La aportaci¨®n de Espa?a a la investigaci¨®n del magnetismo
En el pasado mes de mayo se celebr¨® en Canarias un homenaje a Blas Cabrera, con motivo de cumplirse el centenario de su nacimiento. Homenaje que, como indicaba recientemente, desde estas p¨¢ginas, Javier Solana, se caracteriz¨® por el escaso apoyo oficial que tuvo. ?Qui¨¦n fue cient¨ªficamente Blas Cabrera? Podemos responder repitiendo las palabras pronunciadas por el premio Nobel franc¨¦s Louis Neel, desde la c¨¢tedra del Paraninfo de la vieja Universidad en la ceremonia de investidura de doctores honoris causa, el 28 de enero pasado: ?Blas Cabrera y sus colaboradores, principalmente Velayos, han contribuido decisivamente al conocimiento de las causas ¨ªntimas de los fen¨®menos magn¨¦ticos. Su enorme y perseverante labor experimental nos permiti¨® conocer con precisi¨®n el diamagnetismo y el paramagnetismo. La teor¨ªa de Van VIeck, que reposa sobre los datos obtenidos por la escuela espa?ola aclara definitivamente, el problema de los momentos magn¨¦ticos at¨®micos.?Durante algunos a?os, que caen de lleno en el intervalo denominado Edad de Oro de la F¨ªsica en el siglo XX, tres famosas escuelas, la de Pierre Weiss en Estrasburgo, la de Blas Cabrera en Madrid y la de Kotaro Honda en Tokio, realizaron la ingente labor de comprobar experimentalmente los resultados te¨®ricos de Langevin y Pierre Weiss. Disc¨ªpulo de Weiss es el referido Louis Neel, quien continu¨®, hasta la reciente fecha de su jubilaci¨®n, la indiscutible trayectoria de vanguardia de su maestro en Estrasburgo. En Espa?a, la escuela de Blas Cabrera, dirigida por su disc¨ªpulo Salvador Velayos, inicialmente en la Universidad de Valladolid y posteriormente en la Universidad Complutense, produce continuamente a un ritmo muy superior al previsible por su dotaci¨®n de medios y por el ambiente cient¨ªfico general.
Papel de la Junta de Ampliaci¨®n de Estudios
En 1878 nace en Arrecife de Lanzarote Blas Cabrera. En 1906 es catedr¨¢tico de Electricidad en la Universidad Central. En los s¨®tanos del edificio de la calle de San Bernardo instala el profesor Cabrera un laboratorio en el que comienza a medir la variaci¨®n de la resistencia de la manganina con la temperatura. Solicita una beca para trabajar en Zurich con Pierre Weiss: Este le escribe comunic¨¢ndole la imposibilidad de aceptarle por falta de espacio material. No obstante, antes de recibir esta carta, Cabrera ya ha hecho las maletas y con su mujer y dos hijos ha partido para Zurich.Cuando Weiss le recibe, no tiene otra alternativa que aceptarle en el laboratorio; para ello monta en un pasillo los dispositivos experimentales imprescindibles para comenzar unas medidas magn¨¦ticas. Este momento, intrascendente para los que lo vivieron, condicionar¨ªa la labor cient¨ªfica de un buen n¨²mero de espa?oles que posteriormente dedicar¨ªan lo mejor de su esfuerzo y cerebro al estudio del magnetismo.
Mientras tanto, en Espa?a, por un real decreto de 11 de enero de 1907, firmado por Alfonso XIII, se crea la Junta para Ampliaci¨®n de Estudios e Investigaciones Cient¨ªficas. Su presidente es Ram¨®n y Cajal; su secretario, Jos¨¦ Castillejo, y entre los vocales figuran nombres como los de Men¨¦ndez Pelayo, Men¨¦ndez Pidal, Sorolla y Torres Quevedo. Dependiente de la Junta, se crea, en 1910, una Asociaci¨®n de Laboratorios y un Instituto Nacional de Ciencias F¨ªsico-Naturales. Este mismo a?o nace la Residencia de Estudiantes, cuya trascendencia en la vida cultural del pa¨ªs no necesita ser glosada.
