Subnormal expulsado de una iglesia

Mi hijo Luis Manuel, de once a?os de edad, es subnormal y tiene tina afectividad fuera de serie y un car¨¢cter bondadoso, como es habitual en estos ni?os ?diferentes?. Pues bien, a ¨²ltima hora de la tarde del d¨ªa 3 dejulio, mientras yo hac¨ªa unas compras, entr¨® con la ni?era en la iglesia de los Padres Salesianos de la calle de Francos Rodr¨ªguez, y el sacrist¨¢n les indic¨® por tres veces que no pod¨ªa un ?anormal? entrar en la iglesia. Al ir yo a buscarles volvi¨® a decir, esta vez a m¨ª, que ten¨ªa ¨®rdenes del director de no dejar entrar a los ?a?ormales?. Entonces, indignada, fui a preguntar las causas de esta ins¨®lita medid a al director de los salesianos, que me dijo que ¨¦l no habla dado esa orden, pero que realmente estos ni?os ni o¨ªan la misa con devoci¨®n ni dejaban o¨ªrla a los dem¨¢s.Lo ocurrido merece una serie de comentarios. Mientras S. M. la Reina de Espa?a se preocupa intensamente de los problemas de los ?subnormales?, mientras el Real Patronato de Educaci¨®n Especial elabora un plan educativo para estos ni?os, mientras el Congreso de Diputados y el Ministerio de Sanidad estudian el conjunto de medidas a aplicar para resolver sus problemas, mire por d¨®nde los padres salesianos y sus adl¨¢teres impiden la entrada de estos ni?os en su iglesia, olvid¨¢ndose de la grandeza y apostolado de su ministerio, ignorando totalmente la caridad y la justicia y traicionando el esp¨ªritu de Jesucristo, que quer¨ªa sobre todas las cosas a los d¨¦biles, a los marginados y a los ni?os.

Mi hijo ha sufrido, al ser espectador de lo ocurrido, un fuerte traumatismo emocional que ha afectado a su salud.

Por otra parte, he expuesto lo ocurrido al se?or cardenal arzobispo de Madrid, ya que estas circunstancias no son las m¨¢s apropiadas para avivar la fe ni para hacer pros¨¦litos.