Zdenek Mlynar: "La URSS tiene una concepci¨®n militar del mundo"

La noche del 20 de agosto de 1968, un hombre joven, brazo derecho de Dubcek, y con gran futuro pol¨ªtico, asist¨ªa en su calidad de secretario general del Partido Comunista checoslovaco a la reuni¨®n habitual del bur¨® pol¨ªtico y del secretariado, que discut¨ªa la preparaci¨®n del congreso del partido donde se profundizar¨ªa el concepto de ?socialismo de rostro humano?. Hacia las once de la noche, el ministro de Defensa llam¨® al presidente del Consejo de Ministros, Czernyk, para informarle que hab¨ªa sido detenido por sus asesores militares sovi¨¦ticos y que los tanques de Mosc¨² avanzaban hacia Praga. La direcci¨®n pol¨ªtica checoslovaca se enter¨® as¨ª de que acababa de dejar de mandar.?En nuestro pa¨ªs existe un proverbio que dice: cuando el invierno aprieta m¨¢s, la primavera est¨¢ m¨¢s cerca.? Zdenek Mlynar ingres¨® en el Partido Comunista checo en 1946. Era, con menos de cuarenta a?os, secretario del Comit¨¦ Central en agosto de 1968. Despu¨¦s de la invasi¨®n sovi¨¦tica de Checoslovaquia particip¨® en la delegaci¨®n de su pa¨ªs que fue a Mosc¨² a ?negociar? con Brejnev. M¨¢s tarde, fue separado de todos sus puestos y tuvo que trabajar en el museo nacional. En 1977 sali¨® de Checoslovaquia ante una ?invitaci¨®n? casi directa del r¨¦gimen para que se marchara. Hab¨ªa cometido el delito de firmar la Carta 77. Desde entonces vive acogido a la hospitalidad que le ofreci¨® el canciller austr¨ªaco, Bruno Kreisky. Es autor de varios libros, entre ellos, La helada nocturna y Praga, pregunta abierta.

Pregunta. ?Qu¨¦ ocurr¨ªa en Checoslovaquia en 1968 para que los sovi¨¦ticos consideraran necesario intervenir militarmente?

Respuesta. Primero, cuestiones de nuestra pol¨ªtica interior. Segundo, el papel que la URSS se atribu¨ªa en la esfera internacional. Desde el punto de vista interno, una eventual victoria del modelo socialista surgido de la primavera de Praga habr¨ªa significado la puesta en tela de juicio del modelo sovi¨¦tico de socialismo, y que nuestro modelo pluralista podr¨ªa haber influido en la evoluci¨®n de todos los pa¨ªses de la ¨®rbita sovi¨¦tica, es decir, del modelo de dictadura de un partido al pluralista. Est¨¢bamos m¨¢s orientados sobre las tradiciones europeas que sobre las rusas.

La burocracia sovi¨¦tica. que hab¨ªa derrotado a Kruschov cuatro a?os antes por razones m¨¢s moderadas que las nuestras, se sent¨ªa directamente amenazada y por eso insisti¨® por todos los medios en poner fin a nuestra experiencia.

Probablemente, la URSS de aquel entonces, ya bajo Brejnev, sent¨ªa que no iba a poder justificar su papel de gran potencia mundial por su influencia ideol¨®gica, y que s¨®lo le quedaba la posibilidad militar. En ese sentido, la invasi¨®n de Checoslovaquia no fue la ¨²ltima manifestaci¨®n tard¨ªa del estalinismo, sino la primera de una concepci¨®n rigurosamente militar que el Bur¨® Pol¨ªtico sovi¨¦tico ten¨ªa del papel de la URSS en el mundo...

