Callaghan intenta que los sindicatos renueven su pacto con el laborismo

El congreso de los sindicatos brit¨¢nicos, que hace el n¨²mero 110, se abri¨® ayer en la localidad costera de Brighton con un discurso de su presidente, David Basnett, en el que se pidi¨® la plena colaboraci¨®n de todos los trabajadores para llevar un nuevo primer ministro laborista al 10 de Downing Street. En el congreso de Brighton participan casi 1.200 l¨ªderes sindicales, que representan a una fuerza de doce millones de afiliados.

James Callaghan se dirige hoy a los sindicalistas para pedirles su apoyo a la pol¨ªtica econ¨®mica del Gobierno e insistir en la prolongaci¨®n de la relaci¨®n especial entre el Partido Laborista y los trabajadores. No se espera que el premier descubra en su mensaje la fecha elegida para las elecciones generales, pero s¨ª que deje claro si van a ser unos comicios de oto?o o de primavera. La decisi¨®n sobre el d¨ªa preciso puede adoptarse tras el Consejo de Ministros del jueves, primero despu¨¦s de las vacaciones estivales.El n¨²mero fuerte de este congreso es una moci¨®n que ser¨¢ debatida ma?ana, impulsada por los sindicatos m¨¢s combativos, en la que se pide el fin de las limitaciones por decreto de los aumentos salariales y la vuelta a la negociaci¨®n colectiva o mediatizada por el poder. David Basnett apunt¨® ayer hacia el objetivo de los sindicatos al se?alar en su discurso inaugural que la moderaci¨®n salarial de que han hecho gala los trabajadores brit¨¢nicos durante los pasados tres a?os -y que ha permitido la supervivencia del pacto social entre el Gobierno y los sindicatos- ha estado determinada, en buena medida, por su responsabilidad ante una grav¨ªsima situaci¨®n econ¨®mica global. Situaci¨®n que para los representantes de los trabajadores tiende a despejarse el a?o pr¨®ximo.

Los sindicatos desean mejoras salariales y laborables

La moci¨®n que ser¨¢ votada en Brighton se opone al l¨ªmite del 5% de aumento que pretende imponer el Gobierno para la pr¨®xima fase negociadora, y recomienda adem¨¢s como objetivos prioritarios la reducci¨®n de la semana laboral a 35 horas, disminuci¨®n de las horas extraordinarias, m¨¢s vacaciones y mejoras en las condiciones de trabajo. El pasado fin de semana Callaghan se reuni¨® en privado con los seis m¨¢ximos dirigentes sindicales para intentar obtener un compromiso sobre salarios previo a su discurso de Brighton.La impresi¨®n predominante es que ni los m¨¢s hist¨®ricos de los l¨ªderes sindicales est¨¢n ahora en situaci¨®n de poder resistir la presi¨®n de la base en favor de la eliminaci¨®n de los r¨ªgidos controles salariales. Los 42 miembros del congreso general sindical, la suprema instancia de los representantes laborales, han perdido mucho de su cr¨¦dito ante los trabajadores tras un a?o de ambig¨¹edad reivindicadora de docilidad, motivada fundamentalmente por la gravedad de la crisis econ¨®mica y la minoritaria posici¨®n del partido gobernante en el Parlamento.

Actitud cr¨ªtica frente a moderaci¨®n

Aunque la jubilaci¨®n de Jack Jones y Hugh Scanlon -dos l¨ªderes m¨ªticos de los trabajadores durante diez a?os- ha impuesto una correlaci¨®n de fuerzas menos desfavorable a los moderados de la c¨²spide sindical, es evidente que un hipot¨¦tico nuevo Gobierno laborista deber¨¢ afrontar presiones muy fuertes en el sentido de imprimir una direcci¨®n menos conservadora a sus pol¨ªticas econ¨®mica e industrial. La reciente luna de miel Gobierno-sindicatos, con sus altibajos, va a ser sustituida por una actitud mucho m¨¢s cr¨ªtica si el laborismo consigue una mayor¨ªa suficiente en la C¨¢mara de los Comunes.