Vista real con Europa al fondo

LOS REYES de B¨¦lgica, Balduino I y Fabiola, han iniciado una visita oficial a Espa?a en un ambiente de amistad y cooperaci¨®n similar al que enmarc¨® el viaje oficial de los Reyes de Espa?a a B¨¦lgica en noviembre de 1977. La visita de los monarcas belgas discurre en un clima de natural cordialidad entre los pueblos de uno y otro Estado, reforzado por la amistad personal que une a los reyes de ambos pa¨ªses y por el buen momento de las relaciones pol¨ªticas, econ¨®micas y culturales existentes. La ausencia de todo contencioso formal en las relaciones hispano-belgas no justifica, sin embargo, que la presencia en Madrid de los reyes de B¨¦lgica, a quienes acompa?a el ministro de Asuntos Exteriores, Henri Simonet, no sirva para profundizar y desarrollar cuestiones de inter¨¦s com¨²n entre las que destacan la situaci¨®n laboral de la amplia colonia de espa?oles residentes en B¨¦lgica y, sobre todo, la cuesti¨®n. de la candidatura de Espa?a al ingreso en las Comunidades Europeas en busca de claridad y precisiones sobre el calendario y la problem¨¢tica del proceso de integraci¨®n hispana en el ¨¢mbito comunitario.

A este respecto, hay que recordar que B¨¦lgica -pa¨ªs que aport¨® al proceso de integraci¨®n pol¨ªtica de Europa las inestimables iniciativas de hombres como Paul Henri Spaak y Jean Rey- contin¨²a a la cabeza del proyecto pol¨ªtico europeo con iniciativas importantes como las promovidas por el primer ministro, Leo Tindemans, en su informe sobre la uni¨®n pol¨ªtica europea por su comisario europeo Etienne Davignon (padre del llamado Comit¨¦ Pol¨ªtico o Cooperaci¨®n Pol¨ªtica de los nueve), y por el propio Simonet, ex miembro de la Comisi¨®n Europea y hombre preocupado por el reforzamiento de las instituciones comunitarias en busca de una operatividad pol¨ªtica de la CEE.

Y estos dos temas, la cooperaci¨®n pol¨ªtica (coordinaci¨®n de las pol¨ªticas exteriores de los nueve, a las que Espa?a est¨¢ t¨ªmidamente invitada) y, sobre todo, la reforma institucional de la CEE son cuestiones que preocupan en Madrid porque marcar¨¢n el ritmo real del ingreso de Espa?a en la CEE. Preocupa, en especial, saber hasta d¨®nde llegan las intenciones del Benelux (promotor de esta ambiciosa reforma), si ello puede afectar al texto de los Tratados de Roma y de Adhesi¨®n y si Espa?a ser¨¢ consultada, de alguna manera, sobre dicho proyecto a igual que deber¨ªa serlo a prop¨®sito de la tambi¨¦n en ciernes reestructuraci¨®n de la pol¨ªtica agr¨ªcola comunitaria.

Una vez m¨¢s, hay que insistir en la idea de que a Espa?a. le interesan claridad y pruebas concretas por parte de los nueve para que las consabidas declaraciones favorables no queden huecas y sin sentido.