El martes, elecciones en EEUU para el Congreso y gobernadores de estados

Las elecciones norteamericanas del pr¨®ximo martes, en las que se renovar¨¢ la totalidad de la C¨¢mara de Representantes, un tercio del Senado y 36 gobernadores de estados, ofrecen una posibilidad al Partido Republicano de mejorar su situaci¨®n en el Congreso, pero no representan un peligro para los dem¨®cratas, que seguir¨¢n dominando la vida pol¨ªtica de Estados Unidos.

En la legislatura que ahora termina, el Partido Dem¨®crata contaba con 61 senadores de un total de cien, 288 representantes de una C¨¢mara compuesta por 435 esca?os, y ten¨ªa 37 gobernadores de los cincuenta existentes. Todos los pron¨®sticos indican que el 96 Congreso de Estados Unidos contar¨¢ con una distribuci¨®n an¨¢loga y que los republicanos seguir¨¢n siendo minor¨ªa.La mayor parte de los especialistas cree que el Partido Republicano puede ganar entre quince y veinte esca?os en la C¨¢mara baja, obtener alg¨²n nuevo gobernador estatal y perder un senador. Si las cosas van mal, a?aden los expertos en pol¨ªtica electoral, los republicanos ganar¨¢n s¨®lo cuatro o cinco esca?os y si las circunstancias les fueran muy favorables, podr¨ªan llegar a mejorar su posicion en veinticinco o treinta nuevos representantes.

En cualquier caso, nadie cree que el Partido Dem¨®crata pueda conseguir menos de 260 esca?os en la C¨¢mara de Representantes, lo que le da un margen muy amplio sobre la mayor¨ªa necesaria en el Congreso, que son 218 representantes. En el Senado, el partido en el poder mantendr¨¢ o mejorar¨¢ ligeramente su posici¨®n. En los Gobiernos estatales, los dem¨®cratas pueden perder cuatro o cinco gobernadores, pues obtendr¨¢n la victoria en los estados m¨¢s poblados y tambi¨¦n en muchas legislaturas estatales.

Pocos republicanos

Y, sin embargo, hace s¨®lo tres meses los sondeos de opini¨®n apuntaban la posibilidad de un impresionante avance de los republicanos. Era el momento en que el presidente Carter ca¨ªa en picado en los ¨ªndices de popularidad y se registraba la llamada ?revuelta de los contribuyentes?, que protestaban por los nuevos impuestos federales.El Partido Republicano no ha sabido aprovechar lo que pudo ser una oportunidad y los dem¨®cratas se han beneficiado de la publicidad otorgada a los acuerdos de Camp David y de los recientes planes del Gobierno para combatir la inflaci¨®n y detener la ca¨ªda del d¨®lar en los mercados de divisas.

Adem¨¢s de la falta de candidatos atractivos en sus filas, los republicanos deben hacer frente a una realidad social y es que, pese al alto abstencionismo y a la escasa definici¨®n entre los dos partidos, la mayor¨ªa de los norteamericanos se consideran dem¨®cratas. Hace veinticinco a?os, por ejemplo, un 43% del pa¨ªs dec¨ªa ser dem¨®crata, mientras que un 37% se llamaba republicano. Hoy d¨ªa s¨®lo un 20% del electorado se autodefine como republicano, mientras que el 43% lo hace como dem¨®crata.

El partido de Jimmy Carter predomina tambi¨¦n entre todas las minor¨ªas ¨¦tnicas, religiosas o sociales. Hay m¨¢s dem¨®cratas que republicanos entre los jud¨ªos, los irlandeses, los hispanos, los negros, los universitarios, las mujeres y los obreros, aunque muchos de ellos no est¨¢n registrados y una gran mayor¨ªa no se moleste siquiera en acudir a las urnas el pr¨®ximo martes.