Termes: "La banca colaborar¨¢ con el Poder constituido, sea el que sea"
?La banca, plenamente consciente de su misi¨®n de servicio p¨²blico, siempre y en cualquier situaci¨®n ha colaborado y colaborar¨¢ con el poder constituido, sea el que sea. La banca no espera ning¨²n cambio de Gobierno y espera tan s¨®lo que cualquier Gobierno que salga de la voluntad electoral de los espa?oles sepa comprender el papel que corresponde a la instituci¨®n bancaria privada en una econom¨ªa occidental?, declar¨® ayer el presidente de la Asociaci¨®n Espa?ola de Banca Privada (AEB), Rafael Termes, en el curso de un almuerzo celebrado con la Agrupaci¨®n de Periodistas de Informaci¨®n Econ¨®mica (APIE).
Con esta manifestaci¨®n, el se?or Termes ha intentado precisar y replicar un rumor que ¨²ltimamente ha corrido por medios econ¨®micos, seg¨²n el cual el se?or Abril Martorell, ministro de Econom¨ªa y vicepresidente del Gobierno, habr¨ªa dicho a los siete grandes de la banca, en el reciente almuerzo que celebraron en el Banco de Espa?a, que deb¨ªan decidirse a invertir, ya que no pod¨ªan esperar un Gobierno m¨¢s a la derecha que el actual.
La banca colabora
Seg¨²n el presidente de la AEB, ?nunca la banca hab¨ªa colaborado tan ampliamente y tan espont¨¢neamente como ahora con la Administraci¨®n p¨²blica, plenamente convencida de que la consolidaci¨®n del proceso democr¨¢tico, dentro de un sistema de econom¨ªa de mercado, es no solamente bueno para el pa¨ªs, sino la sola garant¨ªa de su pervivencia como instituci¨®n privada. El di¨¢logo Gobierno-banca es frecuente y amplio, a todos los niveles. Abril Martorell es el ministro del ramo que, en toda la historia reciente, m¨¢s veces se ha reunido con los banqueros?.El contenido del almuerzo celebrado recientemente entre los siete banqueros m¨¢s importantes del sector y el se?or Termes, por un lado, y por el se?or Abril Martorell y el gobernador del Banco de Espa?a, por el otro, fue explicado por el presidente de la AEB en el curso de su reuni¨®n con los periodistas. El se?or Abril hizo en aquel almuerzo una invitaci¨®n a los bancos privados a una seria reflexi¨®n sobre la manera de hacer compatible la liberalizaci¨®n total del sistema financiero que el Gobierno desea alcanzar con las necesidades de financiaci¨®n en razonables condiciones de plazo e inter¨¦s, tanto para la econom¨ªa en general como para determinados sectores, vitales para el pa¨ªs, que puedan pasar por situaciones nacionales o internacionales de crisis.
Agreg¨® el se?or Termes que, a juicio del se?or Abril Martorell, si las instituciones privadas, en uso de su leg¨ªtima libertad, no acuden a esta demanda, el Estado tendr¨¢ que asumir su financiaci¨®n captando los fondos en competencia con el sector privado.
Dinero para el 79
En definitiva, el dilema que Fernando Abril les plante¨® a los banqueros, y que a¨²n no est¨¢ resuelto, ya que autoridades monetarias y representantes de la banca han acordado formar una comisi¨®n mixta para estudiar este asunto, consiste en saber si los bancos van a financiar a las empresas, espa?olas durante el a?o pr¨®ximo con tipos de inter¨¦s que se podr¨ªan calificar de competitivos o asequibles y si el dinero que la banca va a facilitar al sector privado lo ser¨¢ a plazo medio y largo y no a corto, como suele hacer la instituci¨®n bancaria.En opini¨®n del se?or Termes, los costes de los bancos espa?oles son demasiado elevados en algunos conceptos y la banca se encuentra ante la necesidad de atender dos deseos contradictorios: una retribuci¨®n alta del ahorro (es decir, de los dep¨®sitos) y cr¨¦dito barato. Los costes fijos de los bancos privados son en Espa?a muy elevados debido a diversos factores: la mec¨¢nica del descuento de letras absorbe hasta el 30% del personal bancario, cosa que no sucede en otros pa¨ªses en donde no existe este documento mercantil; los servicios bancarios no se cobran, cosa que tampoco sucede en los sistemas bancarios extranjeros, y la pol¨ªtica de coeficientes establecida en nuestro pa¨ªs para los bancos exige una importante inmovilizaci¨®n de recursos, que tienen una remuneraci¨®n muy baja. El conjunto de estos tres factores determina un elevado coste del dinero de que disponen los bancos, que a la hora de la verdad se traslada a los clientes, es decir, a los receptores de los cr¨¦ditos. Una forma de disminuir estos costes -es decir, los tipos de inter¨¦s- ser¨ªa la de modificar este esquema tan r¨ªgido, modificando la pol¨ªtica de coeficientes -por ejemplo, el de garant¨ªa- que al se?or Termes le parece innecesario, ya que la verdadera garant¨ªa de la solvencia de un banco est¨¢ en la forma en que coloca su dinero y en c¨®mo invierte.
