Utilizaci¨®n de m¨¦todos sofisticados para revolucionar la observaci¨®n meteorol¨®gica
A cuatro meses del comienzo del a?o operativo del primer experimento metereol¨®gico a escala mundial (cuya sigla universal adoptada en lengua inglesa es FGGE), la Organizaci¨®n Meteorol¨®gica mundial (OMM), ultima en estos d¨ªas los detalles de una de las realizaciones cient¨ªficas m¨¢s importantes y m¨¢s complejas jam¨¢s intentadas con anterioridad. El experimento, en el que participar¨¢n separada pero coordinadamente los 145 pa¨ªses miembros de la OMM, se enmarca dentro del Programa de Investigaci¨®n Global de la Atm¨®sfera, patrocinado por la OMM y el Consejo Internacional de Uniones cient¨ªficas, y est¨¢ orientado a cubrir los enormes vac¨ªos que existen en los sistemas de observaci¨®n y de comunicaciones, como tambi¨¦n al de utilizar al m¨¢ximo los recursos de procesamiento de datos mediante numerosas computadoras que est¨¢n disponibles en centros meteorol¨®gicos, especialmente dise?adas para el manejo y computaci¨®n de datos.
La OMM y sus Estados miembros har¨¢n un gran esfuerzo para activar los sistemas convencionales de observaci¨®n meteorol¨®gica y oceanogr¨¢fica y poner en operaci¨®n una serie de sistemas sofisticados de reciente desarrollo. La operaci¨®n, que se realizar¨¢ en dos fases, durante el a?o 1979 ocupar¨¢ a miles de cient¨ªficos. Sistemas de sat¨¦lites meteorol¨®gicos que observan la Tierra desde diversos niveles con la familia de cinco sat¨¦lites geoestacionarios que estar¨¢n situados a la altura de 40.000 kil¨®metros sobre el Ecuador, permitir¨¢n observar ciertos sectores de la Tierra (un poco m¨¢s de un quinto de la Tierra cada uno de ellos) durante las veinticuatro horas del d¨ªa con sistemas de luz natural e infrarrojos durante la noche. Adem¨¢s habr¨¢ observaci¨®n espacial con sistemas HF de radios que permitan determinar movimientos de globos, desde aviones o buques en movimiento. Tambi¨¦n boyas oce¨¢nicas flotantes, globos a nivel constante que se desplazan en la atm¨®sfera e instrumentos del sistema convencional.
La atm¨®sfera entera de la Tierra y la superficie del mar ser¨¢n sometidas a vigilancia y estudios intensivos nunca realizados hasta ahora.Los datos que se obtengan de esta red extraordinaria (sin precedentes en la observaci¨®n meteorol¨®gica, ser¨¢n reunidos en centros predeterminados y se iniciar¨¢ su procesamiento con el objeto de evaluar los l¨ªmites alcanzables de la predicci¨®n meteorol¨®gica y estudiados mecanismos que son la base de los cambios clim¨¢ticos.
En un documento publicado por la OMM se afirma que la ampliaci¨®n del alcance de las predicciones meteorol¨®gicas exactas y la mejor comprensi¨®n, de las variaciones clim¨¢ticas tienen un valor econ¨®mico enorme, partiendo por la actividad agr¨ªcola, y mucho m¨¢s vasto, que la simple y generalizada consideraci¨®n de que la ciencia meteorol¨®gica es exclusivamente un ?servicio p¨²blico? de car¨¢cter dom¨¦stico destinado a la prevenci¨®n del uso de paraguas.
El doctor Osvaldo Canziani (director regional de la OMM para Am¨¦rica Latina), de nacionalidad argentina, que orient¨® a EL PAIS para la confecci¨®n de esta informaci¨®n, se?al¨® que ?no es simple el problema del aparato termodin¨¢mico que define a la temperie o al tiempo meteorol¨®gico y sus estados en espacio y tiempo?.
El doctor Canziani sostuvo que ?deben estudiarse para comprenderlo mejor, los movimientos y procesos que se desarrollan en escala planetaria, y buscar los efectos que se registran sobre la situaci¨®n general y los procesos de meso y micro escala (meso escala: hasta 50.000 ¨® 100.000 kil¨®metros cuadrados; micro escala: menos de mil kil¨®metros cuadrados) que modulan y ajustan los procesos generales de escala planetaria de manera local y tambi¨¦n influyendo la circulaci¨®n general. Un ejemplo, ser¨ªan algunos procesos de escala continental que se registran en ¨¢reas no pr¨®ximas al Caribe sino alejadas de ¨¦l.
El doctor Canziani constata que durante un experimento realizado en el Atl¨¢ntico durante 1974, se pudo observar que estos huracanes del Caribe y de Am¨¦rica Central aparecen en el flujo que llega desde Africa Occidental y se inicia como conglomerados nubosos que en su trayectoria por el Atl¨¢ntico medio o tropical adquieren la energ¨ªa que luego se desata en forma de violentos huracanes.
