M¨¢s derechos y garant¨ªas para los procesados
La aceptaci¨®n por la Comisi¨®n Constitucional del Senado de sendas enmiendas del Grupo de Senadores Vascos produjo la modificaci¨®n del art¨ªculo 24 del proyecto de Constituci¨®n aprobado por el Congreso en lo que se refiere a los derechos del procesado o deftenido y del condenado. En cambio, fueron rechazadas varias enmiendas de Lluis Mar¨ªa Xirinacs encaminadas m¨¢s ambiciosamente al mismo fin y que no obtuvieron el benepl¨¢cito de los grupos parlamentarios. El se?or Xirinacs se declar¨® desanimado por la falta de acogida de sus propuestas.La primera de las modificaciones introducidas en el art¨ªculo 24 se debi¨® a una enmienda de UCD de alcance m¨¢s gramatical que'pol¨ªti co. Seg¨²n la nueva redacci¨®n, que elimina la expresi¨®n ?acceso efectivo a los tribunales?, el apartado primero del art¨ªculo citado que dar¨ªa as¨ª: ?Todas las personas tienen derecho a obtener la tutela efectiva de los jueces y tribunales en el ejercicio de sus derechos e intereses leg¨ªtimos, sin que en ning¨²n caso pueda producirse indefensi¨®n.?
En el apartado siguiente, que regula los derechos y garant¨ªas de los procesados -entre ellos, el de no declarar contra s¨ª mismos ni confesarse culpables-, la aceptaci¨®n un¨¢nime de la enmienda defendida por el senador vasco Miguel Unzueta incorpor¨® el siguiente texto: ?Nadie estar¨¢ obligado a declarar un hecho que pueda causar perjuicio a su c¨®nyugue, ascendientes, descendientes o hermanos, ni cuando los hechos hayan sido conocidos en virtud del secreto profesional, seg¨²n se determine en la ley. ? En su intervenci¨®n, el se?or Unzueta aludi¨® a la obtenci¨®n de declaraciones policiales durante el franquismo, utilizando la tortura moral sobre los familiares de los procesados.
En el apartado cuarto del mismo art¨ªculo, una enmienda de los Senadores Vascos -coincidente con una de las varias propuestas del se?or Xirinacs- propon¨ªa a?adir a los derechos reconocidospor el texto del Congreso a los condena dos a pena de prisi¨®n los del ?acceso a la cultura y al ejercicio de su sexualidad?. El se?or Unzueta, a sugerencia de otros senadores, acept¨® modificar esta ¨²ltima parte de su enmienda, con lo cual logr¨® la unanimidad de la Comisi¨®n, que incorpor¨® a los derechos del condenado reconocidos por el proyecto de Constituci¨®n los del ?acceso a la cultura y al desarrollo integral de su personalidad?.
Lluis Mar¨ªa Xirinacs -que ya hab¨ªa sido derrotado por los grupos mayoritarios en su intento de que el procedimiento judicial se desarrolle ?en la propia lengua? del procesado- vio rechazadas una tras otra sus enmiendas encaminadas a mejorar la situaci¨®n de los presos, con base en el informe senatorial sobre las prisiones. Entre otras propuestas, el se?or Xirinacs pretend¨ªa que los condenados a penas de prisi¨®n gocen de todos los derechos reconocidos en la Constituci¨®n -y no s¨®lo de los establecidos en el cap¨ªtulo de los derechos y libertades-, entre ellos el acceso a la cultura, al ejercicio de su sexualidad y a un trabajo remunerado dignamente; la atenci¨®n por los poderes p¨²blicos de las necesidades familiares del condenado y la protecci¨®n del trabajo del ex preso; el estudio por el sistema penal de la eliminaci¨®n de la pena de privaci¨®n de libertad; la atenci¨®n al preso por parte de la autoridad judicial.
La falta de acogida por los grupos parlamentarios de izquierda a estas enmiendas del se?or Xirinacs estuvo precedida por un enfrentamiento, al comienzo de la sesi¨®n, entre este senador y los de UCD y PSOE a prop¨®sito de su intento de incorporar al art¨ªculo 23 el derecho de los ciudadanos a la democracia directa a trav¨¦s de refer¨¦ndums, asambleas, manifestaciones y dem¨¢s facultades enumeradas en la Constituci¨®n. La defensa que el se?or Xirinacs hizo de la democracia directa, no controlada por los partidos, mereci¨® la acusaci¨®n, por parte del socialista Ram¨®n Sainz de Varanda, de defender posiciones fascistas, contra la que el se?or Xirinacs se defendi¨® apaciblemente, atribuyendo la actitud irracional de los partidos al hambre que hubo de ellos durante cuarenta a?os.
La colaboraci¨®n de UCD y los Senadores Vascos introdujo la prohibici¨®n de que la Administraci¨®n civil pueda imponer sanciones que ?directa o subsidiariam ente ? -¨¦sta es la novedad- impliquen privaci¨®n de libertad.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.