Discrepancias franco- italianas en los principales temas comunitarios

Franceses e italianos, como estaba previsto, han coincidido al analizar el problema de la ampliaci¨®n del Mercado Com¨²n. El presidente de la Rep¨²blica, Valery Giscard d'Estaing, en visita oficial a Roma, ayer y anteayer, estudi¨® con su hom¨®logo italiano, se?or Pertini, y, con el presidente del Conselo, se?or Andreotti, tres temas europeos: la entrada de Espa?a. Grecia y Portugal; las cuestiones monetarias, y la iniciativa gala referente a la creaci¨®n de un comit¨¦ de tres sabios que reflexionar¨ªa sobre las reformas estructurales de una Comunidad ampliada.El se?or Giscard y sus interlocutores reiteraron su posici¨®n favorable a la ampliaci¨®n de la Comunidad Econ¨®mica Europea (CEE). La entrada de Grecia, Espa?a y Portugal ?reequilibrar¨¢ geogr¨¢ficamente el Mercado Com¨²n con beneficio para el Sur?, repitieron. Otra cosa es, advirtieron igualmente, el tema de los agricultores mediterr¨¢neos: ?ltalia -declar¨® un portavoz romano- no est¨¢ dispuesta a sufrir las consecuencias de eventuales medidas de protecci¨®n. Pero a¨²n no hemos llegado a tal situaci¨®n...?Sobre los otros dos problemas europeos importantes discutidos en la capital italiana las fricciones han caracterizado los an¨¢lisis expuestos por los responsables de Roma y de Par¨ªs. El tema m¨¢s litigioso, por ser el m¨¢s trascendental, es el de la zona de estabilidad monetaria que proponen a los nueve Francia y Alemania Federal. El se?or Giscard ase-ur¨® que. antes de fin de a?o, ?se llegar¨¢ a un acuerdo?. Pero de entrada, este nuevo sistema monetario que reglamentar¨ªa los mecanismos econ¨®mico-comerciales de la Comunidad parece sufrir ya, antes de nacer, de la nueva ca¨ªda brutal del d¨®lar. Si ¨¦sta se acent¨²a, como estiman muchos expertos, el futuro sistema europeo jugar¨ªa el papel de un polo de atracci¨®n sobre los mercados financieros. La actitud italiana, ya vacilante, se ha hecho m¨¢s reticente a¨²n. Las autoridades de Roma no dicen no al sistema franco-alem¨¢n, y tampoco se han negado, ante los franceses. a asistir a la reuni¨®n decisiva que los pr¨®ximos d¨ªas 4 y 5 de diciembre reunir¨¢ en Bruselas a los jefes de Estado y de Gobierno de los nueve para fijar la puesta en marcha de la Europa monetaria. Pero a causa de la debilidad de la lira y de la tasa de inflaci¨®n (14%), los italianos, de entrar desde primeros de enero de 1979 en la ?zona de estabilidad?, temen tener que salir pocos d¨ªas despu¨¦s o, en caso contrario, verse obligados a devaluar su divisa. ?Este sistema -dicen- no es europeo porque no tiene en cuenta las caracter¨ªsticas especiales que condicionan a los pa¨ªses en situaci¨®n de debilidad. Para contrarrestar estos fallos, los responsables romanos desean m¨¢rgenes m¨¢s amplios de varia-ci¨®n de las monedas en la nueva serpiente, asistencia autorn¨¢tica de la caja com¨²n a los pa¨ªses en dificultad y, por fin, que la Comunidad se haga cargo tambi¨¦n de cierto tipo de inversiones en Italia. La posici¨®n definitiva de Italia no se fijar¨¢ hasta despu¨¦s de las pr¨®ximas entrevistas del se?or Andreotti con el canciller alem¨¢n, Helmut Schmidt, y con el premier brit¨¢nico, se?or Callaghan.

Tampoco sobre el tema de los tres sages hubo, armon¨ªa en Roma. Los italianos no se oponen al invento de Giscard d'Estaing, pero lo conciben de distinta manera. Para el presidente franc¨¦s, seg¨²n explic¨® en la capital italiana, los expertos del comit¨¦ en cuesti¨®n (no tendr¨ªan por qu¨¦ ser tres necesariamente para el se?or Giscard) ser¨ªan completamente independientes de los Gobiernos y de todo organismo comunitario. Los italianos, por el contrario, desnaturalizan la proposici¨®n giscardiana, al proponer que el comit¨¦ est¨¦ integrado por nueve miembros (uno de cada pa¨ªs de la CEE).