"Las Fuerzas Armadas deben defenderse de los que tratan de sacarles de los cuarteles"
?La paz de Espa?a puede estar en peligro si no se cortan las actividades de ciertos grupos que tratan de descalabrar a los Ej¨¦rcitos y sacarles de los cuarteles, as¨ª como las actuaciones de la organizaci¨®n terrorista ETA, y de ambas cuestiones deben ser conscientes los mandos de las Fuerzas Armadas, en el claro entendimiento de que todos somos responsables de que no se detenga un proceso aprobado por la inmensa mayor¨ªa de los espa?oles.? Estos son algunos de los puntos m¨¢s relevantes del informe remitido por el ministro de Defensa, teniente general Guti¨¦rrez Mellado, a los generales, jefes, oficiales y suboficiales de los tres ej¨¦rcitos.
En las conclusiones de su informe, el ministro de Defensa subraya que el resultado global del balance del a?o persigue el mismo fin que el se?alado en el informe general de 1977: ?Unas Fuerzas Armadas firmes, s¨®lidas, operativas, modernas, unidas, adecuadas a las posibilidades econ¨®micas nacionales, identificadas con la voluntad libremente expresada del pueblo espa?ol, fuerte en su cohesi¨®n y disciplina.??Todos, absolutamente todos -contin¨²a- somos, en mayor o menor grado, responsables de que la nave en la que estamos embarcados navegue ¨¢gil y ligera, sin que el lastre de uno u otro signo pueda detener el rumbo de un proceso aprobado -no lo olvidemos- por la inmensa mayor¨ªa de espa?oles.?
?Es un mandato de la sociedad, realizado dentro de la legalidad, que estamos obligados a acatar con fidelidad absoluta y al que nos debemos sin reticencias ni recelos, sin reticencias paralizantes. El respeto al mismo constituye un factor decisivo para la paz.?
Ciertos grupos quieren hundir la paz
?Si analizamos el espectro sociol¨®gico espa?ol -contin¨²a el ministro de Defensa- podremos apreciar c¨®mo cada d¨ªa es mayor el puente tendido entre todos los espa?oles. Puente de concordia y de deseos de vivir en paz; de respeto civilizado y racional a nuestras opiniones y creencias ideol¨®gicas y religiosas; de superaci¨®n de tiempos en los que la confrontaci¨®n violenta romp¨ªa el equilibrio de nuestras vidas y las de nuestros hijos, llen¨¢ndonos el coraz¨®n de odios y rencores.?
?Por ese puente podemos y debemos caminar todos los espa?oles -afirma- Pero es bien cierto que por ese puente no quieren, al parecer, pasar algunos. Grupos minoritarios, entre los que pretenden -no obstante sus sucesivas derrotas en las confrontaciones electorales y estudios de opini¨®n- representar al pueblo espa?ol, quieren hundir el puente de la paz y de la justicia entre los espa?oles.?
?En el ¨¢nimo de todos est¨¢n las opiniones y m¨¦todos que utilizan estos grupos marcadamente minoritarios. Nada tendr¨ªamos que decir a las primeras, dentro del respeto a las opiniones ajenas, si no fuera por el peligro que las mismas, y m¨¢s a¨²n los m¨¦todos, representan para la paz y tranquilidad de los espa?oles y la unidad de la Patria.?
Se busca descabalar a los Ej¨¦rcitos
Seguidamente, el teniente general Guti¨¦rrez Mellado establece la necesidad de defenderse ?contra los m¨¦todos y las t¨¢cticas del confusionismo; el estilo catastrofista de cuanto sucede; la apelaci¨®n insistente a nobles sentimientos para hacer frente a traiciones inventadas y perjurios sin cuento; el recetario de admoniciones; los s¨ªmbolos y signos que siendo patrimonio com¨²n a todos los espa?oles pretenden monopolizar en exclusiva, a pretexto de aisladas vejaciones y ultrajes a los mismos. Vejaciones y ultrajes que repudiamos todos, pero que si se analizaran con mayor rigor sociol¨®gico podr¨ªamos llegar a conclusiones diferentes de lo que nos quieren hacer ver?.
