El Teatro Nacional cumple dos a?os

El Lyttelton, una de las salas del Teatro Nacional brit¨¢nico, instalado en la ribera sur del T¨¢mesis, en Londres, acaba de cumplir dos a?os de actividad. En este escaso per¨ªodo de tiempo ha logrado situarse entre los mejores escenarios del mundo, por sus caracter¨ªsticas de arquitectura teatral y por la programaci¨®n que ha albergado. La compa?¨ªa de Nuria Espert ha sido una de las que han pasado por el Lyttelton, entre otros numerosos grupos de todo el mundo.

En octubre de 1976 fue el Olivier, segundo de los auditorios del Teatro Nacional, el que ofreci¨® su primera representaci¨®n. En marzo del pasado a?o el Cottesloe, escenario experimental, inici¨® sus trabajos. Por tanto, el Teatro Nacional, una de las aspiraciones m¨¢s obsesivas del mundo de la cultura brit¨¢nica, es ya una realidad en pleno funcionamiento. En este momento, como recordaba Harold Hobson, antiguo cr¨ªtico teatral del Sunday Times, el complejo del Teatro Nacional, situado junto a la cinemateca londinense y a la Hayward Gallery, una gran sala de arte moderno, es uno de los principales atractivos para los visitantes de la capital brit¨¢nica. Compite en este sentido con la abad¨ªa de Westminster, la Torre de Londres y el cambio de la guardia de la reina.

Para el citado cr¨ªtico teatral, y para otros estudiosos de la arquitectura que se hace en er Reino Unido, el Teatro Nacional es una de las grandes realizaciones arquitect¨®nicas contempor¨¢neas, junto con la biblioteca de Derecho de Oxford.

La aceptaci¨®n del Teatro Nacional, como edificio y como idea, no ha sido total en Gran Breta?a, donde la presencia del hormig¨®n armado visto sigue sorprendiendo a los que se hallan acostumbrados a materiales de construcci¨®n menos contundentes. Por otra parte, los cr¨ªticos del Teatro Nacional consideran que al aglutinar en este centro cultural la programaci¨®n teatral de mayor envergadura se ha cometido un pecado de centralismo que no tardar¨¢ en pagarse.

Sin embargo, el p¨²blico ha sido fiel a las tres salas, que se han llenado siempre en porcentajes superiores a un 70%. Por supuesto, ha sido una programaci¨®n exigente, y la calidad tradicional de los int¨¦rpretes brit¨¢nicos lo que, por encima de las virtudes arquitect¨®nicas del Nacional, ha colocado a este centro dram¨¢tico a la altura de las m¨¢s atrevidas realizaciones culturales del Reino Unido.