Numerosas reuniones entre los cardenales
En realidad, el c¨®nclave ya empez¨® hace una semana. Desde la primera reuni¨®n de la Congregaci¨®n de los Cardenales ya est¨¢ en discusi¨®n el tema de la sucesi¨®n de Pablo VI y de la orientaci¨®n de la Iglesia. La afirmaci¨®n es de un obispo holand¨¦s, quien considera poco probable que despu¨¦s de una semana la asamblea de purpurados contin¨²e ocup¨¢ndose de las cuestiones meramente formales del c¨®nclave.
Bien podr¨ªa tener raz¨®n el prelado. Las oficinas de prensa del Vaticano indican que ya todo est¨¢ listo para acoger a los 115 cardenales tras concluir el novenario en memoria de Pablo VI. Surge entonces la pregunta sobre en qu¨¦ actividad ocupan su tiempo los pr¨ªncipes de la Iglesia que han. llegado a Roma. Parte de sus jornadas la ocupan las dos sesiones diarias de la Congregaci¨®n. Asisten tambi¨¦n a los oficios f¨²nebres cotidianos por el Papa fallecido. El resto, seg¨²n la cr¨®nica lo reconoce, se dedica a reuniones parciales con otros cardenales. De esas tres actividades, la ¨²nica visible es el novenario, que todos los d¨ªas es oficiado por un purpurado distinto. Las homil¨ªas de los cardenales son claras manifestaciones de principios sobre el trono vacante y su sucesi¨®n. La pol¨ªtica vaticana abandona lentamente su lenguaje de sugerencias y entre l¨ªneas o por lo menos, lo ha limitado a la corte pontificia.
Por otra parte, cabe se?alar el fallecimiento repentino del cardenal chino Pa¨²l Yu-pin, arzobispo de Nanking, a consecuencia de un fallo card¨ªaco. El cardenal Pa¨²l Yu-pin ten¨ªa 77 a?os de edad; por tanto, ten¨ªa derecho al voto en el pr¨®ximo c¨®nclave.
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Numerosas reuniones entre los cardenales electores del nuevo Papa
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Las intervenciones de los cardenales en el novenario suelen ser expl¨ªcitas y hasta taxativas. De cada una de ellas se han extra¨ªdo claras indicaciones de la orientaci¨®n del orador y, en consecuencia, del grupo que representa. Por semejanza o contraposici¨®n a la figura evocada en el novenario, Pablo VI, se esboza la personalidad pretendida como su sucesor. En s¨ªntesis, la ¨²nica actividad visible que desarrollan los cardenales en ¨¦stos d¨ªas est¨¢ impregnada de definiciones pol¨ªticas. Si se acepta esto, como dec¨ªa el obispo holand¨¦s, por qu¨¦ no reconocer que, en la congregaci¨®n de cardenales y en las reuniones privadas que, sostienen, el tema dominante y ¨²nico es la sucesi¨®n de Pablo VI y la orientaci¨®n que seguir¨¢ su heredero. Es decir, el c¨®nclave ya estar¨ªa en marcha. La certeza de esa afirmaci¨®n servir¨¢ para dar validez a las especulaciones que se arriesgan a diario en la prensa romana y para confirmar que los cardenales pretenden que el c¨®nclave dure pocas jornadas, a fin de dar una imagen de s¨®lida unidad y r¨¢pido entendimiento. El tema de las candidaturas sigue siendo la gran atracci¨®n, aun cuando a veces se descuida la cuesti¨®n de la orientaci¨®n.
Durante d¨ªas hubo algunos especialistas que jugaron todas sus cartas por el cardenal argentino Eduardo Pironio, prefecto de las Congregaciones Religiosas, de quien destacaban su apertura progresista y su experiencia en la curia. aun cuando objetan su edad (cumplir¨¢ 58 a?os en diciembre). La figura de Pironio fue sigilosamente silenciada y los mismos augures escogieron a otro ?seguro papable?. Se trata del cardenal Sebastiano Biaggio, de 65 a?os, titular de la Congregaci¨®n para los Obispos. Biaggio, de formaci¨®n jur¨ªdica, es conocido en Am¨¦rica Latina. Entre los a?os 1930 y 1940 desempe?¨® funciones en las nunciaturas de El Salvador. Bolivia, Venezuela y Colombia. En 1953, ya con el t¨ªtulo de nuncio apost¨®lico, pas¨® a Chile y, posteriormente a Canad¨¢ y Brasil. En este ¨²ltimo pa¨ªs. donde permaneci¨® hasta 1969. mantuvo una clara posici¨®n de enfrentamiento con el r¨¦gimen militar. Fue arzobispo de Cagliari hasta que en 1973 Pablo VI, quien lo hab¨ªa conocido en 1940 cuando estaba en la Secretar¨ªa de Estado, lo llam¨® a su lado y le confi¨® la Congregaci¨®n para los Obispos, una de las funciones clave en el Vaticano. El cardenal Biaggio era recibido en los ¨²ltimos a?os casi semanalmente por el Papa. En el aspecto personal son muy escasas las diferencias que se pueden establecer entre Biaggio. Pironio u otros papables, pero Biaggio cuenta a su favor, aparentemente, con el apoyo de todos los cardenales ?montinianos? de centro y por sus condiciones reconocidas de mediador podr¨ªa atraer a los conservadores y a gran n¨²mero de los progresistas. La ofensiva que habr¨ªan lanzado los consevadores en las ¨²ltimas jornadas habr¨ªa llevado a los ?montinianos? a buscar una candidatura menos discutible y as¨ª surgi¨® el nombre de Biaggio. Es probable que los especialistas vuelvan ma?ana a barajar oros nombres. La movilidad evidente en el seno del cole2lo de cardenales lo permitir¨¢. Las negociaciones avanzan y cuando el c¨®nclave se re¨²na, ya oficialmente, el c¨ªrculo de candidatos se habr¨¢ reducido notoriamente. De las 44 hect¨¢reas de superficie de la Santa Sede, un cuarto ser¨¢n ocupadas por el c¨®nclave y sometidas a estricto control. Los purpurados llegar¨¢n a ese per¨ªmetro a trav¨¦s de un t¨²nel subterr¨¢neo. Asegura un diario que un dirigente experto en seguridad propuso montar en ese pasaje un ?detector de metales? para impedir la introducci¨®n de armas. La propuesta fue desechada con sorna: ?No puede haber esp¨ªas o terroristas entre los cardenales y su s¨¦quito. Por otra parte, desde arriba vigila el Esp¨ªritu Santo.?
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