢cter consult1 vo del refer¨¦ndum y a la eliminaci¨®n de la iniciativa popular del refer¨¦ndum por parte de las comunidades aut¨®nomas.

La enmienda de AP fue rechazada con diecis¨¦is votos favorables, 243 en contra y cuatro abstenciones, y la del se?or Barrera con quince votos favorables, 241 en contra y siete abstenciones.