"Los creyentes no tenemos por que imponer nuestros puntos de vista a los que no lo son"
Los obispos espa?oles est¨¢n estudiando estos d¨ªas temas de gran importancia social relacionados con la familia y el matrimonio, el divorcio, aborto, anticonceptivos, relaciones prematrimoniales. ?C¨®mo se contemplan estos problemas desde la experiencia de lo que se ha llamado Iglesia del futuro, es decir, desde una comunidad cristiana de base, una de entre las trescientas que existen en Vallecas y de las mil que aproximadamente se extienden por Madrid? Jos¨¦ F. Beaumont ha convivido durante unas horas con algunos de sus miembros y recoge aqu¨ª sus puntos de vista.
?Estamos a favor del divorcio como legislaci¨®n civil, sencillamente porque los creyentes no tenemos por qu¨¦ imponer nuestras creencias ni puntos de vista a los no creyentes. Desde una perspectiva cristiana hay casos en los que se deb¨ªa admitir, porque la religi¨®n cristiana no es antihumana. ?Acaso quiere Dios que la convivencia de dos personas se convierta en un infierno o que unos hombres,j¨®venes por ejemplo, est¨¦n obligados a mantenerse c¨¦libes??Palomeras Altas. Calle Catorce. Una de tantas chabolas en el coraz¨®n de Vallecas que albergan a cerca de 70.000 personas, que viven en condiciones infrahumar¨ªas. Casas estrechas -veinte met¨ªos cuadrados para siete personas por t¨¦rmino medio-, h¨²medas y oscuras. Calles embarradas, falta de centros escolares y sanitarios (todav¨ªa no ha llegado ni la Seguridad Social). En esa calle, que ni siquiera tiene un nombre humano, vive una comunidad cristiana de base a la que est¨¢n adscritas veintid¨®s personas de ambos sexos, que ejer cen diversas profesiones. Algunas de ellas son sacerdotes. Otras est¨¢n casadas.
?La jerarqu¨ªa cat¨®lica todav¨ªa est¨¢ barajando la posibilidad de poner parches a una estructura famillar que se ha muerto. Esta familia cerrada, que los obispos reunidos precisamente estos d¨ªas en asamblea se proponen arreglar , no es cristiana. La naeva familia cristiana o es abierta y social o no es nada, y debe dar como resultado la entrega del matrimonio a los oprimidos.?
Fernando, Ignacio, Pedro, Luis Josu¨¦, Jos¨¦ Luis y Carmen (matrimonio) son algunos de los miembros de la comunidad. Lo que ganan de su trabajo diario lo ponen en com¨²n, son aut¨®riornos y autogestionarios.
?Lo fundamental de una comunidad de base esvivir en com¨²n la experiencia de fe, vivir el cristianismo tal como lo narran los hechos de los ap¨®stoles. ? ?Aporta este sistema de vida un nuevo sentido de vivir la familia? ?La familia -dicen- no se forma por medio de la constituci¨®n biol¨®gica, sino a trav¨¦s del amor. A la familia pertenecen tambi¨¦n los familiares y amigos, las personas que entran a casa sin llamar.?
Las comunidades de base comenzaron a arraigarse en Espa?a a ra¨ªz de la disoluci¨®n, por parte de las jerarqu¨ªas eclesi¨¢sticas, de los movimientos apost¨®licos progresistas hace poco m¨¢s de diez a?os. La dispersi¨®n de aquellos movimientos produjo un fuerte aceler¨®n en la militancia obrera y dispers¨® a otros cristianos a este tipo de comunidades comprometidas, que siempre fueron observadas con un gran recelo por las jerarqu¨ªas. Aunque ahora el episcopado se ha acercado m¨¢s a este fen¨®meno, pueden considerarse a estas comunidades como el l¨ªmite del progresismo que los obispos permiten dentro de la comuni¨®n con la Iglesia-instituci¨®n.
Hay te¨®logos dentro de estos movimientos de base que dicen que la ¨²nica manera de que subsista la religi¨®n en un mundo secularizado es su pr¨¢ctica en las comunidades de base. ?Habr¨ªa que desterrar del vocabulario de la Iglesia -afirman- la expresi¨®n parroquia, como tantas otras que hoy al hombre de la calle ya no le dicen nada cuando no provoca rechazos.?
? Si a m¨ª ma?ana me dice la Iglesia que admite cristianamente el divorcio, no me altera nada sustancial de mi fe. Como sacerdote he aconsejado que vayan tranquilamente a comulgar a una pareja a la que malamente se dice "arrejuntados", casados cada uno por su parte, y que han aportado cada uno dos hijos de su anterior frustrado matrimonio. Ellos est¨¢n viviendo lo que es la familia, aunque no est¨¦n casados por la Iglesia. Son cristianos y se aman. El esc¨¢ndalo para los hijos no es tanto ver que los padres viven separados como asistir a la tristeza de que no se amen.?
?Contradictoriamente en Espa?a se ha practicado durante muchos a?os el divorcio cat¨®lico. "Si quieres divorciarte -se dec¨ªa popularmente-, c¨¢sate por la iglesia." Un gran porcentaje de parejas que se han casado por la Iglesia tiene todos los argumentos necesarios para declarar nulo su matrimonio, porque se han casado por razones sociol¨®gicas y estructurales, pero no por razones de fe. ?
En cada chabola ocupada por los miembros de la comunidad todos se reparten el trabajo de hacer comidas y limpieza. Aunque poco espacio tienen para limpiar. Un cuarto de ba?o estrech¨ªsimo, una cocina que es tambi¨¦n almac¨¦n de comidas, sala de estar, sala donde una vez a la semana celebran la Eucarist¨ªa, y dos cuartos-dormitorios, con literas, m¨¢s peque?os incluso que un departamento de literas de un vag¨®n de la Renfe.
?Mira, la moral referente al matrimonio y a la sexualidad est¨¢ hecha, normalmente, por c¨¦libes y, adem¨¢s de c¨¦libes, por ancianos -los obispos suelen llegar a su cargo con bastante edad-. No es extra?o que mantengan una postura rara frente a cuestiones sexuales, y, desde luego, no ser¨ªan capaces de entender que la sexualidad por s¨ª misma puede llegar a tener una finalidad, igual que el amor.?
?La tragedia de muchos matrimonios cristianos espa?oles de hoy, que suelen coincidir tambi¨¦n con los m¨¢s pobres e incultos, tiene el origen en ciertos curas tradicionalistas que hay detr¨¢s de ellos y que se oponen a los anticonceptivos. El sacerdote debe formar la conciencia del creyente para que la pareja, que es a quien corresponde la responsabilidad de tener hijos, pueda utilizar libremente los anticonceptivos sin hacer extorsi¨®n a sus creencias. Ahora bien, el uso y la venta de anticonceptivos deber¨ªa utilizarse desde un punto de vista cristiano para fomentar el amor, no para acostarse m¨¢s veces.?
?Contra el aborto estamos incluso por ¨¦tica humana. Ahora bien, lo que no hay derecho es a que la clase rica espa?ola pueda abortar y la clase pobre no pueda hacerlo. Si hay facilidades, que las haya para todos. En este caso, defendemos la legalidad del aborto, no porque lo admitamos en s¨ª mismo, sino para salvar a la clase pobre.?
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.