Arthur London: "No hay socialismo sin libertad"
PREGUNTA. Han pasado diez a?os desde que el Ej¨¦rcito sovi¨¦tico arras¨® en Checoslovaquia un proceso pol¨ªtico de revisi¨®n ideol¨®gica que hoy se conoce como ?primavera de Praga?. Usted volvi¨® a ser entonces acusado de traidor a la patria y condenado al exilio. Cu¨¢l es a su juicio, el significado hist¨®rico y pol¨ªtico de la pacificaci¨®n militar del reformismo checo? ?Qu¨¦ significa hoy aquella primavera?RESPUESTA. Yo creo que la primavera de Praga fue un acontecimiento capital en la historia del movimiento obrero en los pa¨ªses del Este. La URSS y sus portavoces han intentado falsificar la verdad. Pero. hoy, la verdad es bien conocida y sigue siendo v¨¢lida. En aquella ocasi¨®n, por vez primera. se intentaba luchar contra el estalinismo desde el interior de un partido comunista, con un abierto rechazo del modelo sovi¨¦tico. Se intentaba construir otro modelo. socialista y humano, que muchos de mis compatriotas han llamado ?de rostro humano?. Si los tanques y el Ej¨¦rcito sovi¨¦tico no hubieran arrasado el movimiento, el alcance de ese proyecto habr¨ªa sido incalculable. Pero aquellas ideas contin¨²an vivas. Desde el XX Congreso del PCUS se hab¨ªa combatido, de alguna manera. contra los cr¨ªmenes estalinistas. Aquella primavera, en Praga, fue una explosi¨®n. El discurso de Kruschev denot¨® un coraje pol¨ªtico grande. Praga abri¨® caminos para el presente y para el porvenir. Se trataba de levantar un horizonte de denuncias de los cr¨ªmenes cometidos en nombre del socialismo. Mis compatriotas llamaron ?socialismo de rostro humano? a su lucha contra los verdugos pol¨ªticos estalianos. Fue una fuerza purificadora la de aquella primavera, sabemos que no se puede hablar de socialismo si no hay libertad y valores humanos.
Hoy Checoslovaquia contin¨²a ocupada militarmente por las tropas de un pa¨ªs invasor e Imperialista: la Uni¨®n Sovi¨¦tica, y la direcci¨®n del partido checo acepta tal ?ocupaci¨®n temporal?. Se ha pretendido que no durar¨ªa esa ocupaci¨®n militar, esa ? normalizaci¨®n ?. Pero ?hasta cu¨¢ndo va a durar tal ocupaci¨®n de las tropas de un pa¨ªs extranjero imponiendo su ley en otro pa¨ªs ? Los soldados sovi¨¦ticos lo colonizan ahora militar e ilegal mente. Hasta cu¨¢ndo?...
Hay luchadores muy valientes, los firmantes de Carta 77, que denuncian con energ¨ªa tal ocupaci¨®n sovi¨¦tica. Por qu¨¦ la ocupaci¨®n? A¨²n recuerdo aquel d¨ªa, cuando vimos entrar a los soldados y a los tanques sovi¨¦ticos. Algunos trabajadores se pon¨ªan delante de los soldados y les preguntaban: ? Por qu¨¦ est¨¢is aqu¨ª?? Pero los soldados no contestaban. Y luego vino la ?pacificaci¨®n? militar, y la contestaci¨®n: era necesario volver de nuevo a la lucha, echar fuera a los invasores. Pero, en ocasiones, nadie recuerda a los luchadores de Carta 77. Pese a que ellos contin¨²an pidiendo ayuda a todas las fuerzas progresistas del mundo para apoyar sus peticiones. ?Hasta cu¨¢ndo la ocupaci¨®n militar sovi¨¦tica?
P. Cu¨¢l es, a su criterio, la importancia de la centralizaci¨®n de poder pol¨ªtico y militar en la tradici¨®n leninista. en el desarrollo pr¨¢ctico de los modelos de cree]miento y acumulaci¨®n de poder pol¨ªtico en las ?democracias populares? del ¨¢rea sovi¨¦tica?
