Espartaco puede ser torero

Plaza de San Lorenzo del Escorial. Primera de feria. Novillos de Rom¨¢n Sorando: muy terciados los dos primeros, aceptables de presencia los dem¨¢s, mansos y nobles en la muleta. Pedro Somolinos: silencio. Algunos pitos. Luciano N¨²?ez: oreja con leves protestas. Oreja y dos vueltas. Espartaco: dos orejas y rabo. Dos orejas y rabo.

Espartaco ha logrado un triunfo importante en su debut en los alrededores de Madrid. El joven sevillano es torero esencialmente de valor, con unas ganas enormes de ser torero. Y por lo visto esta tarde, Espartaco puede ser torero. Aparte del valor, tiene mucho oficio e imprime a su toreo variedad, adem¨¢s de una vibraci¨®n que trasmite f¨¢cilmente a los tendidos. No tiene mucha clase, pero la suple con entrega; a sus dos novillos, por cierto, aunque muy nobles nada c¨®modos, los tore¨® a la ver¨®nica, embraguetado y con buen juego de brazos. Las medias ver¨®nicas con que remat¨® fueron lo mejor de su toreo de capa. Al tercero le hizo una faena muy valiente y ligada, en la que destacaron los pases de pecho hondos. Al sexto lo domin¨® desde el primer muletazo; fue una faena completa, variada, larga, casi exhaustiva. Ayudados por bajo, redondos, naturales, de pecho, molinetes, etc¨¦tera, todo muy ligado, con gran sentido del temple; tal vez un poco tosco, un poco retorcido, algo r¨¢pido. Espartaco parec¨ªa tener prisa para mostrar lo mucho que sabe; pero hay que tener encuenta que est¨¢ en los comienzos de su carrera. Esperemos que repose su toreo, que le imprima a su admirable variedad un punto de sentimiento, de hondura; esa hondura con la que ejecuta los pases de pecho.Luciano N¨²?ez tore¨® aceptablemente de capote a sus dos novillos. Las ver¨®nicas, con las manos muy bajas, a su primero, y la media tuvieron cierto empaque. Hizo en el segundo una faena vulgar, voluntariosa y sin ligar. Mejor¨® en el quinto en una faena larga, con m¨¢s voluntad que arte, en la que destacaron unos naturales y el pase de pecho.

Muy mal el veterano Pedro Somolinos, que no se acopl¨® con el noble novillito que abri¨® plaza, en un trasteo anodino, siempre por debajo de la buena clase del bovino. Al cuarto no lo quiso ni ver, machete¨® por la cara a la defenisva, totalmente falto de sitio.

Excepci¨®n de los dos primeros, la novillada tuvo presencia, y el quinto derrib¨® en una vara. La novillada dej¨® un buen sabor de boca en los aficionados. Limitaciones aparte, Espartaco lleva camino de ser un torero interesante.