En ella vivir¨ªa Velayos sus a?os de estudiante en Madrid, adquiriendo los recuerdos imborrables que tantas veces nos referir¨ªa. All¨ª qued¨® impresionado por la oratoria de Ortega, plena de lucidez y de luminosidad formal, y por la convivencia con sus compa?eros Garc¨ªa Lorca, Bu?uel y Dal¨ª. No s¨®lo los espa?oles -Machado, Juan Ram¨®n y Cabrera-, entre otros, participaban en las charlas de la Sociedad de Cursos y Conferencias de la Residencia, sino que tambi¨¦n los extranjeros como Marie Curie, Einstein, De Broglie, Le Corbussier, Valery, Bergson, Aragon, Claudel y Ravel acudieron a dar charlas y conferencias a la Colina de los Chopos.
Durante los a?os veinte, Blas Cabrera monta y dirige los Laboratorios de Investigaciones F¨ªsicas en los Altos del Hip¨®dromo, orient¨¢ndolos ya hacia la magnetoqu¨ªmica, iniciada por ¨¦l en Zurich. La producci¨®n cient¨ªfica de Cabrera abarca el per¨ªodo comprendido entre 19 10 y 1944. La Fundaci¨®n Rockefeller, atra¨ªda por sus trabajos, subvencion¨® la creaci¨®n de un nuevo Instituto Nacional de F¨ªsica y Qu¨ªmica contribuyendo con la donaci¨®n del edificio y la consignaci¨®n necesaria.
El instituto se inaugura en 1932 con la asistencia de Sommerfeld y Scherrer. En este envidiable ambiente se desarrolla el trabajo de investigaci¨®n de la escuela de Cabrera. Se determinan experimentalmente las variaciones de la susceptibilidad paramagn¨¦tica con la temperatura, lo que permite determinar los momentos magn¨¦ticos at¨®micos en los compuestos de tierras raras. En estas medidas colaboran Moles, quien conoci¨® a Cabrera durante su estancia en Zurich y que, posteriormente, ser¨ªa prestigioso profesor de qu¨ªmica; Duperier, autoridad mundial en radiaci¨®n c¨®smica; el alem¨¢n Hermann Fahlenbrach, que vino a Espa?a a realizar su tesis doctoral bajo la direcci¨®n de Cabrera; Spurz, hoy catedr¨¢tico de f¨ªsica en la Universidad de Oviedo; Men¨¦ndez y Nicol¨¢s Cabrera, hijo de Blas, y que con el paso del tiempo, trabajando en Estados Unidos, contribuir¨ªa decisivamente al conocimiento del proceso de crecimiento de cristales.
Pero, sin duda, el principal colaborador de Cabrera fue Velayos, como ha quedado plasmado en la literatura sobre paramagnetismo de la escuela espa?ola. Velayos se incorpor¨® al equipo como auxiliar de electricidad en la Universidad, al t¨¦rmino de su carrera en 1928. El resultado de las medidas de Cabrera y Velayos se encontraba en buen acuerdo con los valores te¨®ricos de los momentos magn¨¦ticos at¨®micos deducidos por Hund en el marco de la reciente mec¨¢nica cu¨¢ntica. Sin embargo, apareci¨® una discordancia entre experimento y teor¨ªa en el caso de dos elementos de tierras raras: el samario y el europio. Van Vieck, en 1932, generaliz¨® la teor¨ªa cu¨¢ntica de las susceptibilidades magn¨¦ticas en una obra ya cl¨¢sica y en la, que se explican las anomal¨ªas del samario y europio, al considerar que a la temperatura ambiente existe en estos elementos cierta probabilidad de ocupaci¨®n de los primeros multipletes excitados. Van Vleck, padre indiscutible de la moderna teor¨ªa del magnetismo, como ser¨ªa reconocido el a?o pasado por la Academia de Ciencias de Suecia, al otorgarle el Premio Nobel, cita en su obra a Cabrera tantas veces como a Heisenberg o Dirac.
En 1936, Cabrera era rector de la Universidad de Verano de Santander. Tras la rebeli¨®n militar volvi¨® a Madrid; abatido por los acontecimientos pas¨® a Francia y despu¨¦s a M¨¦xico, donde morir¨ªa, en el exilio, en 1945.
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