?Los estudios realizados con modelos matem¨¢ticos -nos dice el director regional de, la OMM para Am¨¦rica Latina- han demostrado que la componente tropical de nuestra atm¨®sfera, que es la zona que recibe mayor cantidad de energ¨ªa proveniente del sol, juega un rol preponderante en la m¨¢quina atmosf¨¦rica, siendo tambi¨¦n muy importante el papel de los oc¨¦anos como fuente moderadora.?
El sistema de observaci¨®n
Un documento informativo de la OMM, sobre este experimento mundial, se?ala que se basar¨¢ en el sistema meteorol¨®gico global de la OMM, denominado Vigilancia Meteorol¨®gica Mundial (VMM). ?En cualquier per¨ªodo de veinticuatro horas, la VMM re¨²ne y transmite a los centros de elaboraci¨®n las observaciones meteorol¨®gicas normalizadas procedentes de las siguientes estaciones y plataformas: m¨¢s de 9.200 estaciones terrestres que realizan observaciones de superficie, casi mil estaciones que llevan a cabo observaciones en altitud, nueve buques meteorol¨®gicos oce¨¢nicos fijos y aproximadament 7.400 buques mercantes que realizan observaciones de superficie y aeronaves comerciales y de reconocimiento que proporcionan m¨¢s de 3.000 informes diariamente. Durante el experimento mundial ser¨¢ la primera vez que se utilice un sistema verdaderamente integrado de sat¨¦lites para observar la atm¨®sfera de la Tierra. Cinco sat¨¦lites geoestacionarios vigilar¨¢n continuamente los cinturones ecuatoriales y subtropicales del mundo, y se utilizar¨¢ una serie de sat¨¦lites de ¨®rbita polar para determinar la estructura de la temperatura de la atm¨®sfera, as¨ª como para que transmitan se?ales de temperatura, presi¨®n y humedad al ir subiendo hasta el punto donde estallan, aproximadamente a unos treinta kil¨®metros sobre el nivel del mar. Los globos son seguidos por un equipo de radar, lo que hace posible medir la velocidad y la direcci¨®n del viento de distintas capas de la atm¨®sfera.
Para completar dichas actividades sobre los oc¨¦anos tropicales que no est¨¦n debidamente cubiertos por buques, se utilizar¨¢n instrumentos denominados radiosondas del viento con paracaidas. Estos ser¨¢n lanzados desde doce aeronaves que volar¨¢n cada d¨ªa a una altitud que fluct¨²a entre los nueve y doce kil¨®metros, sobre trayectos cuidadosamente planeados en los oc¨¦anos Indico y Atl¨¢ntico, y en el Pac¨ªfico central y oriental. Al ir descendiendo los instrumentos -se?ala la OMM en su informaci¨®n- transmitir¨¢n a la aeronave la informaci¨®n sobre la presi¨®n, la temperatura y la humedad, as¨ª como su verdadera posici¨®n que les indica un sistema de navegaci¨®n omega. Estos datos ser¨¢n suministrados luego al sistema principal de preparaci¨®n de datos, los datos adicionales los recopilar¨¢ luego una aeronave equipada de un aparato que graba autom¨¢ticamente sobre cassettes de cinta magn¨¦tica. Estos datos pueden tener un valor especial cuando la aeronave est¨¢ volando sobre zonas en las que escasean otro tipo de observaciones que ofrezcan mayor seguridad. Por otra parte, dicho sistema, aumentar¨¢ las posibilidades de recopilar informaci¨®n en unas ochenta aeronaves de l¨ªneas a¨¦reas comerciales. En una serie de otras aeronaves comerciales se instalar¨¢n equipos para la transmisi¨®n autom¨¢tica de datos meteorol¨®gicos a las estaciones terrestres, v¨ªa sat¨¦lite.
Para obtener datos m¨¢s arriba del nivel al que vuelan las aeronaves, se utilizar¨¢ una serie de treinta globos de nivel constante. Estos flotan a la deriva y ser¨¢n lanzados de las islas Ascensi¨®n y Cant¨®n. La ubicaci¨®n y las se?ales de los globos son captadas por uno de los sat¨¦lites de ¨®rbita polar e incorporados luego en el sistema de preparaci¨®n de datos.
As¨ª como estos instrumentos, otros como las boyas oce¨¢nicas a la deriva, y muchos m¨¢s cumplir¨¢n funciones espec¨ªficas de observaci¨®n de m¨²ltiples fen¨®menos.
Los cient¨ªficos y t¨¦cnicos de la OMM consideran que en esta etapa ?ser¨ªa temerario aventurarse a adivinar cu¨¢les ser¨¢n los resultados concretos de una empresa cient¨ªfica gigantesca como el experimento meteorol¨®gico mundial en preparaci¨®n?. Sin embargo, no se descarta que a mediados de 1980 los resultados alcanzados permitan ampliar el alcance ¨²til de las predicciones meteorol¨®gicas a diez o m¨¢s d¨ªas, lo que dificilmente har¨¢ superar el escepticismo de millones de ciudadanos de este mundo sobre s¨ª ?salgo o no con paraguas?, ese instrumento inc¨®modo, nada sofisticado, que esclaviza a muchos en d¨ªas cambiantes de lluvia y sol.
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