El desarrollo industrial, m¨¢ximo factor de contaminaci¨®n de las aguas de los r¨ªos
El problema del agua no es de escasez. A diferencia de otros recursos naturales, el agua no presenta p¨¦rdidas cuantitativas, su volumen total existente en la Tierra es siempre el mismo, actuando el ciclo hidrol¨®gico oc¨¦ano-atm¨®sfera-tierra-oc¨¦ano como un proceso autorregulador y autodepurador; el problema estriba en su desigual distribuci¨®n y en que su derroche desordenado puede conducir a su irreversible deterioro cualitativo al superar la contaminaci¨®n la capacidad depuradora del proceso natural del ciclo hidrol¨®gico.Del total del agua existente del 2 al 3% aparece como agua dulce apta para ser consumida directamente, y de esta cantidad el 75% se encuentra en forma de lluvia, por lo que, ¨²nicamente el 1% del total acumulado en la biosfera de forma l¨ªquida aparece como ¨²nica reserva para su utilizacion por el hombre en usos dom¨¦sticos, agr¨ªcolas e industriales. En la actualidad, el agua ¨²til se obtiene, fundamentalmente a partir de las aguas superficiales y subterr¨¢neas y, en algunos casos, de la desalinizaci¨®n del agua de mar, aunque se investigan otros procesos tales como la obtenci¨®n de lluvias artificiales o traslado y fusi¨®n de icebergs. No est¨¢ muy claro, sin embargo, que los beneficios que podr¨ªan obtenerse de la generalizaci¨®n de estos procesos lleguen, a compensar los perjuicios ecol¨®gicos que puedan producirse.
Las causas m¨¢s importantes de contaminacion son las producidas por la industria, que vierte en los r¨ªos y en el mar una gran cantidad de sustancias nocivas, los vertidos a las corrientes de agua de los residuos urbanos y de un modo especial los detergentes, y en los embalses y lagos el proceso llamado de eutrofizaci¨®n, que consiste en la fertilizaci¨®n de las aguas estancadas por la progresiva aparici¨®n de plantas acu¨¢ticas, agotamiento del ox¨ªgeno y aumento de su contenido en materia org¨¢nica, hasta que resulta inservible como agua potable. A esto habr¨ªa que a?adir la elevaci¨®n de la temperatura debida a la refrigeraci¨®n de centrales t¨¦rmicas y nucleares que modifica gravemente su contenido biol¨®gico.
Pero la contaminaci¨®n no se limita a las aguas superficiales, sino que se extiende a las subterr¨¢neas por la filtraci¨®n a trav¨¦s del suelo de las sustancias, qu¨ªmicas y pesticidas que se emplean en la agricultura en las regiones m¨¢s desarrolladas. Aunque la contaminaci¨®n de estas aguas es muy m¨¢s lenta, resulta dif¨ªcilmente reversible de bido a la falta de aireaci¨®n que padecen sin olvidar que en las zonas costeras un uso excesivo de aguas subterr¨¢neas puede provocar la salinizaci¨®n de estas reservas por la filtraci¨®n marina.
En resumen, los principales agentes contaminantes son los qu¨ªmicos: abonos, detergentes, pesticidas, herbicidas, fungicidas, residuos de industrias, lavaderos de minerales, fugas de petr¨®leos y sus derivados; radiactivos y organicobiol¨®gicos: pozos negros y alcantarillado.
