Galard¨®n de paz a dos especialistas de la guerra
En el a?o de 1948 un oficial de la inteligencia militar egipcia llamado Anuar el Sadat y el jefe de una organizaci¨®n paramilitar y terrorista israel¨ª, Menahem Begin, man¨ªpulan los hilos delicados de la acci¨®n clandestina que comienzan una larga etapa de guerras.A trav¨¦s de sus respectivas influencias en este siempre sensible y poderoso sector de los ej¨¦rcitos que es la inteligencia, los dos avanzan en el escalaf¨®n militar y pol¨ªtico de sus respectivos pa¨ªses. La Irgun Zwai Leumi, la Stern y otras organizaciones terroristas israel¨ªes se convierten en 1948 en el embri¨®n del futuro Ej¨¦rcito del Estado hebreo.
Con ellas, sus cabecillas ocupan puestos destacados en el aparato del Poder. En egipto, el oscuro oficial El Sadat es en 1952, cuando los ?oficiales libres? de Gamal Abdel Nasser toman el poder, un influyente personaje del Estado Mayor y el enlace preferido del nuevo jefe del Estado con aquellos oficiales nazis repescados por la revoluci¨®n nasserista que convencieron al Rais de la posibilidad de fabricar bombas transportadas por cohetes que pudieran alcanzar los centros vitales de Israel.
Durante treinta a?os sin interrupci¨®n, estos dos hombres y los que les rodeaban se han espiado, vigilado y combatido. Egipto e Israel han vivido en un estado de permanente beligerancia, que encontr¨® sus momentos culminantel en las guerras de 1956, 1967 y 1973. Por circunstancias diferentes, pero sobre todo porque en sus pa¨ªses respectivos no habla alternativas menos malas. El Sadat en 1971 y Begin en 1975 llegaban a la c¨²spidedel Poder. A partir de entonces, y en contra de todas las expectativas, lo que se esperaba que fuese un enfrentamiento entre ambos sin personas interpuestas se ha convertido en un proceso que, a pesar de las indiferencias que suscita sobre el fondo, puede llevara un a paz entre Egipto e Israel.
Los que a lo largo de treinta a?os han manejado la trama de unas guerras cruentas, en premio al a?o que llevan intentando forjar una convivencia. por muy fr¨¢gil que ¨¦sta sea, ya que no ataca al verdadero fondo de la cuesti¨®n, han sido obsequiados por sendos premios Nobel de la Paz.
Los m¨¦ritos de ambos est¨¢n condensados en un solo a?o. desde el hist¨®rico viaje de El Sadat a Jerusal¨¦n el 20 de noviembre de 1977, hasta la firma del tratado de paz egipcio-israel¨ª, que se presume tendr¨¢ lugar el 20 de noviembre de 1978.
En este breve per¨ªodo de tiempo, Begin lleg¨® tambi¨¦n a Ismail¨ªa el 25 de diciembre de 1977. Despu¨¦s de que una importante delegaci¨®n israel¨ª viajara a El Cairo para discusiones preliminares, los ministros de Asuntos Exteriores de Egipto e Israel. Mohamed Kamel y Moshe Dayan, se reunen en enero de 1978 en Jerusal¨¦n en presencia del secretario de Estado norteamericano, Cyrus Vance, y entre febrero y marzo, ante las dificultades inmediatamente surgidas, El Sadat primero y Beguin despu¨¦s viajan a Washington para entrevistarse con el presidente Carter. Las discusiones terminan en casi nada, y Carter env¨ªa a su vicepresidente, Walter Mondale. primero a Israel y luego a Egipto, y logra que ambos pa¨ªses acepten enviar a sus ministros de Asuntos Exteriores a discutir a un castillo brit¨¢nico.
En agosto Vance vuelve a Oriente Pr¨®ximo y logra que El Sadat y Begin no rechacen una invitaci¨®n del presidente Carter para participar en una cumbre en presencia de Carter, a celebrar en Camp David, que se inicia el 5 de septiembre.
A pesar del gesto hist¨®rico que representa el viaje a Jerusal¨¦n de El Sadat y el proceso hacia la paz entre ambos pa¨ªses, un a?o pudiera parecer poco tiempo para que dos especialistas de la guerra secreta se vean obsequiados con un premio Nobel de la Paz. Es muy posible que Carter recupere imagen ante el pueblo norteamericano por esta paz pr¨®xima; que Begin y El Sadat pasen a la historia en un lugar m¨¢s destacado que Nasser o Ben Gurion, pero la paz de unos comienza a ser la guerra de otros: de los palestinos. siempre perdedores, y de los pa¨ªses ¨¢rabes que rechazan lo que creen una parodia.
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