Otra soluci¨®n posible aportada por el se?or Termes, y que los bancos est¨¢n analizando seriamente en estos momentos, es la eventual sustituci¨®n de la letra de cambio, lo que podr¨ªa representar un importante ahorro de dinero.
En definitiva, el problema que se plantea es el grado de intervenci¨®n del sector p¨²blico en la econom¨ªa para el a?o pr¨®ximo en el caso de que la banca privada no sea capaz de proporcionar la necesaria financiaci¨®n a las empresas en condiciones aceptables de plazo y de tipo de inter¨¦s. A corto plazo, el inter¨¦s de los bancos privados, seg¨²n reconoci¨® el se?or Termes, est¨¢ en dejar que el sector p¨²blico intervenga m¨¢s activamente, ya que as¨ª no se ver¨ªan negativamente afectadas las cuentas de resultados de los bancos en el pr¨®ximo a?o. Pero el inter¨¦s a corto plazo de la banca no coincide -y hasta se podr¨ªa decir que contradice- el inter¨¦s a largo plazo, pues un avance del sector p¨²blico implica una p¨¦rdida de posiciones de la banca privada y, en definitiva, de la econom¨ªa de mercado. El coste que est¨¢n dispuestos a pagar los banqueros por impedir este avance estatal puede ser positivo para el conjunto de la econom¨ªa y para los empresarios espa?oles en el a?o pr¨®ximo. No para los banqueros a corto plazo pero s¨ª a largo.
La financiaci¨®n a largo plazo es una necesidad importante de la econom¨ªa espa?ola en estos momentos, agudizada por la desaparici¨®n de algunas importantes partidas de financiaci¨®n a largo plazo que antes exist¨ªan en forma de coeficientes y de circuitos privilegiados. Su r¨¢pida desaparici¨®n hace un a?o est¨¢ siendo duramente criticada en algunos sectores incluso del Gobierno, porque ha dejado sin contenido ni posibilidades a actividades como la transformaci¨®n del campo, la construcci¨®n de viviendas y la de buques.
? Como se ve -se?al¨® el se?or Termes-, se trata de un reto que ser¨ªa m¨¢s comprensible y aceptable, por parte de la banca, si el sistema financiero estuviera verdaderamente liberalizado y no tuvi¨¦ramos todav¨ªa m¨¢s de un 30% de nuestro activo sujeto a reglas de no mercado y el Estado estuviera dispuesto a resolver por lo menos parte de estas situaciones, llev¨¢ndolas a las Cortes para incluir en el presupuesto las subvenciones necesarias para los sectores cr¨ªticos, supuesto que el reparto social ser¨ªa s¨®lo a la productividad de las empresas afectadas.?
Nerviosismo
El presidente de la AEB se?al¨® tambi¨¦n en la reuni¨®n con los periodistas que las deficiencias observadas en la aplicaci¨®n de la pol¨ªtica monetaria durante los ¨²ltimos meses hab¨ªan tenido su origen en el nerviosismo que a comienzos de a?o invadi¨® al Gobierno, a consecuencia de las quejas que algunos sectores de la oposici¨®n realizaron con motivo del bajo crecimiento del cr¨¦dito y la falta de inversiones. La reacci¨®n de la banca fue r¨¢pida aunque despu¨¦s ha sido muy dif¨ªcil parar el aceler¨®n experimentado a partir de marzo. Por otra parte, el c¨¢lculo de la financiaci¨®n bancaria a la econom¨ªa no se ha realizado con los mejores indicadores, ya que en su opini¨®n lo que es necesario es seguir el comportamiento del cr¨¦dito privado, con un ¨ªndice m¨¢s apropiado, que ser¨ªa la tasa m¨®vil anual, que refleja menos las alteraciones del cr¨¦dito y evita situaciones de nerviosismo.Se?al¨® tambi¨¦n el se?or Termes que una de las cuestiones que habr¨¢ que negociar pronto entre empresarios y trabajadores es la de la movilidad laboral, necesaria en su opini¨®n para mejorar la productividad.
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