Asimismo dice que debemos defendemos (se dirige a los cuadros de mando militares) ?de la excitaci¨®n constante de nuestros ¨¢nimos, present¨¢ndonos deformados los hechos, tergiversadas las intenciones, acudiendo incluso a la maledicencia, la calumnia y la mentira, actuando siempre en la intransigencia y hasta la violencia para imponer sus ideas y opiniones; contra estos y otros actos m¨¢s en los que se busca, insistentemente, descabalar a los Ej¨¦rcitos, sacarles de sus cuarteles, romper -aunque digan otra cosa- su cohesi¨®n y disciplina?.
Contra ello hay que defenderse -dice el ministro de Defensa a los mandos de las Fuerzas Armadas?con el convencimiento absoluto de que nuestra actitud serena, consciente y disciplinada, subordinada a los poderes del Estado -del cual Su Majestad el Rey, mando supremo de los Ej¨¦rcitos, es s¨ªmbolo de su unidad y permanencia- est¨¢ respaldada, clara y abrumadoramente, por la sociedad espa?ola?.
?Y hemos de defendernos tambi¨¦n con el ejercicio puntual y exacto de cuanto es de obligado cumplimiento para todos los militares: las ordenanzas, regla moral que debe guiar nuestras acciones. Su incumplimiento por parte de algunos -sobre todo en cuanto se refiere a cr¨ªticas tendenciosas, murmuraciones y falsos rumores- al que se han dejado arrastrar por la incitaci¨®n constante que permanentemente se les hace por grupos pol¨ªticos muy radicalizados y sobre todo por aIgunos medios de comunicaci¨®n que se han ganado limpiamente, en grandes sectores de opini¨®n, el t¨ªtulo de libelos, supone un grave perjuicio para la uni¨®n de los Ej¨¦rcitos.?
?Al mismo tiempo produce verdadero sentimiento de pena contemplar c¨®mo algunos de nuestros companeros caen en situaciones y adoptan actitudes permisivas, respecto a actos presididos por histerismos inconcebibles para quienes hemos pasado por nuestras academias y centros de en se?anza y formaci¨®n, y sobre los que recae la grave responsabilidad de mandar a los hombres que nos entrega la Patria.?
Absoluta prioridad al problema ETA
Posteriormente, el ministro de Defensa pasa a analizar el tema ETA, que considera absolutamente prioritario. ?ETA percibe que debe aprovechar esta ocasi¨®n, ¨²nica y ¨²ltima, para impedir el asentamiento de la democracia en el Pa¨ªs Vasco. Estees, sin duda, su mayor temor y la finalidad prioritaria de su acci¨®n armada. ETA considera este momento como el del fin de sus posibilidades y espec¨ªficamente el de su derrota militar.?
?Para alcanzar el clima actual -prosigue el an¨¢lisis del teniente general Guti¨¦rrez Mellado- ETA ha necesitado hacer un esfuerzo terrorista radicalizado y especialmente cruento. En caso contrario se habr¨ªa convertido en un terrorismo residual sin posibilidades reales de ¨¦xito. Pero para realizarlo ha pagado un precio: el descenso en el apoyo popular; el creciente enfrentamiento con los grupos mayoritarios y el abandono de alguno de sus grupos revolucionarios abertzales. Por tanto, ETA tambi¨¦n est¨¢ atrapada por un cepo: para detener al alud democr¨¢tico debe hacer un claro esfuerzo terrorista de intensidad suficiente; pero si lo realiza sin conseguir su objetivo, profundiza su aislamiento hasta l¨ªmites que pueden suponer su total fracaso.?
?Puede afirmarse tajantemente que los mandos superiores de los Ej¨¦rcitos son conscientes de esta situaci¨®n que, con absoluta diafanidad, se hace extensiva, a trav¨¦s de este informe, a los miembros de los Ej¨¦rcitos, para que tomen conciencia clara del problema y tengan confianza en que la batalla -que abarca muchas facetas- contra tan grave problema, actualmente agudizado -pero tambi¨¦n heredado que viene, ininterrumpidamente, dando el Gobierno, y en la que desgraciadamente se est¨¢n produciendo tan sensibles p¨¦rdidas, ha de verse coronada por el ¨¦xito final.?
El teniente general Guti¨¦rrez Mellado termina su informe recordando la postura adoptada por la Junta de Jefes de Estado Mayor en ocasi¨®n de los asesinatos del general S¨¢nchez Ramos y del teniente coronel P¨¦rez Rodr¨ªguez: Ning¨²n acto terrorista desviar¨¢ a las Fuerzas Armadas del cumplimiento de su deber.
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