Normalidad en Praga

Checoslovaquia vivi¨® ayer cor plena normalidad el d¨¦cimo aniversario de la invasi¨®n de su territorio por las fuerzas conjuntas del Pacto de Varsovia, que pusieron un tr¨¢gico fin al experimento incipiente de crear una v¨ªa diferente a la sovi¨¦tica hacia el socialismo. Tan s¨®lo la ausencia forzada de Praga de los protagonistas de aquella experiencia -hoy disidentes del nuevo r¨¦gimen- marc¨® una nota conmemorativa.

En la capital no se advirti¨® ning¨²n signo externo de conmemoraci¨®n y, a juicio de los observadores occidentales destacados voluntariamente a Praga, la normalidad fue absoluta. La gente sali¨® a las calles como cualquier domingo, y sus ocupaciones fueron el lunes las habituales de una jornada de trabajo.

Fuentes de los disidentes confirmaron a las agencias occidentales que no se planific¨® ninguna manifestaci¨®n o conmemoraci¨®n especial. Para ellos, la fecha bastaba para recordar el brusco fin a una ?expenencia? que no pudo ser por culpa de la intervenci¨®n de los tanques sovi¨¦ticos y de los pa¨ªses -con excepci¨®n de Ruman¨ªa- del Pacto de Varsovia.

En contraste a la tranquilidad en Checoslovaquia, el aniversario de la ?prirnavera? ha provocado reacciones en todo el mundo. El ministro de Asuntos Exteriores de la Rep¨²blica Federal de Alemania, Hans Dietrich Genscher, declar¨® el domingo que ?las esperanzas del pueblo checo son todav¨ªa posibles de materializar?, como lo demuestran las actas de la conferencia de Helsinki.

En Zurich, por otro lado, hubo manifestaciones conmemorativas y en Par¨ªs tambi¨¦n las hubo, mientras la prensa de izquierda a derecha conden¨® la invasi¨®n y la calific¨® como ?una lecci¨®n y advertencia para democracias populares?.