Versi¨®n policial sobre los sucesos de la plaza deI Dos de Mayo
La Jefatura Superior de Polic¨ªa de Madrid ha enviado a EL PAIS un comunicado en el que se detallan los sucesos ocurridos el pasado fin de semana en la plaza del Dos de Mayo, durante los cuales result¨® herido de bala Juan Zorita. La polic¨ªa considera ?inaceptable? la versi¨®n ofrecida a EL PAIS (v¨¦ase la edici¨®n del martes pasado), por un testigo presencial de los hechos, G. C. M., ?pues no se ajusta a la verdad en ninguno de sus extremos?.La versi¨®n policial es la siguiente: ?La dotaci¨®n de un K del 091 lleg¨® a la plaza del Dos de Mayo minutos despu¨¦s, dos o tres, de recibir el comunicado por la emisora. Precisamente, se hallaba en las proximidades y, por ello, se ofreci¨® voluntaria al servicio. M¨¢s, tarde llegaron dos Z a los que habr¨ªa correspondido actuar inicialmente. La centralista del 091 hab¨ªa recibido varias llamadas an¨®nimas, dando cuenta del incidente, diez minutos despu¨¦s de haber ocurrido ¨¦ste. Inmediatamente, se difundi¨® por la emisora, como queda dicho.?
?Cuando llegaron los inspectores a la plaza vieron al herido, Juan Zorita Esteve, que estaba recostado en un banco y rodeado por un numeroso grupo de personas. Estas se opusieron a que aqu¨¦l fuera conducido en los coches policiales a un centro m¨¦dico. Fue preciso esperar a su traslado en camilla al Instituto de Cirug¨ªas Especiales de la calle San Bernardo, 68. Sin duda, el estudiante de periodismo (G. C. M.) y dem¨¢s acompa?antes ignoran que todos los funcionarios de polic¨ªa han recibido cursos de salvamento y socorrismo; as¨ª como los miles de servicios humanitarios, y decenas de vidas salvadas por ellos. No se puede hablar de pasividad de la polic¨ªa cuando ¨¦sta registr¨® la zona y hall¨® el casquillo del proyectil disparado contra Juan Zorita. G. C. M. parece desconocer tambi¨¦n esto y que dos testigos acompa?aron a los funcionarios hasta la Brigada Regional de Polic¨ªa Judicial, uno hab¨ªa presenciado la agresi¨®n y el otro dijo conocer al herido, aunque m¨¢s tarde se comprobar¨ªa que no era cierto.?
?Por otra parte, seg¨²n parece, G. C. considera normal que se insulte a la polic¨ªa cuando hace acto de presencia en un servicio, si bien este no es el caso, pues no se practic¨® ninguna detenci¨®n. Aunque las investigaciones a¨²n no est¨¢n completas, existen s¨®lidos fundamentos para sospechar que no se trat¨® de ning¨²n atraco, sino de un ajuste de cuentas entre maleantes. Juan Zorita est¨¢ conceptuado como delincuente habitual contra la propiedad, estuvo interesada su busca y captura en 1975 por desertor de la Legi¨®n y ha sufrido las medidas de la ley de Peligrosidad y Rehabilitaci¨®n Social. Su residencia habitual es en Barcelona y, dado que a¨²n no se ha podido hablar con ¨¦l, se ignoran los motivos de su estancia en Madrid. ?
Discusi¨®n previa
?Seg¨²n el testigo qu¨¦ antes hemos mencionado, minutos antes del disparo vio a un grupo de cinco individuos que discut¨ªan de forma discreta, e incluso oy¨® a uno de ellos decir en tono intimidatorio: "P¨¢same los talegos", o tal vez, "p¨¢same dos talegos". El sujeto al que al parecer iban dirigidas estas palabras se separ¨® tranquilamente del grupo y fue a sentarse en un banco. El que pronunci¨® la frase se acerc¨® a ¨¦l, transcurridos unos instantes. Estuvieron hablando unos segundos hasta que, sacando una pistola que ya antes hab¨ªa exhibido, dispar¨® contra Juan Zorita. Tambi¨¦n cree el testigo haber escuchado decir a uno de los del grupo: "Vete a por ¨¦l." Perpetrado el delito, los cuatro desaparecieron de la zona. ??Por ¨²ltimo -termina el comunicado-, el supuesto laconismo de la informaci¨®n policial a la prensa no es otro que la simple enumeraci¨®n de los hechos, pues las incipientes investigaciones no permiten aventurar opiniones sobre el suceso.?
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