P. Perm¨ªtame, ?cree usted que la intervenci¨®n sovi¨¦tica en Africa y Asia ... 9

R. Exactamente. Es la continuaci¨®n de esa concepci¨®n inaugurada en Checoslovaquia.

P. Los cubanos dicen que es internacionalisrrio proletario.,.

R. Yo creo que lo que es deber¨ªa estar suficienteniente claro. En la situaci¨®n actual, la presencia cubana en Africa no es el instrumento de la expansi¨®n de las ideas originales de la revoluci¨®n cubana, sino instrumento de los Intereses imperiales y militares (le la URSS. En mi opini¨®n ese expansionismo sovi¨¦tico y su prescricia militar creciente en Africa y Asia no ayuda a la causa de la emancipaci¨®n y liberaci¨®n de los pueblos, sino que, por el contrano. avuda a la divisi¨®n del mundo en bloques y consolida y acelera los antagonismos. El intervencionisme sovi¨¦tico juega el mismo papel jugado por los contrarios en la ¨¦poca de la guerra fr¨ªa. El problema delTercer Mundo es precisamente impedir que se divida y lograr que pueda desarrollarse de manera aut¨®noma.

P. Volviendo a Checoslovaquia...

R. Fuera de la URSS, fueron sobre todo Gomulka en Polonia y Ulbricht en Alemania del Este los que ten¨ªan enormemente in ledo de la extensi¨®n de la experiencia checoilovaca a sus pa¨ªses. Ellos insistieron para que se acabase con ella.

P. ?Cu¨¢l es el balance de estos diez a?os?

R. La URSS s¨®lo ha obtenido en Checoslovaquia aquello que en cualquier parte del mundo puede obtenerse por la fuerza: un control riguroso del pa¨ªs, del partido, del cual han sido expulsados 500.000 miembros. es decir. todos aquellos que pensaban, y as¨ª han eliminado el peligro de que desde dentro pueda surgir un nuevo pel¨ªgr¨® de disidencia o resistencia.

Por otro lado. han creado una situaci¨®n nueva, ya que en Checoslovaquia no hab¨ªa sentimientos antisovi¨¦ticos, y sin embargo d¨ªa, el antisovietismo es la caracter¨ªstica dominante de la actitud del pa¨ªs. Tampoco han eliminado la infraestructura, las tradiciones que dieron origen a la ?primavera de Praga?, es decir, el hecho de que Checoslovaquia sea un pa¨ªs de Europa central y no de la zona rusa, un pa¨ªs con tradiciones europeas. Como prueba de todo esto, y a pesar de la represi¨®n, est¨¢ la Carta 77 y la continuaci¨®n de una vida cultural, intelectual, etc¨¦tera, paralela.

P. ?Qu¨¦ esperanzas ve usted para Checoslovaquia y otros pueblos europeos, como el polaco o el h¨²ngaro, que albergan sentimientos parecidos a los de los checos?

R. Los cambios s¨®lo son posibles si el mundo entero logra hacer comprender a la URSS que esa pol¨ªtica militar y de fuerza no le permitir¨¢ equilibrar su propia situaci¨®n interior, sino que, por el contrario, corre graves riesgos. Claro est¨¢, la URSS debe comprender tambi¨¦n que una situaci¨®n m¨¢s flexible en la Europa del Este, en vez de la dominaci¨®n colonia] directa, va en el sentido de los propios intereses sovi¨¦ticos. Si observa usted el caso de otros imperios colonfal6, el brit¨¢nico por ejemplo, antes de desaparecer se transform¨® en Commonwealth. Tampoco la pol¨ªtica de Estados Unidos hacia Am¨¦rica Latina es hoy la misma.

P. ?Qu¨¦ habr¨ªan hecho ustedes de haber triunfado?

R. Suporfiendo que las ideas moderadas hubiesen podido desarrollarse sin ser mutilados por otros medios -econ¨®micos, por ejemplo- distintos a los militares, Checoslovaquia ser¨ªa una sociedad extraordinariamente atractiva, pues hubiese mostrado las ventajas de la coexistencia de medidas social¨ªstas y la democracia tradicional europea. Est¨¢ claro que la ?primavera de Praga?, vista con la perspectiva que nos dan estos diez anos, conten¨ªa ya todos los elementos que hoy consideramos positivos en Europa. Es decir, hubiese sido la s¨ªntesis entre el socialismo Y la democracia.