Sexo y sacramento

No es posible experimentar un matrimonio futuro en relaciones sexuales preconyugales. La entrega sexual personal puede solamente ser realizada; no puede ser tomada como ensayo. En esta uni¨®n sexual anticipada, sin el s¨ª que une a los dos c¨®nyuges, se olvida que el amor de dos seres humanos, para ser definitivamente v¨¢lido, debe ser prometido ante Dios y ante los hombres. Es precisamente en este campo en el que muchos buscan un gozo personal sin tener en cuenta la forma de vida matrimonial que es determinante para la Iglesia y para la sociedad. El matrimonio es un sacramento que eleva la uni¨®n de amor entre dos seres humanos para hacer del mismo la imagen visible de la uni¨®n de Cristo con su Iglesia.La entrega total, corporal y espiritual a la vez, del hombre y de la mujer est¨¢ vinculada al matrimonio. La experiencia demuestra que un matrimonio que est¨¦ fundado ¨²nicamente sobre el instituto sexual no puede tener solidez alguna. Se enga?an estas obras ?avanzadas? que defienden la sexualidad como ¨²nica grandeza de un matrimonio feliz. La sexualidad en el matrimonio no proporciona felicidad y enriquecimiento, sino solamente all¨ª donde dos seres humanos asumen plenamente su amor, en la fidelidad y responsabilidad mutuas, all¨ª donde se convierten en compa?eros, para la vida y donde son capaces de hablar entre ellos de todo lo que les anima.

Con profundo respeto pienso que los c¨®nyuges que no renuncian a su responsabilidad y a su fidelidad, incluso cuando comprueban con mucha frecuencia hasta qu¨¦ punto la vida cotidiana en el matrimonio puede ser dif¨ªcil a causa de las deficiencias humanas. Ellos experimentan en su vida que la sexualidad por s¨ª sola no puede unir y satisfacer a los c¨®nyuges. Ser¨¢n felices en la medida que son responsables, es decir fieles.