R. El centralismo es un problema muy vasto. Es obvia la falta de libertad. la falta de garant¨ªas democr¨¢ticas y de libertad. No se puede hablar de tradici¨®n leninista. No tenemos todav¨ªa una respuesta. La toma del poder es s¨®lo una etapa en la construcci¨®n del socialismo. y otra cosa son los cr¨ªmenes que se han cometido en nombre del socialismo. Se han creado unos sistemas donde las libertades son arrasadas. donde toda libertad sindical. intelectual, ha sido negada. Se ha creado un sistema abiertamente totalitario, que se ha intentado calificar de ?socialismo?. pero que nada tiene que ver con el socialismo. Ese sistema ?tradicional? se transmiti¨® a otros pa¨ªses que tambi¨¦n dicen ser ?socialistas?, con todos los defectos del modelo sovi¨¦tico. La primavera de Praga abri¨® otros horizontes, ofreci¨® la posibilidad real de un socialismo en libertad. Stalin fij¨® una tradici¨®n criminal. instalando el terror matando toda libertad. que tras la guerra fue impuesta a otros pa¨ªses.
P. ?Cree posible la ?tercera v¨ªa? defendida por economistas como Ota Sik. que denuncia tanto los riesgos de la militarizaci¨®n leninista como los estragos del capitalismo monopolista?
R. Yo creo que hay una v¨ªa socialista que no hasido aplicada. No hay socialismo sin libertad. Hoy buscamos cambiar el sistema capitalista. cambiar el modelo sovi¨¦tico. y encontrar un socialismo en libertad. con valores humanos. Esa es la v¨ªa del futuro: un renacimiento del socialismo. La URSS no es un modelo. Hay que buscar el renacimiento seg¨²n la situaci¨®n de cada pa¨ªs. Hoy no puede haber un centro Internacional que ?dirija? a las fuerzas progresistas. En cada pa¨ªs. las fuerzas democr¨¢ticas deben resolver sus problemas. lo que no excluye el internacionalismo. Esta es la v¨ªa de reencuentro con la verdad del socialismo. La primavera de Praga puede continuar hoy siendo un ejemplo.
P. ?Cu¨¢l es, a su juicio. la importancia pol¨ªtica de la disidencia obrera intelectual. sindical, en la URSS y en los pa¨ªses sometidos a su poder militar?
R. La disidencia. en cada pa¨ªs. obedece a razones muy distintas. En Checoslovaquia, por ejemplo se conoc¨ªan las tradiciones democr¨¢ticas, era un pa¨ªs industrializado con un alto grado de libertad, lo que no era el caso de Polonia, por ejemplo, ni de Rusia. Quiz¨¢ sea por esta raz¨®n que las voces disidentes son distintas. No hay una sola disidencia, hay varias disidencias. Hay una disidencia socialista. y hay otra disidencia que nada tiene que ver con el socialismo. Solzenitsin, por ejemplo, fue expulsado ignominiosamente de la URSS, es un gran escritor, un gran intelectual, con un coraje moral admirable. Pero de ah¨ª a reprochar a los americanos haber perdido la guerra de Vietnam... Desafortunadamente hay una parte de la disidencia sovi¨¦tica apoyada en el misticismo, y con ella no se puede estar de acuerdo. En Checoslovaquia. por el contrario. los hombres de Carta 77 representan las aspiraciones democr¨¢ticas de pueblo: no vuelven la espalda al socialismo. que nada tiene que ver con el pa¨ªs donde viven. Esa es la. diferencia. As¨ª, la disidencia checa considera un ¨¦xito. todas las victorias de las fuerzas democr¨¢ticas de Europa. y considera que con ellas. es necesaria una sola lucha por la libertad.
P. Es que usted considera posible una suerte de ?lucha com¨²n? entre las fuerzas progresistas occidentales y los disidentes del ¨¢rea sovi¨¦tica?
R. Creo que en este campo Se pueden hacer cosas muy importantes. Primero: Continuar la lucha contra las fuerzas oscurantistas que intentan ocultar los cr¨ªmenes del pasado, y los que ahora se come ten con nuevas m¨¢scaras. Y segundo, creo que es posible la ayuda, el apoyo a los disidentes, para que, por ejemplo, las tropas invasoras del Ej¨¦rcito sovi¨¦tico salgan de Checoslovaquia; para que se cumplan los pactos de Helsinky. Ese es el camino. La primera parte de la lucha debe asentarse en el respaldo de las fuerzas democr¨¢ticas de Occidente a los disidentes.
