El Partido Comunista italiano da el primer paso hacia el abandono del leninismo
Enrico Berlinguer clausur¨® ayer el comit¨¦ central de su partido y anunci¨® la creaci¨®n de una comisi¨®n para la reforma del estatuto interno del Partido Comunista. Los observadores pol¨ªticos dieron gran importancia a esta decisi¨®n porque se da por seguro que Berlinguer, desde hace tiempo, deseaba cambiar la cl¨¢usula del estatuto que obliga a los militantes del partido a ?formarse en la doctrina marxista-leninista?. El secretario general del PCI hab¨ªa declarado que este cambio deber¨ªa hacerlo un congreso, que es la autoridad capaz de cambiar el estatuto.
De hecho, esta comisi¨®n estudiar¨¢ los cambios que deber¨¢ aprobar o rechazar el pr¨®ximo congreso, que se celebrar¨¢ en primavera. Esta renuncia al marxisrno-leninismo ser¨ªa un nuevo paso en el camino emprendido por el PCI hacia una mayor democratizaci¨®n, hacia una l¨ªnea comunista europea aut¨®noma y hacia un acuerdo no s¨®lo con la izquierda, sino con todas las fuerzas populares progresistas, incluidas las cat¨®licas.En esta l¨ªnea, es importante una entrevista con Benigno Zaccagnini, secretario general de la DC, que responde en s¨®lo veinticuatro horas al discurso de Berlinguer sobre el rechazo para Italia de la ?alternativa de izquierdas? y la afirmaci¨®n de la pol¨ªtica del ?compromiso hist¨®rico? como un m¨¦todo de convivencia con todas las fuerzas democr¨¢ticas.
Zaccagnini dijo ayer a un semanario que la DC tiene un origen cat¨®lico, pero que es un partido con gran sentido del Estado y un partido ?laico? y no confesional, un partido ?popular y progresista? que no desea enfrentarse con la izquierda, sino ?confrontarse? con ella sin perder su identidad.
Apoyo de los conservadores
Berlinguer hab¨ªa dicho tambi¨¦n, que el ?compromiso hist¨®rico? no significaba ni un acuerdo de poder ni una ? p¨¦rdida en un momento en el cual, despu¨¦s de los furibundos ataques a su secretar¨ªa por parte de Fanfani, se prepara a recibir el apoyo incluso del grupo que menos lo ha deseado hasta ahora: el grupo Doroteo de Bisaglia, que represent¨® siempre la ?Democracia Cristiana del poder? y que -fue siempre el grupo m¨¢s fuerte del partido pero al que la pol¨ªtica de Moro y de Zaccagnini de di¨¢logo con la izquierda hab¨ªa puesto en crisis.
Piccoli, a la presidencia
Por otra parte, parece ya cierta la noticia de que Flaminio Piccoli, actual presidente de los diputados democristianos, hombre de prestigio del ?grupo Doroteo?, ser¨¢ el sucesor de Moro en la presidencia del consejo de la DC que ma?ana se reunir¨¢ por vez primera despu¨¦s del asesinato de More. Zaccagnini ofreci¨® a Piecoli este delicado puesto porque durante el caso Moro y durante la elecci¨®n del presidente Pertini, Flaminio Piccoli estuvo, con mucho coraje, de parte de la secretar¨ªa Zaceagnini. Lo importante no es s¨®lo que Piceoli haya aceptado, sino que todo su grupo se haya mostrado de acuerdo.
Precisamente, ayer, Piccoll hab¨ªa hecho una declaraci¨®n sensacional: ? Existen fuerzas que quieren impedir que Italia busque caminos aut¨®nomos en pol¨ªtica. Es quiz¨¢ por esto, probablemente, por lo que Moro fue asesinado.? La declaraci¨®n sigue a una confesi¨®n del obispo Minguzzi, seg¨²n la cual, Moro le hab¨ªa confiado que hab¨ªa recibido, meses antes del secuestro, no s¨®lo arnenazas. sino tambi¨¦n ?presiones de gran auto ridad? para que abandonase la pol¨ªtica. Seg¨²n el obispo, estas presiones eran ?extranjeras?.
Esta hip¨®tesis de que Moro fue v¨ªctima de un complot internacional para deshacerse del mayor mediador pol¨ªtico entre la DC y la izquierda italiana, para crear una f¨®rmula in¨¦dita en Italia de colaboraci¨®n entre todas las fuerzas democr¨¢ticas, ha empujado a la izquierda de la DC a pedir oficialmente que se cree en el Parlamento una comisi¨®n que investigue a fondo sobre los verdaderos motivos del asesinato.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.