Polic¨ªa y pueblo

Durante mis vacaciones en una playa del Sur, al entrar en una ?bodeguita? me he encontrado en ella a seis polic¨ªas armados tomando una copa.En otro tiempo (l¨¦ase dictadura), el que esto escribe (que antes no veraneaba y ahora s¨ª. gracias a la liberaci¨®n mental del car¨¢cter de ?subproletario? y a que la ?predemocracia? ha nivelado un poco el abanico salarial), habr¨ªa pensado que estaban all¨ª emborrach¨¢ndose y que despu¨¦s reprimir¨ªan a los trabajadores, no obstante, ser el motivo de mi estancia all¨ª el mismo beber una copa, y a¨²n m¨¢s pues tambi¨¦n iba a llenar una garrafa para casa.

Pero hoy los he visto como unos compa?eros trabajadores que despu¨¦s de la jornada laboral se relajan un poco. Pues en esa misma jornada he visto c¨®mo rondaban la playa, una y otra vez, a pleno sol mientras los dem¨¢s nos remoj¨¢bamos muy tranquilamente.

Hoy he sentido una polic¨ªa del pueblo y he visto en sus caras las caras de los amigos que en otro tiempo (vu¨¦lvase a leer dictadura) lamentamos, que se fueran a la ?poli?.

Es un peque?o detalle, pero significativo y quiz¨¢s representantivo, del sentir del pueblo, por lo menos del pueblo andaluz, que tanto material humano hemos aportado a esa ?poli?.

Todo esto refuerza mi tesis de la necesidad para Euskadi de una polic¨ªa aut¨®ctona, para que se sientan ambos (polic¨ªa y pueblo) integrados y los polic¨ªas sean considerados como unos trabajadores m¨¢s, los trabajadores de la libertad, la paz y el orden.