Los cardenales, divididos en dos bloques
Los cardenales empezaron el c¨®nclave divididos en dos grandes grupos: quienes desean un Papa fuerte, m¨¢s parecido a P¨ªo XII que a Juan XXIII, que ?ponga orden en la Iglesia?, y quienes piensan que no se puede volver hacia atr¨¢s, y que se necesita un Papa que asegure la continuidad del Concilio, el ecumenismo, la colegialidad episcopal y un di¨¢logo prudente con el mundo. El primer grupo, capitaneado por el intransigente cardenal Siri, arzobispo de G¨¦nova y delf¨ªn de P¨ªo XII, se hab¨ªa presentado esta vez con m¨¢s fuerza que nunca y no ten¨ªa pudor para decir que contaba ya con cincuenta votos, pero los ataques de la parte m¨¢s conciliar de la Iglesia o las llamadas de atenci¨®n de toda la prensa a los cardenales democr¨¢ticos para que no ?hicieran retroceder a la Iglesia a antes del Concilio? han debido surgir su efecto, porque el cardenal Siri, con gesto de sorpresa, concedi¨® una entrevista antes de entrar en el c¨®nclave al peri¨®dico La Gazzetta del Popolo, de Tur¨ªn, en la cual expresa toda su amargura por las cr¨ªticas que se le han hecho en estos d¨ªas, y ha criticado duramente la Secretar¨ªa de Estado.
El cardenal Siri se defiende
En esta entrevista dice que no es un conservador, niega que el discurso program¨¢tico del papa Luciani contuviese ninguna novedad: ?Aquel discurso el Papa lo ley¨® y basta, porque se lo hab¨ªa preparado la Secretar¨ªa de Estado.? Siri, en esta entrevista y con esta declaraci¨®n, ratifica lo que ya hab¨ªa publicado EL PAIS como indiscreci¨®n acerca del primer discurso del papa Juan Pablo I. ?Yo no he sido ni de derechas ni de izquierdas -a?adi¨® el cardenal-, resist¨ª siempre en la defensa de la doctrina cat¨®lica porque exist¨ªa quien deseaba burlarse de ella.? Seg¨²n Siri, el Papa apenas desaparecido fue un Papa nuevo, no porque fuese un Papa abierto, sino porque hab¨ªa empezado a conducir a la Iglesia hacia la doctrina, la disciplina y la espiritualidad.Sobre la colegialidad, el arzobispo de G¨¦nova, con uno de sus gestos de protesta, dijo ir¨®nicamente: ?Yo no s¨¦ lo que es eso.? Y recogiendo todas las cr¨ªticas que se le han hecho, sobre todo en estos d¨ªas, en que era presentado como el mayor candidato a Papa, Siri respondi¨® diciendo: ?Yo soy uno de los hombres m¨¢s calumniados que existen. Pero nunca me defend¨ª y tampoco lo har¨¦ ahora. Piensen todos lo que quieran de m¨ª. Yo deseo s¨®lo estar de acuerdo con la ley de Dios. Procuro hacer las cosas honradas, justas, rectas y mantenerme independiente de todos.?
De P¨ªo XII dijo, taxativamente: ?Fue grande y santo.?
Estas declaraciones han hecho pensar a muchos observadores que Siri est¨¢ ya seguro que no ser¨¢ Papa. Pero, en este caso, ?a qui¨¦n ir¨¢n sus votos, a Benelli o Felici, el popular secretario del Concilio, curial, jurista y conservador?
La posibilidad de Benelli de ser el sucesor del papa Luciani depender¨¢ de lo que haya decidido Siri, porque sus votos pueden ser definitivos. El grupo que ha atacado a Siri y que desea un Papa no del pasado ni tampoco del futuro, sino un Papa que siga de alguna manera la l¨ªnea de la ¨²ltima parte del pontificado de Pablo VI, se ha unido m¨¢s que la otra vez, ante la amenaza de la candidatura de Siri. Y se halla ante dos encrucijadas: o un Papa con mucha experiencia curial y, al mismo tiempo, con cauta apertura pastoral, pol¨ªtico pero que no anide simpat¨ªas hacia la izquierda, no contrario al Concilio (el candidato n¨²mero uno seria Benelli), o un Papa m¨¢s pastoral, m¨¢s de di¨®cesis que de curia. En este caso, si desean un Papa para un pontificado corto, la persona ser¨ªa el arzobispo de Mil¨¢n, cardenal. Colombo, que fue el auxiliar de Montini y el ¨²ltimo a quien telefone¨® el papa Luciani antes de morir, y que tiene 76 a?os. Si se prefiere un pontificado m¨¢s largo, dos buenos candidatos ser¨ªan Poletti, vicario de Roma, que tiene 64 a?os, o Pappalardo, arzobispo de Palermo, que tiene sesenta.
Divisi¨®n en el Vaticano
Mientras tanto, dentro del Vaticano se demuestra que los ¨¢nimos est¨¢n tambi¨¦n divididos. En el semanal de L'Osservatore Romano, monse?or Carrado Balducci, experto en profec¨ªas, escribe que es probable que el pr¨®ximo pont¨ªfice deba afrontar una tercera guerra mundial, ya que, seg¨²n la profec¨ªa de Malaqu¨ªas, el nuevo Papa ser¨¢ el del Trabajo del Sol, es decir, de la guerra at¨®mica. A esto se une la catastr¨®fica profec¨ªa de la Virgen de F¨¢tima. Estas mismas cosas, monse?or Balducci las repiti¨® ayer nada menos que a trav¨¦s de los micr¨®fonos de la RAI, en uno de los noticiarios m¨¢s escuchados de la ma?ana. No cabe duda de que es un modo de advertir a los cardenales que es necesario un Papa fuerte, capaz de hacer frente a la avanzada comunista y al pr¨®ximo conflicto mundial, que es como decir que la Iglesia necesita un nuevo P¨ªo XII.Pero, al mismo tiempo, ayer, el diario L'Osservatore Romano publicaba en primera p¨¢ginaun art¨ªculo del famoso te¨®logo jesuita espa?ol Juan Alfaro, el cual defiende la colegialidad y afirma que ¨¦l pr¨®ximo pontificado deber¨¢ alargar el ecumenismo y la participaci¨®n de los seglares en la vida de la Iglesia.
Este ser¨¢, con mucha probabilidad, el duelo que se est¨¢ realizando dentro del c¨®nclave. Mientras tanto, el farmac¨¦utico del Vaticano ha confiado un secreto al vaticanista de El Corriere della Sera: la medicina que m¨¢s compran los cardenales es el Gerovital y a?adi¨® que, de todos modos, la mejor medicina para no envejecer es la cardenalitis.
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