Ascon: culpables, todos
UN FUENTEOVEJUNA de irresponsabilidad ha convertido un conflicto m¨ªnimo en el m¨¢s podrido y largo de la historia del movimiento obrero espa?ol. El 22 de febrero, un paro de parte de los 1.850 trabajadores de las dos factor¨ªas viguesas de Astilleros y Construcciones (Ascon) en solidaridad con un trabajador, cuyo despido ha sido legalizado por Magistratura, determin¨® un lock-out que la direcci¨®n justific¨® en una coacci¨®n que impidi¨® a algunos directivos abandonar uno de los astilleros durante varias horas. Desde entonces han pasado ya doscientos d¨ªas. Las puertas de Ascon permanecen cerradas. La empresa ha efectuado 46 despidos y las calles de Vigo han sido escenario de continuos enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas de orden p¨²blico, sin que las centrales sindicales, la direcci¨®n o la Administraci¨®n hayan sabido o hayan podido poner fin al conflicto.Las dos centrales sindicales mayoritarias, CCOO y UGT, se encuentran desbordadas en Ascon. Un principio de acuerdo suscrito con la empresa hace tres meses y medio -en el que tambi¨¦n particip¨® inicialmente USO- fue rechazado por una asamblea de los trabajadores, que no acept¨® ninguno de los seis despidos exigidos por la direcci¨®n. USO, mayoritaria en el comit¨¦ de huelga, junto con el sindicato nacionalista gallego ING, asumi¨® el protagonismo del conflicto, pero pronto las violencias callejeras (barricadas, asaltos a comercios e incendios, agresiones a bomberos y c¨®cteles molotov contra veh¨ªculos de la polic¨ªa) y la falta de una alternativa clara dej¨® el desarrollo real del conflicto en manos de los m¨¢s radicales. La propia UGT reconoc¨ªa en declaraciones a este diario ?que en Ascon se hab¨ªa desbordado al comit¨¦ de huelga y se hab¨ªa ca¨ªdo en parte en manos de revolucio narios?. El conflicto, esto es obvio, ofrece pretexto suficiente para que grup¨²sculos de extrema izquierda, como el PC(r) -partido impulsor de los GRAPO-, y nacionalistas exacerbados ensayen en Vigo t¨¢cticas revolucionarias que contribuyen a la desestabilizaci¨®n pol¨ªtica. Las centrales lo saben, pero prefieren continuar su batalla particular por el protagonismo del conflicto.
La empresa, que est¨¢ intervenida judicialmente como consecuencia de una suspensi¨®n de pagos, se ha mostrado inflexible en sus condiciones para poner fin al conflicto, tanto en sus contactos con los sindicatos como en los mantenidos con la Administraci¨®n. Su actitud deliberadamente dura, como demuestra su negativa a aceptar un arbitraje que ponga fin al conflicto, ha contribuido al paulatino deterioro de la situaci¨®n social y econ¨®mica, como, por ejemplo, el permitir la rescisi¨®n de contratos para la construcci¨®n de pesqueros para Cuba.
La Administraci¨®n, por su parte, se ampara en los nuevos principios de no imponer soluciones a las partes en los conflictos laborales, pero no ha sabido convencer a sindicatos y patronal para que se pusieran de acuerdo entre s¨ª o aceptaran su arbitraje. Se ha recibido a unos y a otros en el Ministerio de Trabajo, se les ha escuchado y eso ha sido todo. A pesar de ser consciente el departamento de la bomba de relojer¨ªa que supone Ascon para el clima laboral en Vigo, donde en los pr¨®ximos d¨ªas suspensiones de pagos como las de Confecciones Regojo y Corfi -cerca de 2.000 trabajadores pueden quedarse sin empleo- van a aumentar grados a la tensi¨®n que ya se vive, y aun sabiendo el riesgo que supone la reapertura de los astilleros sin una soluci¨®n al conflicto.
Ascon cuenta con uno de los astilleros m¨¢s calificados del mundo para la construcci¨®n de pesqueros. Los pedidos internacionales para contratar estos barcos con importante tecnolog¨ªa han sido y son frecuentes. Un astillero que en estos momentos pod¨ªa conseguir capear muy dignamente la crisis del sector se encuentra cerrado por un grave conflicto que pone de relieve la incapacidad de di¨¢logo por parte laboral y patronal.
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