Presidente del PNV: "Ni peligra la unidad de Espa?a ni habr¨¢ situaciones aberrantes"
Ni la unidad del Estado espa?ol corre peligro por el reconocimiento de los derechos forales en la Constituci¨®n, ni por esa v¨ªa podr¨¢ llegarse a situaciones tan aberrantes como temen algunos, ya que los vascos no van a pedir nada que est¨¦ fuera de la l¨®gica y, en ¨²ltimo caso, el Gobierno y las Cortes se reservan la ¨²ltima palabra. Estas dos conclusiones b¨¢sicas pueden extraerse de una amplia conversaci¨®n mantenida ayer por EL PAIS con el presidente del PNV, Carlos Garaicoechea, en torno a las posibilidades que abre la enmienda relativa a los fueros incorporada al texto constitucional por la Comisi¨®n del Senado.
El dirigente nacionalista manifest¨® que el reconocimiento de los derechos forales significa en el plano te¨®rico devolver a unos determinados territorios la posibilidad de recuperar unas cotas de poder que fueron expoliadas unilateralmente y por acciones de guerra entre 1839 y 1876.?Hasta entonces -a?adi¨®- el Estado espa?ol era una especie de confederaci¨®n mon¨¢rquica que produjo una convivencia ejemplar de los distintos pueblos. El Rey desarrollaba una funci¨®n aglutinante y ejerc¨ªa unas funciones cl¨¢sicas, como las relaciones exteriores o la facultad de declarar la guerra, por citar s¨®lo unos ejemplos. En suma, la plena foralidad significa la existencia de un Estado y el reconocimiento de unas facultades inherentes al mismo. En cualquier caso, la actualizaci¨®n de los antiguos derechos forales debe realizarse por acuerdo del Gobierno y de los representantes de los distintos territorios, con posterior ratificaci¨®n de las Cortes. Ante tantas mentes suspicaces como parecen existir conviene recordar que la actualizaci¨®n de los fueros deber¨¢ contar con el asentimiento del poder central.?
De hecho, la actualizaci¨®n de los fueros ya ha hecho exclamar a alg¨²n medio informativo que los vascos podr¨¢n, en virtud de los mismos, negarse a prestar el servicio militar. El se?or Garaicoechea cree que esto responde a un af¨¢n mal¨¦volo de levantar temas que sensibilizan al p¨²blico y que pueden suscitar reacciones contrarias a las pretensiones vascas.
?Sin que mi respuesta -dice- pretenda tranquilizar a quienes hayan podido inquietarse por este rumor, quiero remitirme tan s¨®lo a la enmienda que present¨® en su d¨ªa el PNV en torno a las materias de competencia exclusiva del Estado. Nuestra lista inclu¨ªa quince materias y entre ellas estaba, por supuesto, la organizaci¨®n de la defensa. A la hora de pensar en una razonable actualizaci¨®n de los fueros, est¨¢ claro que nuestros representantes dan por supuesto que este es un tema que compete al Estado. Otra cosa es que tratemos de que el servicio militar pueda cumplirse en los lugares de origen, pero ¨¦sta puede ser una aspiracion compartida por amplios sectores de todo el Estado.?
Otra cuesti¨®n que tal vez se planteen muchos es por qu¨¦ los nacionalistas vascos insisten en los fueros, cuando por la v¨ªa auton¨®mica normal podr¨ªan conseguirse muchas de las competencias que puedan exigirse por este camino. El se?or Garaicoechea afirma que por esta v¨ªa el Pa¨ªs Vasco va a poder resolver m¨¢s f¨¢cilmente temas espec¨ªficos que son trascendentes para los vascos y que pueden no serlo para otros. ?No pretendemos -a?ade- establecer discriminaciones ni el estatuto nuestro tiene por qu¨¦ ser globalmente diferente de los dem¨¢s al abrigo de los fueros. El sentido de nuestra reclamaci¨®n foral es el de poder resolver nuestros problemas con rapidez, al mismo tiempo que deseamos para los dem¨¢s una autonom¨ªa lo bastante profunda como para resolver los suyos.?
Particular incidencia puede tener tambi¨¦n la disposici¨®n foral respecto a los conciertos econ¨®micos, tema ¨¦ste al que se muestra reacio el Gobierno, a pesar de haberlo recogido de forma expresa en el r¨¦gimen preauton¨®mico vasco. Al amparo de la restauraci¨®n foral podr¨ªan restablecerse los conciertos como ¨²ltimo residuo de unos derechos originarios en materia de hacienda.
Junto a la reinvidicaci¨®n de los conciertos, los nacionalistas tienen buen cuidado en insistir en que no pretenden establecer ning¨²n privilegio.
Tampoco por la v¨ªa foral el PNV pretende hoy poner en pie ninguna aduana de las que en su d¨ªa existieron en los l¨ªmites con Castilla. ?Creo -dice el se?or Garaicoechea- que si todas las aduanas son ya un anacronismo, las de hace 140 a?os lo son por partida doble.?
En ¨²ltima instancia, el presidente de los nacionalistas insiste en que en ning¨²n caso el PNV ha puesto en tela de juicio con su trabajo constitucional la unidad del Estado, que, a su juicio, ha salido reforzada al aceptarse su planteamiento foral. ?Espero -termina- que superando los problemas que puedan surgir lleguemos a construir un Estado que nos acoja a todos. A este respecto los fueros no son para nosotros sino el reflejo de nuestra propia concepci¨®n de la libertad, sin que a trav¨¦s de ellos pretendamos, en ning¨²n caso, establecer privilegios sobre otros territorios.?
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