Una legislaci¨®n inoperante
En Espa?a, al menos en teor¨ªa, la gesti¨®n del agua corresponde al Estado y est¨¢ encomendada, a dos Ministerios, el de Obras P¨²blicas, encargado de la regulaci¨®n y concesi¨®n de las aguas, superficiales y obras de ingenier¨ªa civil relacionadas con las mismas, y el de Industria, que tiene a su cargo las aguas subterr¨¢neas. Sin embargo, en la pr¨¢ctica, el agua y su uso y consumo se encuentran sometidos a criste?os de m¨¢ximo beneficio, y el desarrollo capitalistaha convertido el agua, en una mercanc¨ªa que se compra y se vende como cualquier otra. El Estado se ha mostrado incapaz de oponerse a su utilizaci¨®n desigual y a su contaminaci¨®n progresiva.Aunque la legislaci¨®n vigente sobre el agua data de una ¨¦poca en la que no se pod¨ªa prever el deterioro actual de nuestros r¨ªos -ley General de Aguas de 1879-, s¨ª ten¨ªa en c¨²enta la regulaci¨®n de su contaminaci¨®n: ?Cuando un establecimiento industrial comunique a las aguas sutancias y propiedades nocivas a la salubridad o a la vegetaci¨®n, el gobernador de la provincia dispondr¨¢ que se haga un reconocimiento facultativo, y si resultase cierto el perjuicio, mandar¨¢, que se sus e?da el trabajo industrial hasta que sus due?os adopten el oportuno remedio.? (Art. 219). Basta con recorrer las cuencas hidrogr¨¢ficas del Noroeste, del Norte y del Pirineo oriental, donde se encuentran los r¨ªos m¨¢s contaminados de Espa?a, para comprobar que esta medida legislativa no se cumple, sustituy¨¦ndose en la pr¨¢ctica el cierre de las industrias por multas que, en el mejor de los casos, son manifiestamente desproporcionadas al da?o ocasionado y que las empresas pueden considerar estas sanciones, como integrantesde sus costos de explotaci¨®n.
En estos mismos d¨ªas la prohibici¨®n gubernativa de la marcha popular prevista para protestar contra la contaminaci¨®n de las aguas del Llobregat pone de manifiesto, una vez m¨¢s, la inoperancia de una legislaci¨®n y la complicidad de las autoridades en su incumplimiento. El r¨ªo Llobregat sufre 881 vertidos ilegales, seg¨²n los organizadores de la marcha lo al menos 97yertidos residuales, seg¨²n la Comisar¨ªa de Aguas del Pirineo Oriental. Las contaminaciones frecuentemente denunciadas de las r¨ªas de Bilbao, Avil¨¦s y de las r¨ªas gallegas son otros tantos ejemplos de esta situaci¨®n, de hecho tremendamente grave, a la que jam¨¢s se ha puesto remedio.
Junto a las industrias, las grandes aglomeraciones urbanas constituyen un factor gravemente contaminante por los vertidos en los r¨ªos en el mar de sus aguas residuales. As¨ª, para abastecer a Madrid se dedica la totalidad del cau dal de las aguas del Lozoya y gran parte de la cuenca alta del Jarama, verti¨¦ndose posteriormente a este mismon.o un caudal de 7,6 metros c¨²bicos por segundo, del cual la mayor parte -6,6 metros c¨²bicos por segundo- son aguas residuales de m¨¢xima contaminaci¨®n, cuyos efectos se dejan sentir hasta la pro vincia de C¨¢ceres, habiendo pro vocado esta situaci¨®n las l¨®gicas protestas de poblaciones afectadas, como Toledo. Noticias como la que estos mismos d¨ªas se ha producido en un pueblo de Pontevedra, ante una posible epidemia de tifus por la contaminaci¨®n de las aguas de su abastecimiento, son frecuentes, en muchos puntos del pa¨ªs y se?ales de alarma de un problema que ea da d¨ªa se agrava.
Las aglomeraciones urban s en nuestros litorales, construidas para acoger un turismo de vacaciones en crecimiento, producen, por sus vertidos residuales en el mar, la contaminaci¨®n de las playas origen de la tracci¨®n tur¨ªstica y causa inmediata de su crecimiento. Seg¨²n un informe de la CNT, publicado uno d¨¦ estos d¨ªas, son varias las playas de M¨¢laga gravemente contamidas y peligrosas para sus ba?istas y en este mismo verano se ha decretado el cierre de otrasen la provincia de Barcelona por la misma raz¨®n. La situaci¨®n del Mediter¨¢neo, denuncian los expertos, est¨¢ entrando ya en, ese punto irre7 versible por la acci¨®n contaminante de sus litorales y de las aguasvertidas por los r¨ªos portadores de residuos industriales.
