Hacia un nuevo derecho del mar

La nueva reuni¨®n de la conferencia de las Naciones Unidas sobre el derecho del mar, iniciada el lunes 21 de agosto en Nueva York, en la sede de las Naciones Unidas, no conducir¨¢, sin duda, a un acuerdo sobre un texto definitivo que regule espec¨ªficamente las modalidades de la explotaci¨®n de las riquezas de los fondos marinos. El tema es demasiado complejo y pone demasiados intereses en juego para que la cuesti¨®n pueda estar reglamentada antes de 1980. Cabe, sin embargo, esperar que sean llevados a cabo determinados avances en el transcurso de los trabajos que van a extenderse durante cuatro semanas (...)Una vez m¨¢s, la explotaci¨®n y el reparto de las riquezas submarinas van a dar lugar a los m¨¢s ¨¢speros enfrentamientos entre las casi ciento cincuenta delegaciones presentes (...).

El tema opone a los pa¨ªses industrializados de alta tecnolog¨ªa -Estados Unidos en primer lugar- con los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo, que no poseen los medios financieros y t¨¦cnicos para extraer el tesoro sepultado. Estos pa¨ªses, incapaces de poder bloquear la puesta en explotaci¨®n de los grandes fondos marinos, quisieran limitarla al m¨¢ximo, privados de la recepci¨®n de una parte del man¨¢ que ser¨¢ recolectado por algunos pa¨ªses industrializados (...).

Una amenaza pesa sobre estas delicadas negociaciones: si no se llega a un acuerdo con suficiente rapidez, los Estados Unidos podr¨ªan ir m¨¢s all¨¢ y emprender unilateralmente la puesta en explotaci¨®n de los n¨®dulos polimet¨¢licos; la Administraci¨®n Carter, bajo la influencia de varias compa?¨ªas, acaba de enviar al Congreso un proyecto de ley en este sentido (...).

Los problemas en juego en Nueva York no tienen, como se ve, nada de abstracto, pues se trata, ni m¨¢s ni menos, de llegar a un entendimiento sobre una nueva filosof¨ªa y una nueva pr¨¢ctica del desarrollo y de la repartici¨®n de ciertas riquezas.

23 agosto