P. ?Cu¨¢l es el mayor enemigo de esos proyectos pr¨¢cticos de lucha en busca de acciones que contribuyan a extender la libertad en el Este y en el Oeste?
R. El peligro contin¨²a siendo el mismo que en 1968. Entonces, nadie en Occidente corri¨® en ayuda de Checoslovaquia, nadie se movi¨®. Estados Unidos y Francia silenciaron la ?pacificaci¨®n?. A los americanos no es interesaba tampoco un verdadero proyecto socialista. Breinev y Johnson ten¨ªan los mismos enemigos. En este aspecto. cabe recordar. por ejemplo, que el Partido Comunista Espa?ol fuera ¨²nico entre los partidos comunistas que rechaz¨® la invasi¨®n, el ¨²nico que no ha entablado relaciones con el actual partido checoslovaco, porque los dirigentes del PCE dicen que los gobernantes actuales no representan a los comunistas checos.
P. ?Cu¨¢l es su opini¨®n respecto a la noci¨®n te¨®rica de ?dictadura del proletariado? descrita por Marx?
R. ?Creo que hoy las cosas son distintas, muy distintas que en la ¨¦poca de Marx. La sociedad ha cambiado, los partidos, todos, han cambiado. En la situaci¨®n actual, hablar de dictadura es absurdo. Por otra parte, hablar de dictadura cuando se conocen los cr¨ªmenes cometidos es algo horrible. Recuerda a Stalin, a Hitier..: Con el problema del centralismo democr¨¢tico ocurre algo parecido. En s¨ª mismo, el centralismo es importante en un partido organizado. Pero mucho centralismo y poca democracia producen unos monstruos horribles, deformaciones terribles. Creo que es necesaria la democracia absoluta, un intercambio constante desde la base: el control de la base desde y para la base, la discusi¨®n constante. Es fundamental la discusi¨®n libre. Hay que recordar, en este sentido, que quien invent¨® el leninismo, el marxismo- leninismo, fue Stalin, que lo utiliz¨® para aplicar su stalinismo. Esa fue la obra de Stalin.
P. ?Cu¨¢l es hoy la v¨ªa al socialismo? ,
R. El socialismo no es una propiedad privada. Hay que propiciar una b¨²squeda, el renacimiento de un verdadero socialismo, no el socialismo de un solo partido; una v¨ªa donde est¨¦n todos los partidos democr¨¢ticos, socialistas, eurocomunistas, cristianos, todas las fuerzas democr¨¢ticas, no un solo partido.
P. Hemos hablado de pol¨ªtica, de historia, de construcciones ideol¨®gicas, de modelos de organizaci¨®n; pero, en suma, para usted, tales problemas pasan por su carne, en el campo de concentraci¨®n nazi, en las c¨¢rceles stalinistas, sufriendo, en forma directa, las consecuencias del infierno moderno, el terror del estado desencadenando la guerra pol¨ªtica contra los ciudadanos. ?Ha valido la pena tanta sangre derramada? ?Volver¨ªa usted a empezar, ma?ana, lanz¨¢ndose a la calle para protestar y luchar contra el Estado?
R. Yo me adher¨ª a las Ideas socialistas bajo la influencia de mi padre, en mi infancia y en, mi adolescencia. Para m¨ª, para los hombres de mi generaci¨®n, que cuenta en su pasado con tantos muertos, el socialismo fue y es un ideal de vida, la liberaci¨®n del hombre. En la resistencia, en los campos... All¨ª tuve excelentes relaciones con los espa?oles. Yo acab¨¦ en las prisiones stalinistas, sufriendo las perversiones de lo que ellos llamaron socialismo y que nada ten¨ªa que ver con el socialismo de mi adolescencia. El socialismo es para mi el ideal m¨¢s puro, y yo contin¨²o teniendo fe, creo que es necesario continuar la lucha, yo veo que el futuro ser¨¢ socialista y soy fiel a los ideales de mi juventud.
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