Dos muertos en el circuito del Jarama
La jornada del domingo en el Jarama, que se presentaba sumamente interesante, acab¨® en desgracia. Cuando se corr¨ªa la pen¨²ltima vuelta de la ¨²ltima carrera de la reuni¨®n, un coche descontrolado entr¨® en la pista de deceleraci¨®n que precede a los boxes, donde arroll¨® a un grupo de comisarios deportivos y a algunos espectadores. A consecuencia del impacto, dos personas, Fernando Villaamil, de sesenta a?os, jefe de competici¨®n de Renault, y Emilio del Corro, de 32 a?os, comisario deportivo, perdieron la vida. Otros dos comisarios, Abrisqueta y Sanz, sufrieron m¨²ltiples fracturas. Quince espectadores m¨¢s fueron heridos de diversa consideraci¨®n.
Discurr¨ªa la pen¨²ltima vuelta de la ¨²ltima de las carreras que compon¨ªan la reuni¨®n, la de la Copa R-5. En la cabeza hab¨ªa un duelo tremendo entre Cincunegui, que se hab¨ªa adelantado algo, Ferichola, l¨ªder durante muchas vueltas, S¨¢nchez, Piedrafita y De Juan. Los coches se golpeaban una y otra vez.Unos, con el fin de mejorar sus posiciones, y los otros tratando de maritener las suyas. En uno de esos intentos, cuando se rodaba al comienzo de la recta de tribunas, el coche de Ferichola era golpeado en su parte posterior, lo que hac¨ªa perder el control del mismo a su piloto.
Lanzado a m¨¢s de 140 kil¨®metros por hora, el veh¨ªculo perd¨ªa su trayectoria e iba a entrar por la pista de deceleraci¨®n que precede a los boxes. Al comienzo de la misma estaban Fernando Villaamil que, como jefe de competici¨®n de Renault. organizaba la competici¨®n que se estaba desarrollando, y los comisarios Emilio del Corro, Alberto Abrisqueta y Jos¨¦ Sanz.
El coche se lanz¨® violentamente contra ellos. Los cuerpos de los dos primeros volaron por los aires, fruto del violent¨ªsimo impacto. Ambos fallec¨ªan casi instant¨¢neamente. Los otros dos sufr¨ªan diversas fracturas, sobre todo en las piernas. Instantes despu¨¦s, el veh¨ªculo se deten¨ªa al chocar contra otro coche detenido en boxes, fractur¨¢ndose el brazo el piloto que estaba dentro, pero evitando que siguiera su macabro recorrido.
Un accidente como el ocurrido el domingo en el Jarama es dif¨ªcilmente evitable, y no debe imputarse sino a un c¨²mulo de circunstancias. Hay que comprender que en una competici¨®n reservada a coches iguales, como es la Copa R-5, la pugna entre los diferentes pilotos es enorme. Adem¨¢s, dentro de la pista, los coches -no en esta carrera, sino en todas las que se celebran en cualquier pa¨ªs del mundo- suelen golpearse muchas veces, al rodar pr¨¢cticamente en contacto en m¨²ltiples ocasiones. Finalmente, los comisarios deportivos y el jefe de competici¨®n de Renault estaban situados en un lugar l¨®gico para poder cumplir lo mejor posible su misi¨®n. El hecho de que los boxes estuvieran m¨¢s o menos poblados de p¨²blico, que nada ten¨ªa que hacer all¨ª, no influy¨® para nada en el accidente. Atribuir, pues, responsabilidades a unos u otros es querer sacar las cosas de sitio, o tener muy poca idea de lo que es una competici¨®n de este tipo.
Al margen del accidente, las carreras que conformaron la reuni¨®n del domingo fueron de las que crean afici¨®n, por la enorme igualdad entre los pilotos y coches y las luchas cerradas entre ellos hasta el final.
En la de turismos de serie, Carlos Jodar se adjudic¨® un triunfo tan merecido como meritorio. Sin cometer ni un solo error, Jodar condujo la prueba desde su comienzo, aguantando el acoso de Sanjurjo, primero, y Marcos, despu¨¦s. El triunfo de Jodar signific¨® el t¨ªtulo para el madrile?o, mientras que Sanjurjo lograba, con su tercer puesto, el subcampeonato.
En turismos especiales, el dominio del Chrysler de O?oro fue absoluto. O?oro, autor de una espl¨¦ndida carrera, domin¨® la misma desde principio a fin con gran autoridad. Pese a ello, no pudo evitar que el t¨ªtulo se lo adjudicase Babler, que se impuso con todo merecimiento a Juncosa.
En f¨®rmula 1.430 el triunflo fue para Valls, tras el retraso de Celada. En la de iniciaci¨®n result¨® vencedor G. Juli¨¢n, mientras que la de Copa R-5, en la que ocu?ri¨® el acc¨ªdente, fue suspendida al producirse el mismo.
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