El reparto y la distribuci¨®n del agua
Otra cuesti¨®n distinta, pero no menos grave, es la desigual distribuci¨®n del agua en nuestra geograf¨ªa y su desigual aprovechamiento. Para determinadas zonas y pa¨ªses la escasez de agua ha supuesto el subdesarrollo y la dependencia; en nuestro pa¨ªs son regiones enteras las que est¨¢n desfavorecidas y esta situaci¨®n se va progresivamerite agravando en virtud de la sucesiva incidencia que sobre este problema ha tenido una acci¨®n continuada de planes para el aprode las aguas y modificaci¨®n de su ya desigual distribuci¨®n natural y que han beineficiado siempre a las zonas m¨¢s favorecidas, donde se han concentrado las industrias y. las grandes aglomeraciones urbanas. Actualmente el problema se pone de manifiesto con los procesos auton¨®micos, ya que las regionesm¨¢s pobres denuncian y se resisten contra el expolio de sus aguas y recursos naturales en beneficio de otras regiones y nacionalidades m¨¢s desarrolladas. Concretamente dos proyectos de trasvase de aguas, el del Tajo-Segura y el del Ebro, son un ejemplo de expoliciaci¨®n de recursos naturales canalizados hacia regiones m¨¢s pr¨®speras para consolidar y ampliar su econom¨ªa en detrimento de otras ¨¢reas m¨¢s necesitadas, a las que se limita para siempre de esta forma su posible desarrollo futuro.El primero de estos proyectos, el trasvase del Tajo al Segura, en ejecuci¨®n muy avanzada, toma las aguas del pantano de Bolarque, situado en la cabecera de la cuenca del Tajo, y a trav¨¦s de 286 km, que suponen obras de ingenier¨ªa civil extraordinariamente costosas, las vierten en la cabecera del r¨ªo Mundo, afluente del Segura. El agua, ya en este r¨ªo, se divide en dos canales (obras del postrasvase a¨²n, no realizado): el de la margen izquierda que regar¨¢ las zonas de Alicante y Cartagena, y el de la derecha, que servir¨¢ al valle del Guadalentin y parte de Almer¨ªa. La capacidad total de este trasvase es de 1.000 millones de metros c¨²bicos por a?o, pero la primera fase del proyecto s¨®lo autoriza un trasvase de 600 millones, que ser¨¢n, al parecer, empleados en primer t¨¦rmino para el consumo urbano y no para regad¨ªo, como se dijo para justificar el proyecto. Las reducciones progresivas de las zonas de regadio previstas y la prioridad dada al consumo hacen suponer que la raz¨®n del trasvase no es tanto regar como favorecer el desarrollo urbano-industrial y, sobre todo, tur¨ªstico de Alicante y Murcia, respondiendo a intereses de multinacionales instaladas en esta zona del litoral. Las zonas m¨¢s perjudicadas en este proyecto son C¨¢ceres y Toledo, a quienes se les obliga a ser solidarias con un desarrollo tur¨ªsco e industrial delque no van a obtener ning¨²n beneficio, salvo algunas obras de infraestructura de escaso valor y cuya necesidad resultaba evidente antes del trasvase.
El trasvase del Ebro, contestado
El trasvase del Ebro, proyecto hoy, fuertemente contestado desde Arag¨®n y desde Navarra, tiene por objeto abastecer con nuevos caudales de agua las continuas demandas de los cordones industriales de Barcelona y en grado menor de Tarragona y Valencia.En 1974 la Direcci¨®n General de Obras Hidr¨¢ulicas present¨® un plan por el que se pretend¨ªa derivar una parte del caudal del r¨ªo Ebro, tomado en el tramo inferior a Xerta, y conducirlo por un acueducto hasta los grandes n¨²cleos urbanos de Barcelona y Tarragona. El proyecto supon¨ªa, seg¨²n el criterio de los habitantes y campesinos del bajo Arag¨®n, la ruina de esta zona agr¨ªcola en beneficio de otra regi¨®n industrializada. La oposici¨®n activa ha hecho detener, al menos de momento, el proyecto, al mismo tiempo que se han establecido diversas alternativas para solucionar el problema.
Hoy el trasvase del Ebro, o si se prefiere la desviaci¨®n de una parte de su caudal hacia las grandes concentraciones urbanas e industriales catalanas, se encuentra ¨ªntimamente ligado al problema del delta del Llobregat, y a la expansi¨®n urbana e industrial de Barcelona. Esta ciudad y su cord¨®n indutrial se ahoga no s¨®lo por falta de agua, sino tambi¨¦n de espacio, y el delta del Llobregat va desapareciendo corno espacio de huerta bajo la presi¨®n de una expansi¨®n desordenada. Zona muy rica en aguas subterr¨¢neas y de superficie, se va degradando en gran parte debido a la instalaci¨®n de gran n¨²mero de industrias, entre las que merecen destacarse, por su gran consumo de agua, las papeleras y la industria de la seda.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.