Cyrus Vance busca en Oriente Pr¨®ximo apoyo para los acuerdos de Camp David

Con la evidente misi¨®n de ?vender? a Jordania y Arabia Saudita los acuerdos de Camp David, y de reducir en lo posible la oposici¨®n a los mismos de Siria, el secretario de Estado norteamericano, Cyrus Vance, emprendi¨® ayer una gira por Oriente Pr¨®ximo, con escalas en Riad, Amm¨¢n y Damasco.

La nueva ofensiva diplom¨¢tica norteamericana es la consecuencia l¨®gica de los ?acuerdos-marco? firmados por Begin y Sadat, con la mediaci¨®n de Carter, en la cumbre de Camp David. Sin la participaci¨®n del rey Hussein de Jordania es totalmente imposible el desarrollo del acuerdo sobre Cisjordania y la franja de Gaza, lo que significar¨ªa la reducci¨®n de los resultados de la conferencia tripartita a un tratado de paz entre Tel-Aviv y El Cairo.El respaldo de Arabia Saudita a los ?acuerdos-marco? se presenta asimismo como esencial para que ¨¦stos puedan plasmarse en resultados concretos. El rey Jaled s¨²ministra importante ayuda econ¨®mica a Egipto y, adem¨¢s de la llave del petr¨®leo. tiene gran influencia sobre los Emiratos del Golfo P¨¦rsico y sobre la Organizaci¨®n para la Liberaci¨®n de Palestina (OLP). Un rechazo total por parte de Arabia Saudita, si bien de menos gravedad que un repudio jordano, har¨ªa muy dif¨ªcil la viabilidad de los acuerdos egipcio-israel¨ªes.

La tercera etapa del viaje de Cyrus Vance, Siria, fue anunciada anoche. pocas horas antes de que el secretario de Estado tomara el avi¨®n hacia Oriente Pr¨®ximo. Ello parece indicar que han existido reticencias por parte del presidente Assad para recibir al enviado norteamericano y, aunque finalmente haya accedido a la entrevista, el l¨ªder sirio mantiene su postura de rechazo absoluto a los acuerdos de Camp David, secundado por los pa¨ªses ¨¢rabes del ?frente de rechazo ?.

Mientras se lanzaba esta ofensiva diplom¨¢tica, el presidente Jimmy Carter saboreaba las mieles del triunfo ante una sesi¨®n conjunta de las dos C¨¢maras del Congreso norteamericano. Aunque a muy pocos se les ocultan las serias dificultades que deber¨¢n afrontar los acuerdos. los comentarios de dem¨®cratas y republicanos han sido altamente favorables al ?c¨®nclave? de Camp David va la iniciativa de Carter.

Entre nutridos aplausos, el presidente norteamericano dijo ante el Congreso que ?un sue?o imposible se ha convertido en una realidad?. y tuvo palabras de elogio para Menahem Besgin y Anuar el Sadat, que asist¨ªan a la sesi¨®n especial del legislativo estadounidense. Tras explicar con cierto detalle el contenido de los dos ?acuerdos-marco?, Carter calific¨® el futuro tratado de paz egipcio-israel¨ª como ?un gran regalo de Navidad para todo el mundo?.

Si bien es pronto para saber los efectos que el resultado de la cumbre tendr¨¢ sobre los electores norteamericanos. es evidente que el presidente Carter ha mejorado mucho su imagen p¨²blica y que est¨¢ decidido' aprovechar al m¨¢ximo las ventajas de su mediaci¨®n en el conflicto. Los expertos electorales afirman que los grandes temas de pol¨ªtica exterior no influyen decisivamente en las elecciones presidenciales. pero reconocen que la imagen de un presidente con ¨¦xitos en la escena internacional tiene buenas posibilidades de ganar la reelecci¨®n por mediana que sea su qesti¨®n a nivel interior.

El presidente Sadat confes¨® ayer ante las c¨¢maras de televisi¨®n que estuvo a punto de abandonar la reuni¨®n de Camp David y que no lo hizo porque Carter le convenci¨®. Preguntado por la dimisi¨®n de su ministro de Asuntos Exteriores, Ibrahim Kamel, que se opuso a la firma de los acuerdos, Sadat respondi¨® que eso es algo que ocurre ?en los reg¨ªmenes democr¨¢ticos?.

Menajem Begin, entrevistado tambi¨¦n por la televisi¨®n, dijo con total claridad que tropas israel¨ªes continuar¨¢n en Cisjordania por ?diez, quince o incluso m¨¢s a?os?, se neg¨® en rotundo a admitir otro futuro para Jerusal¨¦n que no sea el de capital del Estado de Israel ?y de todos los jud¨ªos del mundo?, y explic¨® que su compromiso de no construir nuevos asentamientos de poblaci¨®n en la orilla occidental del Jord¨¢n s¨®lo tiene vigor por tres meses, mientras se elige un gobierno aut¨®nomo en el ¨¢rea, pero no por los cinco a?os del per¨ªodo de transici¨®n.