El fracaso del bloqueo contra Rodesia era conocido desde 1967

Harold Wilson y sus m¨¢s inmediatos colaboradores en el Gobierno laborista sab¨ªan ya a finales de 1967 que compa?¨ªas petrol¨ªferas brit¨¢nicas burlaban el bloqueo contra el r¨¦gimen ilegal de lan Smith, que hab¨ªa proclamado por su cuenta la independencia de Rodesia dos a?os antes.

Una declaraci¨®n de seis folios de Lord Thomson de Monifieth -ex secretario de Estado para la Commonwealth entre 1968 y 1969- revela que la inefectividad de las sanciones contra el r¨¦gimen de Salisbury era discutida frecuente el Gobierno laborista de entonces.Miembros clave del Gabinete Wilson eran Denis Healey, hoy ministro de Hacienda, y Roy Jenkins, ahora presidente de la Comisi¨®n de las Comunidades Europeas. Ni el ex primer ministro, que declar¨® a ra¨ªz de surgir el esc¨¢ndalo no saber nada del tema, ni los portavoces de los se?ores Healey y Jenkins quisieron ayer hacer comentarios a la nota de Lord Thomson, motivada por las especulaciones sobre su propio papel en el desarrollo de una historia que amenaza con convertirse en una carga retardada de imprevisibles repercusiones electorales.

Entre 1968 y 1970, en el que el poder pas¨® a manos conservadoras, el Gobierno negoci¨® con la British Petroleum y la Shell para que el petr¨®leo que permit¨ªa sobrevivir al r¨¦gimen de Smith no siguiera llegando a Rodesia. Continu¨® haci¨¦ndolo, pero a trav¨¦s de la firma francesa Total, con lo que BP y Shell desaparecieron, aparentemente, de la escena. Con el Gobierno Heath en el poder, y hasta la independencia de Mozambique, se cancel¨® el acuerdo con Total y Salisbury sigui¨® recibiendo el crudo a trav¨¦s de la ruta habitual, por ferrocarril, entre Mozambique y Rodesia.

Esta versi¨®n de los acontecimientos ha sido facilitada por Lord Thonison despu¨¦s de consultar los archivos del Foreign Office, a lo que tiene derecho como ex ministro del Gobierno. La explicaci¨®n que se sugiere para esta especie de farsa representada por sucesivas administraciones brit¨¢nicas es de un lado el miedo al reconocimiento p¨²blico del fracaso en la aplicaci¨®n de las sanciones; de otro, el temor a las represalias que contra Londres podr¨ªa adoptar la Rep¨²blica Surafricana.

El tema del petr¨®leo rodesiano va adquiriendo proporciones imparables en el ¨¢mbito pol¨ªtico brit¨¢nico. El congreso sindical de Brighton ped¨ªa ayer, en su debate sobre asuntos internacionales, ?luz y taqu¨ªgrafos?. Los m¨¢s importantes diarios nacionales editorializan en tono mayor sobre un esc¨¢ndalo que afecta ¨ªntimamente a la credibilidad p¨²blica de varios Gobiernos brit¨¢nicos. Rodesia es el tema de pol¨ªtica exterior m¨¢s importante para este pa¨ªs y Londres no puede evadir, ahora, su complicidad moral en la prolongaci¨®n de una guerra en la que han perdido la vida miles de personas y se ha arruinado la econom¨ªa del pa¨ªs. El diario The Guardian ped¨ªa ayer la solemnidad de un tribunal parlamentario con plenos poderes para esclarecer hasta el fondo un asunto que comienza a afectar a la conciencia nacional.