La Escuela de Verano de Madrid, sin ayuda econ¨®mica
La Escuela de Verano de Madrid inici¨® el pasado lunes las jornadas de trabajo de su tercera edici¨®n, que tiene lugar en la facultad de Derecho de la Universidad Complutense de Madrid hasta el pr¨®ximo d¨ªa 9. M¨¢s de mil cursillistas ocupan la totalidad de las aulas de la facultad para participar de modo activo en un centenar largo de cursillos simult¨¢neos sobre los m¨¢s variados aspectos de la pedagog¨ªa y de la did¨¢ctica, centrados todos ellos en la aspiraci¨®n com¨²n de una profunda renovaci¨®n pedag¨®gica.Pero el entusiasmo del equipo de Acci¨®n Educativa, promotor de la versi¨®n madrile?a del cada vez m¨¢s pujante movimiento de las escuelas de verano, se ha visto enturbiado en esta ocasi¨®n por la carencia absoluta de ayuda econ¨®mica.
Tal vez para hacer m¨¢s verdadera la afirmaci¨®n de que Madrid ha sido siempre la primera v¨ªctima del centralismo, entre la treintena larga de escuelas de verano que funcionan ya en todo el pa¨ªs, la de Madrid es la ¨²nica que no cuenta con apoyo econ¨®mico.
Por sugerencia del propio Instituto Nacional de Ciencias de la Educaci¨®n (INCIE), los promotores de la Escuela de Verano de Madrid solicitaron la subvenci¨®n para el cursillo de este a?o al ICE de la Universidad Aut¨®noma de Madrid, en la confianza de que su actual equipo rector, elegido democr¨¢ticamente el pasado curso acad¨¦mico, sabr¨ªa mostrarse particularmente sensible ante el movimiento de renovaci¨®n pedag¨®gica que la Escuela de Verano representa.
El hecho es que, pese a reiteradas promesas de comprensi¨®n y apoyo, la presente edici¨®n se ha iniciado sin subvenci¨®n, por lo que un millar largo de entusiastas educadores no podr¨¢n recuperar, en contra de lo que esperaban, las 3.000 pesetas abonadas en concepto de matr¨ªcula que los organizadores del cursillo se hab¨ªan visto obligados a pedir, ante el temor de no contar al fin con la solicitada subvenci¨®n.
Ya el precio de la matr¨ªcula ha contribuido este a?o a que muchos maestros y licenciados renunciasen a inscribirse en el cursillo, que ha visto, con todo, triplicar su matr¨ªcula en los tres a?os de su existencia.
Lamentablemente, las interesantes experiencias educativas que lo m¨¢s granado del magisterio espa?ol lleva adelante con el mayor de los entusiasmos no pierden, al menos por lo que respecta a Madrid, su tradicional car¨¢cter marginal.
A esta marginalidad de los educadores ?en punta? se refer¨ªa la diputada socialista Marta Mata en una lecci¨®n magistral sobre Renovaci¨®n pedag¨®gica en la escuela p¨²blica, pronunciada ayer en esta tercera edici¨®n de la Escuela de Verano de Madrid, en un aula abarrotada de j¨®venes educadores. Tercera edici¨®n que ser¨ªa muy triste que fuera la ¨²ltima.
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