Posible instalaci¨®n de armas disuasorias en la RFA
Dos semanas despu¨¦s de la cumbre de Bonn se ha sabido que en uno de los apartes de la conferencia, el canciller Schmidt trat¨® con el presidente Carter sobre la posibilidad de instalaci¨®n en Europa Central de armas disuasorias de las clasificadas en la ?serie gris?, es decir, aquellas que, sin duda, suscitar¨¢n controversia entre los dos bloques. Aunque el presidente dijo en tonces que ser¨ªa una materia a discutir, lo que parece cierto es que se ha constituido una comisi¨®n norteamericana encargada de dictaminar de ahora hasta primeros de a?o sobre la conveniencia de dotar a los aliados europeos de la OTAN de un armamento que suscitar¨¢ consecuencias pol¨ªticas para la distensi¨®n europea. Estas armas deber¨¢n ser, seg¨²n los expertos, los ?missiles crucero?, que, seg¨²n los te¨®ricos de la defensa occidental, tendr¨¢n como principal cometido el de compensar el efecto estrat¨¦gico de los ?SS 20? sovi¨¦ticos, cohetes de medio alcance, instalados en la Rusia europea y Alemania del Este, al igual que los ?SS 19?.
Al parecer, el deseo del canciller alem¨¢n se manifest¨® ya en la cumbre de la OTAN celebrada en Washington el pasado mes de mayo. Tampoco fue ¨¦sta la primera ocasi¨®n en la que se discuti¨® el problema. Desde 1964, la Alianza Atl¨¢ntica estudia la posibilidad de instalar en suelo europeo armas de alcance intermedio.
Trasladado el problema a una pauta menos complicada, se trata ahora de evitarle a Estados Unidos la inquietud de una confrontaci¨®n con la URSS a base de proyectiles de largo alcance, convirtiendo a Europa en base de otros de mediana autonom¨ªa. Aparte del criterio estrat¨¦gico, norteamericanos y alemanes tienen en cuenta otro factor de tipo econ¨®mico: se trata de dar salida comercial a una producci¨®n de armamento bal¨ªstico de medio alcance que se fabrica en Estados Unidos desde hace cuatro a?os, capaces de enfrentarse a los ?SS 20? y al tan discutido bombar dero ?Backfire? de los sovi¨¦ticos.
La confrontaci¨®n interna de los aliados radica en la procedencia: a¨²n se discute si el origen de estas armas teledirigidas deber¨¢ ser exclusivamente norteamericano o tambi¨¦n europeo. Es notoria la constante aspiraci¨®n de parte de la industria alemana de promocionar el sector armamentista.
Otro efecto a tener en cuenta, en el caso de que la comisi¨®n presidencial norteamericana fuese favorable a un establecimiento de ?missiles cruceros? en Europa, es el del impacto que se causar¨ªa en las conferencias para la reducci¨®n de tropas de Viena, y en la de reducci¨®n de armamento estrat¨¦gico, de Ginebra.
Si el presidente Ford logr¨® en su conversaci¨®n con Brejnev en Vladivostok, en 1974, que se retirase de las conversaciones SALT el tema de los ?portadores at¨®micos norteamericanos? (?forward based systems?), ahora ocurrir¨ªa algo muy distinto si Washington decidiese instalar en la RFA los ?missiles cruceros?. Tras la propuesta del consejo de defensa que rodea al ministro Brown, favorable a la instalaci¨®n en suelo europeo de 2.000 unidades de este arma estrat¨¦gica, se abre un per¨ªodo de enfriamiento de la ?guerra templada? de los ¨²ltimos meses, nada favorable a las conferencias para la distensi¨®n en Europa.
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