Ayer se presentaron en Madrid los premios Planeta
Ayer se presentaron en Madrid las novelas finalista y ganadora del Premio Planeta, la de Juan Mars¨¦, titulada La muchacha de las bragas de oro, y la de Alfonso Grosso, La exposici¨®n.
La presentaci¨®n corri¨® a cargo de Jos¨¦ Manuel Caballero Bonald y Jos¨¦ Mar¨ªa Gironella, que se hicieron cargo, respectivamente, de la novela ganadora y la finalista. El se?or Caballero Bonald ley¨® un texto con su peculiar estilo barroco, en el que se hac¨ªa una el¨ªptica descripci¨®n de los caracteres y personajes de esta novela millonaria. ?Creo que Juan Mars¨¦ previ¨® un ritmo de lectura para su novela similar al que yo he practicado -dijo-. El despliegue argumental y los mecanismos del lenguaje de esta novela parecen estar montados para despertar una serie de dispositivos de urgencia que llevan al lector hacia el final, inesperado final?.Antes de decir que esta ?no es la mejor novela de Mars¨¦?, aunque, como dijo en otro lugar, ?su agilidad y ligereza son innegables?, describi¨® el se?or Caballero Bonald los dos personajes principales del libro: ? El texto -dijo- se enlaza en esa primera l¨ªnea narrativa que forma el viejo falangista escribiendo sus memorias y que, a medida que ¨¦stas van transcurriendo, las sombras fantasmales del pasado copulan con esas otras de la realidad presente.? ?Equivocarse a sabiendas? era, para el se?or Caballero Bonald, la actitud enferma de un personaje ?que va poniendo sus trampas sobre las que erige el fraude ¨²ltimo de su justificaci¨®n?. Y calific¨® este ?doloroso ejemplo de introspecci¨®n como el del que desea purgar un pasado no neg¨¢ndolo, sino enmend¨¢ndolo?.
El resto de implicaciones argumentales, a?adi¨®, giran en torno a otro personaje, contrapunto del primero, aquella su ?sobrina carnal, la m¨¢s carnal de las sobrinas?, en un despliegue lineal, ?demasiado lineal?, de situaciones y personajes. ?Ella, la muchacha de las bragas de oro, act¨²a a modo de Pepito Grillo ¨¢crata, de conciencia maligna de su t¨ªo, con el que mantiene ambiguas relaciones y al que critica constantemente, de manera desenfadada, el contumaz artificio de su pasado, la testaruda memoria del solitario...? ?Un personaje -dijo en otro momento- bisexual y amoral, pero cargado de perversos encantos?, que ?pasa de todo, menos de actuar como constante tentaci¨®n para su t¨ªo y como correctora de sus memorias y hasta de su estilo, algo antiguo y ampuloso, pero no carente de ciertos valores literarios?. ?El catastrofismo del final es inevitable -termin¨® Caballero Bonald-, pero no se lo voy a contar a ustedes, pues les privar¨ªa de un placer al que toda novela va dirigida. ?
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