Revoluci¨®n y guerra fr¨ªa
Cuba presenta este a?o a concurso un material mejor que el del a?o pasado. Junto a un ?corto? sobre el famoso Juantorena, en el que narran no s¨®lo sus triunfos sino la vida de este atleta, su particular filosof¨ªa del deporte, su modo de prepararse ps¨ªquica y f¨ªsicamente, un segundo filme nos trae a la memoria el recurso de otro cubano periodista, escritor revolucionario, muerto en plena guerra civil espa?ola.Su biograf¨ªa nos lleva desde los alzamientos contra el r¨¦gimen de Machado a la prisi¨®n en la isla de Pinos, y desde Nueva York hasta lo d¨ªas primeros de nuestra guerra civil en los frentes de Buitrago o en la Gran V¨ªa madrile?a.
La vida de Pablo Torriente Brau, eterno activista, aparece as¨ª de tal modo unida a la historia de su patria, que el filme viene a ser un relato de esta historia en la voz de familiares, amigos y compa?eros que por aquellos d¨ªas le trataron y conocieron.
Realizado con material de archivo, escenas reconstruidas, fotograf¨ªas y declaraciones de sus contempor¨¢neos, destacan, sobre todo, por su curiosa form literaria las de Ra¨²l Roa, amigo en la prisi¨®n y buen conocedor de su vida y obra.
El segundo filme franc¨¦s presentado en la selecci¨®n oficial es bien distinto de aquella otra Utop¨ªa, por no decir diametralmente opuesto. Nos llega de la mano de su autor, Michel Deville, a quien se debe la historia en colaboraci¨®n con Guilles Perrault. Lejos de su estilo habitual que tantos ¨¦xitos le dio en la comedia, sin nostalgia y sin melancol¨ªa, Deville ha construido un filme as¨¦ptico y casi matem¨¢tico, bien estructurado, fr¨ªo y hasta cierto punto impersonal, tal corno debe ser un buen dossier, ese al que alude el t¨ªtulo de la pel¨ªcula.
A lo largo de ¨¦l se nos muestra c¨®mo un hombre puede ser analizado, espiado y, hasta cierto punto, destruido, a fin de vetar su acceso a una organizaci¨®n internacional rival de la que encarga tal tipo de trabajo.
Y de nuevo la guerra de Espa?a en La vieja memoria. Este filme de Jaime Camino, l¨²cido y a la vez apasionado, supone un decisivo acercamiento a nuestra contienda tratada tan a menudo por el cine y la literatura en las ¨²ltimas d¨¦cadas. Sin embargo, m¨¢s all¨¢ de tal alud aparecido de improviso sobre nuestras pantallas, la pel¨ªcula de Camino supone, no un toque m¨¢s al terna, feliz, l¨ªrico, parcial o comprometido, sino un resumen y superaci¨®n de todos estos intentos interiores, un an¨¢lisis m¨¢s claro y elocuente, un rigor m¨¢ximo en el material de archivo y, sobre todo, en las declaraciones de sus personajes gracias a un h¨¢bil montaje. Sin alardes de cine-club ni f¨¢cil literatura a favor de ninguno de ambos bandos, con verdad y con rigor, se nos presenta la historia de Espa?a desde los a?os que precedieron a la guerra hasta el final y la derrota. En cap¨ªtulos dedicados a Madrid y Barcelona, a los intentos de revoluci¨®n por parte de los anarquistas, a sus enfrentamientos con los diversos grupos pol¨ªticos, se analiza el pasado en boca de sus protagonistas, a ratos con ira y a ratos con humor, y siempre con un respeto matizado que no borra la emoci¨®n en los momentos mejores.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.