Atraco de m¨¢s de treinta millones a General El¨¦ctrica de Sestao
Ocho j¨®venes armados con pistolas y metralletas se apoderaron ayer de 31.800.000 pesetas en las oficinas que la empresa General El¨¦ctrica Espa?ola tiene en la localidad vizca¨ªna de Galindo-Sestao. Los atracadores no se percataron, al parecer, de la existencia de otra caja que conten¨ªa ocho millones m¨¢s.En el transcurso de la operaci¨®n, que dio comienzo a las dos menos diez de la tarde, redujeron a cinco vigilantes jurados entre ellos al jefe del servicio, y mantuvieron enca?onados por espacio de un cuarto de hora a no menos de 45 personas.
Los atracadores llegaron a la entrada general de la factor¨ªa de Galindo a bordo de dos coches, un Seat 1500 de color verde botella (BI-122.411) y un Simca 1200 de color beige (BI-3887-H). El portero que vigilaba el acceso a la f¨¢brica fue obligado a entrar en el Seat 1500 bajo la amenaza de una metralleta.
Despu¨¦s de quitarle el radiotel¨¦fono que le permite comunicarse con distintos puntos de la f¨¢brica, los dos veh¨ªculos se dirigieron al edificio de las oficinas generales, que dista unos trescientos metros. En el exterior del inmueble redujeron a un cabo y a un vigilante, a quienes quitaron sus armas.
Mientras los conductores permanec¨ªan al volante de sus coches, seis de los atracadores entraron en el vest¨ªbulo del edificio enca?onando con sus armas a los tres guardas. En ese momento sal¨ªa del ascensor el jefe del servicio de vigilancia, Lucio Rubio, que acababa de realizar una gesti¨®n en caja. Tras quitarle la pistola que llevaba al cinto tres atracadores -dos hombres y una mujer- le oblgaron a que les acompa?ase a la s¨¦ptima planta, donde en ese momento preparaban la n¨®mina de los empleados de la empresa.
Los otros tres asaltantes, entre los que hab¨ªa una segunda mujer, mantuvieron mientras tanto contra la pared a cuantas personas asomaban por el vest¨ªbulo. Dado que a esa hora se suced¨ªan en el comedor los distintos turnos, al final ser¨ªan unas treinta las personas enca?onadas. A todas ellas les fue retirado el carnet de identidad o alg¨²n otro documento personal.
"Agur" y gracias
El comando que hab¨ªa subido a la s¨¦ptima planta en compa?¨ªa del jefe de los guardas redujo primeramente al vigilante que custodiaba la oficina de n¨®minas y a continuaci¨®n entraron en el local, donde trabajaban en ese momento quince empleados.Despu¨¦s de decirles que no se moviesen, que era un atraco, y de asegurarles que no les pasar¨ªa nada, ya que lo ¨²nico que quer¨ªan era el dinero, empezaron a llenar con las n¨®minas sus bolsas de deportes. En determinado momento dijeron a los empleados que terminar¨ªan ante, si los ayudaban, lo que en efecto hicieron.
Una vez terminada la operaci¨®n, sin haberse apercibido de los ocho millones ya rese?ados, encerraron bajo llave en el mismo local a todos los empleados, con excepci¨®n del se?or Rubio, con quien bajaron en el ascensor. Inmediatamente subieron a sus coches llev¨¢ndose consigo como reh¨¦n, al jefe de los guardas, al que dejar¨ªan en libertad cuando se encontraban a unos treinta metros m¨¢s all¨¢ de la entrada de la f¨¢brica.
Los ocho atracadores ten¨ªan entre veinte y treinta a?os, hablaban castellano sin un acento especial y vest¨ªan de sport. Todos llevaban el rostro descubierto, aunque algunos concretamente las dos chicas, se cubrieron hasta la nariz con unos jerseys de cuello alto. Ninguno de ellos llevaba barba o bigote. En todo momento trataron de tranquilizar a los trabajadores dici¨¦ndoles que General El¨¦ctrica era una multinacional y que no tendr¨ªan problemas para cobrar. De los empleados de n¨®minas que les ayudaron a cargar el bot¨ªn se despidieron con un ?agur y gracias por el comportamiento?.
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