"Las historias populares sobre San Vicente Ferrer son similares a las de Mazinger ?Z?"
Carlos Mira, 31 a?os, realiz¨® tres cortometrajes y hoy se estrena su primer largometraje, La portentosa vida del padre Vicente, basada en la vida, obra y milagros de San Vicente Ferrer, en una adaptaci¨®n que ¨¦l mismo califica de ?libertina?.?Buscando algo que tuviera una tradici¨®n popular, encontr¨¦ en mi ciudad, Valencia, unos festejos muy aprovechables. Los miracles de San Vicent, que consisten en la representaci¨®n de unas peque?as piezas de teatro, casi entremeses, que son representados por ni?os en la calle. Esto se hace el d¨ªa del santo. Investigando sobre esta costumbre, que considero una muestra de la cultura popular, encontr¨¦ toda una literatura fechada en el siglo XVII que utiliza estas vidas de santos, mitific¨¢ndoles. Hay que comprender que estos santos varones eran para el siglo XVII -en pleno imperio de la Inquisici¨®n- el equivalente a los h¨¦roes populares actuales, es decir, algo as¨ª como el Mazinger "Z" de la televisi¨®n. Y, naturalmente, se contaban historias er¨®ticas fant¨¢sticas, utilizando el truco de convertirlas en "tentaciones" a los m¨ªsticos. De igual manera, las historias de aventuras, llenas de acci¨®n, las protagonizaban aquellos h¨¦roes religiosos.?
?En todo este tipo de literaturas hab¨ªa un denominador com¨²n que no era otro, al menos a mi juicio que el de mostrar al pueblo una ilusi¨®n de la realidad. Es decir, no eran historias reales, sino que mostraban un mundo fant¨¢stico, aparentemente real. Personalmente creo que era un m¨¦todo consciente de alienaci¨®n popular. Lo importante era mantener al pueblo en un estadio de ignorancia y temor. As¨ª se contaban historias en las que el protagonista era capaz de acostarse encima de unas brasas al contemplar un desnudo femenino, la insistencia en que el fin del mundo estaba pr¨®ximo, en definitiva, una utilizaci¨®n de todos los elementos imaginarios que potenciaran la capacidad de aterrorizar.?
?Para m¨ª, lo positivo de la pel¨ªcula ser¨ªa el acertar en mis deseos de desenmascarar esta manipulaci¨®n. Si el espectador se r¨ªe o deja de creer al contemplar estas im¨¢genes, en el fondo, pienso, se estar¨¢ riendo de la moral que unas clases sociales dominantes impusieron durante mucho tiempo. Debemos darnos cuenta de que toda esta metodolog¨ªa de la alienaci¨®n no est¨¢ tan distante en el tiempo como pueda parecer. Al Papa todav¨ªa le llevan entre espectaculares caballeros en su silla gestatoria y quedan muchos sacerdotes que amenazan con las llamas del infierno a cualquier adolescente que confiesa haberse masturbado.?
La pel¨ªcula est¨¢ realizada desde un intento de aproximaci¨®n real al lenguaje popular. No pretende ser, en absoluto, una pel¨ªcula ?populista?, pero s¨ª parte de la convicci¨®n personal de su realizador de que la cultura popular tiene y mantiene una vigencia y unas posibilidades inmensas. Carlos Mira insiste en que su filme pretende distanciarse por igual del concepto burocr¨¢tico y t¨ªpicamente franquista de ?cultura popular? como de las pel¨ªculas sofisticadas y de ¨¦lite, aquellas que exigen una gran preparaci¨®n cultural previa para entenderlas con plenitud. La imagen que presenta de San Vicente Ferrer en su pel¨ªcula es, en realidad, la imagen que muestran esos libros beatos y baratos, pero llevada su adaptaci¨®n hasta el final de sus absurdas elucubraciones. (Un ejemplo: la tradici¨®n insiste en que Vicente Ferrer fue invitado en cierta ocasi¨®n a comer en una casa de campesinos, en Morella -Castell¨®n-. Al sentarse a la mesa comprueba que el manjar que le ofrecen -lo que los campesinos consideraban que era lo m¨¢s selecto y exquisito que hab¨ªa en la casa- era un ni?o de dos o tres a?os, un ?lech¨®n? humano. Vicente se da cuenta de lo que se le ofrece y hace el milagro de resucitar al ni?o.)
