La Biblioteca Nacional necesita un nuevo edificio
La Biblioteca Nacional precisa de una reestructuraci¨®n urgente. Sus necesidades de personal se suman a sus necesidades de espacio: los 45.000 metros cuadrados que actualmente se destinan a biblioteca en el Palacio de Museos y Bibliotecas del paseo de Calvo Sotelo, su dotaci¨®n humana y sus complementos y servicios son insuficientes para servir, dentro de unos m¨¢rgenes aceptables, a los 800.000 lectores que anualmente desfilan por ella. Las carencias humanas de la Biblioteca Nacional pueden definirse en dos datos: la de Lisboa, que es considerablemente menor, dispone de un equipo de personas num¨¦ricamente doble; la de Montevideo, que es diez veces m¨¢s reducida, cuenta con una dotaci¨®n equivalente.
Un problema de escasez
El espacio global que actualmente ocupa la biblioteca se reparte entre negociados administrativos y t¨¦cnicos, dep¨®sitos, salas de lecturas, salas de exposiciones, laboratorios, servicios, accesos y comunicaciones interiores.Los dep¨®sitos, que son el respaldo inicial de la biblioteca, ocupan cien kil¨®metros lineales de estantes. Setenta de ellos est¨¢n instalados en el dep¨®sito general; veinte, a las distintas secciones y servicios t¨¦cnicos, y los diez restantes, en dep¨®sitos especiales y blindados. El conjunto dispone de archivos adaptados al mantenimiento de mapas, microformas, estampas discos o cintas grabadas. Si se tiene en cuenta que s¨®lo el pasado a?o la biblioteca ingres¨® 367.861 piezas es elemental justificar la ampliaci¨®n en tres kil¨®metros lineales de estantes que anualmente necesita. ?El edificio se ha agotado en su aprovechamiento: estamos instalados en un monumento del siglo XIX, que carece, por razones de antig¨¹edad, de la necesaria mecanizaci¨®n. Ser¨ªa aconsejable que se nos dotase con un nuevo edificio, que dedicar¨ªamos a dep¨®sito de las piezas menores?, opina el subdirector de la misma, se?or Carri¨®n.
Entre bibliotecarios, administrativos, laborales y subalternos, la Biblioteca Nacional es atendida por una plantilla de 212 trabajadores. Actualmente, sus haberes se pagan con cargo al presupuesto del Ministerio de Educaci¨®n y Ciencia. ?De todas formas -a?ade el subdirector- se observa una falta general de profesionales especialmente cualificados. Es decir, de bibliotecarios.? Las necesidades econ¨®micas del centro se completan con los gastos de oficina, adquisici¨®n de material bibliogr¨¢fico y de equipos, as¨ª como los de mejora de instalaciones, temas que en 1977 exigieron un desembolso superior a los sesenta millones de pesetas.
Disponibilidades actuales
En la actualidad, la Biblioteca Nacional dispone de una sala general, con 96 puestos; una sala universitaria, con 260, y un sal¨®n de estudio, con 362. Asimismo, cuenta con salas menores dedicadas a publicaciones peri¨®dicas, estampa y bellas artes, Africa, Hispanoam¨¦rica, publicaciones oficiales, m¨²sica, geograf¨ªa y mapas, literatura infantil, y una sala de investigadores. En total, la Biblioteca ofrece algo menos de mil puestos de lectura.La Biblioteca engloba tambi¨¦n unas salas de exposiciones, en la planta principal. Salvo una exposici¨®n permanente, relacionada con las artes del libro, los restantes cert¨¢menes se renuevan continuamente.
Respecto al dep¨®sito general, la Biblioteca Nacional pone al servicio de sus lectores 4.500.000 piezas, entre vol¨²menes, manuscritos, discos y partituras musicales. La lentitud de servicio se explica, seg¨²n el subdirector, con la ya mencionada falta de mecanizaci¨®n del edificio y de personal especializado.
Las necesidades de la Biblioteca Nacional son, por tanto, m¨²ltiples y crecientes. ??C¨®mo puede explicarse que esta Biblioteca, o sea, la principal biblioteca, hisp¨¢nica, sea entre todas las nacionales la que dispone de menos personal? Alguien en este pa¨ªs -concluye el se?or Carri¨®n-, en concreto los pol¨ªticos, que son los que mueven el dinero, no se han dado cuenta de que esto es una cosa importante.?
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