La pel¨ªcula todav¨ªa no se estren¨® en ninguna ciudad espa?ola; sin embargo, el arzobispado de Valencia ya adopt¨® una clara actitud contraria a su posible estreno, pese a que oficialmente no la han podido ver. Al parecer, la simple publicaci¨®n de un reportaje en un semanario especializado sobre la pel¨ªcula fue suficiente para que arremetiera a trav¨¦s de un duro art¨ªculo en el Bolet¨ªn de Medios de Comunicaci¨®n Social de la di¨®cesis. En ¨¦l se acusaba al realizador de querer ?insultar al pueblo valenciano?. La respuesta de Carlos Mira se produjo por la v¨ªa judicial: ha interpuesto una querella por injurias al arzobispado en la que solicita diez millones de pesetas por da?os y perjuicios.
Albert Boadella es el protagonista de la pel¨ªcula. Precisamente cuando se necesitaba su colaboraci¨®n para la fase del doblaje, surgieron los ya famosos problemas con la justicia militar. Tuvo que ser doblado por otro actor.
?La pel¨ªcula fue tambi¨¦n atacada por el sector m¨¢s integrista y reaccionario de Valencia, calific¨¢ndola de ser un producto del "imperialismo catal¨¢n", En esto hay que explicar que desde que el Pa¨ªs Valenciano ha vuelto a tomar conciencia de nacionalidad, la derecha siempre utiliza Catalu?a como el fantasma p¨¦rfido que quiere robar al Pa¨ªs Valenciano todo lo que de genuino y puto tiene, desde la paella a la senyera. Mi pel¨ªcula, al escoger como protagonista a Vicente Ferrer, despert¨® tambi¨¦n la iras de los "nacionalistas de casino", que en realidad son el bunker de siempre. En cualquier caso, toda esta campa?a contra una pel¨ªcula que todav¨ªa no se ha visto tiene lamentables repercusiones para su comercializaci¨®n. En Valencia, ninguno de los tres exhibidores importantes que hay quieren estrenarla. Nuestra intenci¨®n es que se estrene en Alcoy, como estreno para el Pa¨ªs Valenciano. Lo cierto es que el Pa¨ªs Valenciano vot¨® en gran medida a la izquierda, que tiene un presidente de Consell que es socialista, pero, por lo que se ve las fuerzas reaccionarias todav¨ªa controlan, en gran medida, los medios de comunicaci¨®n del pa¨ªs, y ? esa derecha se ha comportado con los mismos m¨¦todos de manipulaci¨®n que los escritores de esa literatura apocal¨ªptica y pseudom¨ªstica de la que habl¨¢bamos.?
En La portentosa vida del padre Vicente s¨®lo intervienen tres actores profesionales: el ya citado Albert Boadella, Angela Molina y Ovidi Montllor; el resto eran habitantes de Alcoy que ten¨ªan una cierta vinculaci¨®n con el teatro, pues no hay que olvidar que en esta ciudad, antes de la guerra, exist¨ªan tres compa?¨ªas teatrales populares, es decir, es una ciudad con una gran vocaci¨®n hacia las actividades culturales de todo tipo.
?La pel¨ªcula tuvo una fase de preparaci¨®n de cinco meses, algo que no suele ser frecuente en la industria espa?ola. Desde el principio tuve mucho inter¨¦s en que colaboraran en el proyecto gentes de sensibilidad. art¨ªstica manifiesta, puesto que al ser una pel¨ªcula de ¨¦poca (la acci¨®n es el siglo XIV) era muy importante la ambientaci¨®n y decorados. Colaboraron conmigo varios pintores de Alcoy -Alejandro Soler y Roc Candela, sobre todo-, que hicieron una labor estupenda. Consiguieron recrear un ambiente en el que el factor "mediterr¨¢neo" tiene una importancia decisiva. El vestuario fue tambi¨¦n algo, importante para el resultado final: hicimos m¨¢s de cuatrocientos trajes, intentando aproximamos a las ropas de la ¨¦poca. Se hicieron mano, con tintes naturales y con una textura muy similar a la empleada en el siglo XIV. A modo anecd¨®tico, puedo decir quip se utilizaron muchas mantas sobrantes de la famosa marcha verde marroqu¨ª.?
?Pese a esa campa?a de la derecha reaccionaria valenciana, lo cierto es que los habitantes de Alcoy se identificaron plenamente con la pel¨ªcula. Durante una semana ten¨ªamos que rodar unas secuencias de procesiones nocturnas, Al no tener un cuerpo de extras profesionales pedimos la colaboraci¨®n de los habitantes del lugar; pues bien, hubo noches en que no ten¨ªamos suficientes trajes para vestir a toda la gente que se presentaba voluntariamente.?
?Esta pel¨ªcula tuvo una producci¨®n mixta: una parte invertida por el capital profesional, otra buscada entre c¨ªrculos familiares y de amistades y otra tercera, ya en plan cooperativa, en la que el capital invertido es en realidad el propio trabajo. El presupuesto final fue de cerca de veintiocho millones de pesetas, una cantidad importante.?
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